La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Cuando le preguntaron si era profesional respondió: sí, soy diplomático ‘a las carreras’
Desde principios de la semana, surgió el trascendido de que, Juan Ramón de la Fuente, había citado a Cuitláhuac García en la Ciudad de México, el tema, comunicarle que sería enviado como diplomático.
El asunto ya lo habíamos comentado, García es tan tóxico con sus declaraciones que, Claudia Sheinbaum, simplemente no le encontró acomodo en ninguna parte de su gabinete.
Sin embargo, señalamos que el riesgo de que lo mandaran a una misión en el extranjero, consiste en que, si se eligiera un país democrático, los activistas sociales protestarían por la llegada del Cui, porque su fama como represor (los muertos de Totalco y la utilización de la Fiscalía para encarcelar a varios adversarios políticos), es de fama mundial.
Así pues, para evitar ridículos, como cuando se propuso a Panamá que aprobaran a Jesusa Rodríguez, la única alternativa radicaba en buscar un país amigo con un sistema totalitario, para que le den el beneplácito al ‘góber sabadaba’ sin cortapisas.
Al parecer, el problema se resolvió y la nación elegida es la República de Cuba, régimen harto comprometido con la 4T, por toda la ayuda que les han dispensado.
La verdad sea dicha, el encargado de las relaciones con el gobierno cubano, será Lázaro Cárdenas, como lo fue en la actual administración, él supervisó lo de la contratación de los médicos y otras cosas, por lo tanto, el Cui sólo irá de florero.
Eso sí, la señora presidenta le cumplirá al amigo y de paso, lo mantendrá lejos de los reflectores mediáticos mexicanos. Ganan ellos, pierde la diplomacia mexicana.