La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Perdió el ritmo y lo que comenzó como danzón terminó en batucada
El misterio sobre el origen del apoyo político al diputado Sergio Gutiérrez Luna, para que haga campaña abierta en Veracruz, aún en contra de la voluntad de Cuitláhuac García, quedó resuelto: la bendición viene del secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Ahora, lo interesante, es saber de dónde saca dinero el legislador para financiar su costoso proyecto: viajes, logística de los mismos, promoción en medios, visitas de numerosos grupos a la CDMX con todo incluido, verbenas, rifas, desayunos y un largo etcétera que, sumados, deben dar cifras de siete u ocho dígitos.
Preguntamos, porque lo más sencillo sería deducir que las arcas de la SEGOB y/o San Lázaro, son la fuente de los recursos que dilapida el istmeño en su desbordada carrera por obtener la candidatura de MORENA, a la gubernatura en 2024.
Sin embargo, queremos suponer, que como lo dice el presidente López Obrador, ellos son distintos y no utilizan los recursos públicos para hacer campaña, de ser así, entonces ¿quién pompó campañita quién pompó?
El dispendio es notorio, tan sólo el diario NOTIVER, consignaba lo siguiente en su edición de ayer: “Sergio Gutiérrez Luna celebró el Día del Padre (en San Andrés Tuxtla) en un grato y sano convivio familiar donde hubo rifa de regalos, pasteles y baile”.
El mecanismo es el mismo de toda la vida, hacerse presente, regalar espejitos, invitar las tortas, tomarse ‘selfies’, además de prometer, prometer y prometer, haciendo énfasis en el lugar común, nada nuevo debajo del sol.
Lo más seguro, es que los de enfrente estén con su libretita llevando puntual registro (la oposición oficial y la oposición oficiosa), así pues, más le convendría al diputado cuadrar sus cuentas, porque como dicen, el diablo está en los detalles.