Por Arturo Sandoval
24 / octubre/ 2019.
“Hace 30 años el gordito era la excepción en el salón, hoy más de la mitad de escolapios tiene sobre peso”
¡Triunfó el Etiquetado en alimentos y bebidas!
Este 22 de octubre, el Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular la reforma a la Ley General de Salud en materia de etiquetado de alimentos, así pasa al Poder Ejecutivo para su publicación. Los productos de comida chatarra, semi chatarra y con valor alimenticio traerán por ley un etiquetado donde informe si es alto en grasas saturadas, azúcares, sodio y calorías.
Hace más de 10 años envié a una Secretaria de Estado la propuesta de poner en los paquetes de comida chatarra fotos de hígados grasos, de pies diabéticos, etcétera. Todo para disuadir a los consumidores de esta comida de no comprarla o comprar menos; como en las cajetillas de cigarros. En botellas llevarían textos visibles con advertencias. También prohibir esta comida en todo tipo de escuelas. La Secretaria con el sexenio cambió de Secretaría ahí hizo el intento de prohibir comida chatarra en las primarias. La industria se defendió y no cristalizó el esfuerzo.
A finales de la década pasada, dirigí una excelente revista de nutrición. El tema principal era el Síndrome Metabólico con los síntomas de este síndrome: obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol y males coronarios. Nuestra base de datos era un portal privado con contenido de todo lo que se publica de medicina en el mundo, además, contamos en la empresa con médicos especialistas en neurocirugía, pediatría, oftalmología, cardiología y control de peso.
En ese tiempo ya estábamos como país, en los dos primeros lugares de obesidad en el mundo, tanto de adultos como infantil. Descubrimos niños de 17 años con infartos al corazón por arterias llenas de grasa. Denunciamos a la obesidad como pandemia nacional, pero no hubo eco en las autoridades de salud ni de educación.
Mucho de los problemas del Síndrome Metabólico, detonaron con el inicio del Tratado de Libre Comercio. Llegaron en estampida Mc Donal´s; Pizza Hut, Dominos, Benedetti, Kentucky y más cadenas de comida con carga calórica muy grande. Con ellos todo tipo de comida chatarra para supermercados: dulces, chocolates, frituras y muchísimo más. También con enorme carga de calorías, grasas, sales, azúcares, etcétera. La estrategia comercial de Mc Donal’s fue dirigir la publicidad directamente a los niños; así, ellos llevaban a los papás, abuelos, tíos y todos comían como” ganado en engorda”. Después los adultos iban solos por su hamburguesa con papas y refresco de cola.
Al mismo tiempo, en 2007, el problema de la obesidad crecía exponencialmente en Italia con un 35% de su población con obesidad, en lugares donde sustituían la dieta mediterránea con comida chatarra. Gianiuca Bounanno alcalde del pueblo de Varallo Sesia (7,400 habitantes), situado en Milán, al noreste de Italia, lo vivía en “grasa propia” con problema peligroso de sobre peso y veía a su población en situaciones delicadas de salud creciente por obesidad. Y decide comprarles por kilo de grasa humana a 50 euros a los hombres que bajen 4 kilos de peso y los mismos 50 euros a las mujeres con reducción de 3 kilos; claro, no tendrían que rebanarse las llantitas, pero si bajar de peso y cobrar al gobierno por cada 4 kilos disminuidos. Si a los 6 meses llegaban a su peso ideal, el premio era de 200 euros. Bounanno contó con un presupuesto de 14 mil dólares con resultados finales excelentes.
¡Hey! Baby Boomers, amárrense bien el pañal y pónganse el aparato en los oídos, ¿recuerdan las botanas de las fiestas de antaño?: aceitunas, cacahuates, quesos, jamón en cuadritos, paté Fud y, sí, papas fritas; pero se consumían poco. Claro, sólo media cubita de Bacacho… jajaja.
Basta recordar los años 60, 70 y parte de los ochenta donde la regla era que entre los pobres el hombre era flaco y la mujer gorda y en los ricos la mujer flaca y el hombre obeso. Hoy esa discriminación sexista no existe, el Síndrome Metabólico agarra parejo por causas sociales, laborales y la publicidad de millones de pesos para estos productos.
La comida chatarra daña a la salud y a la economía; no nutren nada las frituras, las pizzas, los dulces. Son caros, muy caros; el kilo de papas fritas cuesta más que un kilo de carne; se puede comprar una lechuga o un kilo de pepinos por lo que cuesta una bolsita de papas fritas.
Comprar estos productos daña dos veces la economía familiar: primero al adquirirlos y después los gastos en salud tan cuantiosos hasta llegar a la quiebra y endeudamiento de la familia; y lo más grave, hasta la pérdida de un ser amado.
El gobierno, ningún gobierno puede con los gastos en salud provocados por el Síndrome Metabólico. Tanto gobierno como individuo deben basarse en invertir en su salud, para no gastar en su enfermedad. El resultado de esta medida preventiva aprobada en el Senado es la mejor inversión en salud con efectos positivos, probablemente en poco tiempo. A la par de este etiquetado, debe promocionarse el deporte desde la infancia, hacer instalaciones seguras, parques seguros, deportivos seguros. Los gastos en salud disminuirían por miles de millones de pesos y quizás, no habrá ni un gordito en el salón.
PUNTOS IMPORTANTES DEL NUEVO ETIQUETADO
Cualquier alimento o producto alimenticio que en su composición nutricional contenga calorías, sodio, azúcares o grasa saturada en cantidades superiores a las establecidas, o se le haya adicionado sodio, azúcares o grasas saturadas, y su contenido supere el valor establecido por la Secretaría de Salud, deberá rotular mediante un etiquetado de advertencia, la o las características en las que supera el valor establecido.
La forma de destacar las características nutricionales es rotulando un etiquetado de advertencia: un símbolo octagonal de fondo color negro y borde blanco, y en su interior el texto “alto en”, seguido de: “grasa saturadas”, “sodio”, “azúcares” o “calorías”, en uno o más símbolos independientes, según corresponda. Las letras deben de ser de color blanco.
Las etiquetas o contra etiquetas para los alimentos y bebidas no alcohólicas deberán proporcionar datos e información clara y de fácil comprensión sobre los ingredientes que contiene, datos de valor nutricional, que consideren el contenido energético total que aporta el producto, así como el contenido de grasas saturadas, otras grasas, azúcares totales y sodio.
No se considerarán parte de la etiqueta aquellos elementos publicitarios de los alimentos y bebidas.
El etiquetado frontal debe hacerse en forma separada e independiente a la tabla de ingredientes e información nutricional, para generar un impacto visual real en el producto y deberá de indicar si son alimentos genéticamente modificados.
NOTA:
Así queda el etiquetado en México:
Así se etiqueta en Perú: