Por Arturo Sandoval
“Detrás de toda persona cínica, hay un idealista desilusionado”. George Carlin.
Los dos suspirantes más sólidos a gobernar México y seguir en menor o mayor fidelidad con los objetivos de la 4T, dan pasos descalzos en el filo de la misma navaja. No saben si empujarse o tomarse de la mano. Quieren que la salvación sea ese sándwich en medio de sus administraciones: Miguel Ángel Mancera y sus directores del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Jorge Gaviño y Joel Ortega. En ese gobierno sándwich Miguel Ángel Mancera subió el boleto del Metro de 3 a 5 pesos, un 66.66 % (11 millones de pesos más por día) con la justificación de invertirlo en mejoras de mantenimiento y renovación de vagones. No lo hizo, se fue a lo cosmético y detrás de esto desapareció toneladas de mármol y planchas de granito de decenas de estaciones.
Dichas planchas eran totalmente desmontables, no se adhirieron con cemento a los muros. Así como las palmeras de los camellones fueron removidas en la construcción de los ejes viales, para aparecer en las casas de Hank González, regente del DF., en ese momento; el mármol y granito adornarán probablemente edificios del Cartel inmobiliario en el boom de Mancera. Los muros de las estaciones del Metro saqueadas, se sustituyeron por lámina pintada de blanco, con necesidad de antioxidantes. Un gasto que antes no existía con los muros pétreos ¿Y la rendición de cuentas? ¿Dónde quedó este material valioso en cientos de millones de pesos?
Mancera quitó más de mil negocios dentro del Metro. Tan sólo en la estación Hidalgo, torterías, fuentes de soda, venta de celulares, lotería, etcétera, fueron retiradas con todo y locales, para dejar libres y amplios los pasillos; tal como fueron planeados desde el principio. No pasó mucho tiempo para levantar nuevamente decenas de locales en esta estación y en muchas otras. Sólo darse una vuelta en los pasillos de estación Aeropuerto o estación Insurgentes, dentro de la glorieta. Negociazo pues. Tan sólo uno de los comercios que quitó en Hidalgo, vendía 50 mil tortas al día. Bueno, llegó Claudia y quitó los nuevos locales en algunas estaciones, pero quedan cascarones.
Además de la escalera de concreto colapsada en la estación del Metro Nativitas, la mitad de escaleras eléctricas no funcionaban en la administración de Ortega, Gamiño y Mancera. Se dieron infinidad de accidentes en escaleras eléctricas por mal funcionamiento y sin medidas precautorias. El choque de trenes en la estación Oceanía el 5 de mayo de 2015 dejó varios heridos y un empleado muerto en obras de reparación bajo la dirección de Joel Ortega. Ese aumento del boleto del Metro nunca mejoró la seguridad ni eficacia de estaciones y vagones; fue a parar a los bolsillos de los corruptos.
¿De cuánto serán los ingresos del Metro al sumar boletos, rentas de locales, concesiones de publicidad?
Al empezar este gobierno brotaron como hongos los accidentes en escaleras eléctricas en múltiples estaciones debido a las malas condiciones en que las dejó la administración anterior. Sin embargo se notaron mejoras en la reparación de estas escaleras, unas que llvaban años paradas, empezaron a funcionar. Se cambiaron torniquetes en estaciones en Tlalpan para convertir los puentes en pasos peatonales seguros.
En el caso de la desgracia en la Línea 12, o no le dio tiempo a la directora Serranía de hacer su chamba o la hizo mal.
Según opiniones de ingenieros estructuristas, la vibración degradó o fatigó los materiales de la ballena o trabe en la línea 12 este lunes rojo. Mencionan que el efecto no sucede de forma fulminante, se va dando y notando en semanas o meses antes de colapsar. Con Mancera se reforzó una trabe pandeada a una estación de distancia ¿por qué nada más una?
Es obvio que los tramos altos de la Línea 12 están mal hechos de origen: hubo corrupción negligencia, omisiones, etcétera; pero no imprevistos. Todo se pudo evitar. Después la administración sándwich se vacunó culpando a Ebrard, pero según sus diagnósticos y supuestos arreglos, la línea volvió a funcionar correctamente. La prisa de Mancera antes de terminar su gestión era conseguir un fuero por medio de un lugar en el Congreso, porque Sheinbaum y Ebrard no se la iban a perdonar en revancha política por traicionar y perseguir a Marcelo y bloquear a Claudia cuando era alcaldesa en Tlalpan. Lo consigue Mancera, aún sigue impune y algunos de sus cuates en la cárcel. Así el gobierno interino de la Ciudad de México es dirigido por José Ramón Amieva, quién también traía una prisa desbocada por enriquecerse en el poco tiempo de su gestión. Él hace entrega de gobierno en los meses de transición de toda el estatus técnico, administrativo y laboral del Metro. Amieva acompaña la entrega con todos los vicios ocultos inimaginables y se lava las manos. Después de recibir un esqueleto muy fracturado de todo el Sistema de Trasporte Colectivo; Florencia Serranía, en dos años y medio de dirigirlo, más los meses de transición debió tener todo solucionado en seguridad y mantenimiento del sistema.
Ah qué los abuelos, que con sus frases jaladoras de oreja, nos recuerdan cosas como “nadie escarmienta en cabeza ajena”. Tan bien que iba Claudia Sheinbaum y un error, mortal error de su empleada en la dirección general del Metro, la golpea en sus aspiraciones presidenciales. Según el vídeo de una comparecencia a principios de año, ante los diputados, la directora Serranía admite ser, además de directora general, directora de mantenimiento y, la desgracia y ruptura de esa trabe fue falta de mantenimiento al no revisar correctamente con la periodicidad justa todas y cada una de las trabes. Quizá exista una bitácora de esas funciones. Es imposible, el tiempo no alcanza para ser responsable de toda la administración del Sistema de transporte y ser la responsable directa de dirigir el mantenimiento. Claudia Sheinbaum tiene en Florencia Serranía a su más grande saboteadora – sin o con intención- de sus deseos de ser buena gobernante y de sus aspiraciones presidenciales; es hora de darle las gracias para que enfrente su responsabilidad en el horror de Tezonco. Por cierto, la alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada, ni sus luces. También gobernó Iztapalapa de 2009 a 2012, en plena construcción de la Línea 12.
Llevamos más de un año de pandemia, donde periodistas, intelectuales, publicistas, meseros, albañiles, nos convertimos en expertos epidemiólogos; hoy la metamorfosis convierte a todos en genios expertos en ingeniería estructural, cuando apenas se iba por un diploma en procesos electorales. Es naturaleza humana, igual que en cada Mundial, sabemos más de estrategia futbolística que el entrenador principal. Pero en el caso de la Línea 12, el ingrediente incendiario, es el uso político, ruinmente político para dañar al enemigo.
Por un lado pragmático para no dañar la economía de los usuarios de la Línea 12, podrían funcionar las estaciones subterráneas de esta línea que confluye o entronca con dos líneas más y no esperar los resultados finales de los peritos. Por cierto, en esas estaciones el Metro es silencioso y casi no vibra.
Es bueno, noble y educado darles el pésame a los deudos de los muertos en el Metro, enternece cuando AMLO y Claudia se los dan; Sheinbaum ofrece darles todo el apoyo; sin embargo los seguros no cubren accidentes por fallas estructurales o por culpa de no dar mantenimiento, o conducta negligente. Entonces el gobierno debe dar ayuda directa que aún no aparece según declaran la abuela y la mamá de Brandon Giovanni, el niño muerto en el desplome de esos dos vagones del Metro. Vamos, no es lo mismo llorar la muerte de un hijo con la panza vacía de ella y de toda su familia, que con una indemnización que cubra la preocupación de su sostén. Dinero es lo que necesitan deudos, los heridos y sus familiares, mucho dinero. Dinero para no pasarla tan mal, para cubrir todos los daños y secuelas el tiempo que sea. Dinero que está en la Tesorería del gobierno y que se les debe dar ya, pero ya.
Los medios hasta ahora le han dado mucho más duro al canciller Ebrard, diputados y senadores de la oposición se mecen de alegría para pedir la cabeza de Marcelo. Va a costarle mucho levantase de esta ola en su contra. Claudia en las últimas encuestas brilla con más del 60% de empatía con los ciudadanos. Probablemente el raspón no sea tan grande y en unos meses todo se olvide para aumentar el peso de las acciones positivas de la Gobernadora de la CDMX. Aunque se espera el veredicto de las empresas extrajeras noruegas, sobre el desplome del Metro. Este jueves Sheinbaum Pardo puso a disposición tres números telefónicos directos de su oficina en la Jefatura de Gobierno 55-53-45-80-66 / 55-53-45-80-65 y 55-56-16-02-55, donde un equipo especial con diversas dependencias capitalinas brinda atención a familiares de personas hospitalizadas, que requirieron servicios médicos o fallecieron en el incidente de la Línea 12 del Metro. También pueden recibir orientación e información en Locatel mediante el 55-5658-1111.
NOTA: ¿Quieres ayudar a víctimas del accidente en la Línea 12?
Puedes donar sangre en Hospital La Raza.
Ubicación:
Calzada Vallejo y Paseo de las Jacarandas S/N, colonia La Raza, alcaldía Azcapotzalco,
Ciudad de México.
¿En qué horario puedo acudir?
Se estarán recibiendo donaciones en un horario de 7 a 12 horas y de 14 a 18 horas.
Requisitos para donar:
*Acudir con identificación oficial. (INE, pasaporte, cédula profesional, credencial ADIMSS, cartilla de salud vigente, licencia de manejo)
*Tener entre 18 y 65 años y pesar más de 50 kg
*No presentar ninguna enfermedad
*No haberse vacunado en los últimos 30 días.
*Presentarse con ayuno de 6 a 8 horas
*Haber dormido más de 6 horas
*Ayuno mínimo de cuatro horas (evita consumir alimentos con grasa 24 horas antes de la donación).
*No haber consumido alcohol 72 horas antes de donar.