ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Es asombrosa la cantidad de miles de millones de pesos que ha corrido como pólvora seca entre ciertas casas encuestadoras y algunos medios de comunicación a modo en los últimos días, para que se presten al jueguito de santificar la candidatura Claudia Sheinbaum Pardo.
Cualquier mercachifle con teléfono que tenga acceso a YouTube, cualquier aventurero con laptop o acceso a un café internet, se ha prestado al birlibirloque: esconder la verdad bajo una montaña de dinero, la única garantía de lealtad que conocen los seguidores de Andrés Manuel López Obrador.
No se habla de una lealtad para siempre, es sólo de ocasión, la que sea necesaria para legitimar un dedazo inconsulto, en favor de una mujer de escasos atributos.
Se han dado casos espeluznantes. Como los de aquellos concesionarios de medios radioeléctricos que hacen jurar por ésta a sus locutores y comentaristas que en sólo 24 horas el país se rindió agradecido ante la candidata y la han subido al primer lugar de sus preferencias, en encuestas más acordadas que una pelea de box de George Parnassus.
No fue de un día para otro, sino a lo largo de un quinquenio de matinés presidenciales que la inefable Sheinbaum se despertó con una popularidad que de un momento a otro rebasará la aceptación que trae AMLO desde que inició el sexenio.
Con esos porcentajes, los momios de la 4T se engañan solos. Ya no hay necesidad de hacer campaña, pues desde antes de haberla iniciado, ha superado a la lideresa de las preferencias, que es en este momento la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez.
Son Las Cuentas del Gran Capitán, como la obra de Lope de Vega que se basa en una anécdota atribuida a Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán, quien ridiculizó a Fernando el Católico cuando éste le pidió cuentas de los gastos en que había incurrido durante la campaña de Nápoles, a finales del año 1506.
Así engañan y se engaña López Obrador.
Operación “mapache”, ¿con los apoyos del narco?
Con un voto duro en franco descenso –ya no tiene 30 millones en el bolsillo, como en 2018; ni siquiera los casi 17 millones que captó en 2021–, el verdadero sueño del dueño del pandero guinda, léase AMLO, es llegar al segundo lugar empatado con la Coalición PRI-PAN-PRD para que, después de la operación mapache y con la “ayuda” de la delincuencia organizada, esos votos se inflen en las casillas lejanas al mundanal ruido y poder ganar incluso el primer lugar. Tal y como lo hicieron con Delfina Gómez en el Estado de México.
Se lo comenté aquí a finales de noviembre del año pasado. Por AMLO, Morena ha perdido 22 millones de votos.
Las causas son fácilmente identificables: el autoritarismo de López Obrador, tanto como por su terquedad e inamovilidad de ideas raras, la mayoría heredadas de las décadas de los 60’s y 70’s del siglo anterior.
Por abjurar de los principios –“no mentir, no robar, no traicionar”– que lo llevaron al poder. Por no cumplir los compromisos que contrajo en sus tres sucesivas campañas presidenciales. Por los insultos y mentiras u “otros datos” que cotidianamente lanza con toda impunidad desde sus matinés electoreras-cómico-musicales.
Igual que por haber exacerbado la polarización en todo el territorio nacional, pero, sobre todo, por la desatención a los principales problemas de los mexicanos, tales como seguridad, salud, educación, vivienda, procuración de justicia y, por supuesto, por haber espantado y ahuyentado a la inversión nacional y extranjera, lo que ha repercutido en altos niveles de desempleo formal, entre otras muchas otras calamidades más.
Así que, como dice la sobada frase, si las elecciones fuesen en este momento, su “corcholata” favorecida apenas si alcanzaría un poco más de ocho millones de votos con todo y el dispendio de recursos públicos y muy posiblemente hasta de la corrupción y del narcotráfico que su “destapador” AMLO ha “invertido” en promocionarla desde hace ya más de cinco años.
Abone a ello dos factores más: el contraproducente “acarreo” a los mítines oficialistas, en los que la gente no sabe ni a qué va, pero se enoja por el chantaje al que es sometida si no asiste, y…
… sobre todo la ausencia de carisma, empatía y de ideas propias de la señora Claudia Sheinbaum y tendrá un resultado calamitoso para el Movimiento de AMLO, quien así verá frustrado su deseo de perpetuarse a través de ella.
¡Ocho millones de votos!
¡Nada más!
Que ¿de dónde sale esta cifra?
De estudios y proyecciones que han llevado a cabo periódicamente miembros del Servicio Profesional de Carrera del Instituto Nacional Electoral comprometidos con la democracia, número que revelo con su autorización, pero guardándome sus nombres para evitarles las represalias que son características de la malhadada Cuarta Transformación.
¡Ocho millones de votos!
¡Nada más!
Que Xóchitl obtendrá la mitad de los votos de Claudia
Pero hasta los conspicuos líderes morenistas se han ido con su propia finta. Los hay que apuestan doble contra sencillo a que Xóchitl Gálvez trae 26 puntos porcentuales de la votación nacional, mientras que su abanderada la duplica. ¿A cuenta de qué? les preguntan sus parroquianos. Son las cuentas del chantaje por darle mi apoyo, contestan muy ufanos.
Y no son cuentas menores: estamos hablando de una lista nominal de electores de casi 100 millones en números cerrados. La votación será del 60%, como siempre. Estarán en juego 60 millones de votos en esa bolsa. Según los chantajistas de Morena a ellos les corresponden 32 millones de sufragios efectivos, mientras que a Gálvez le conceden graciosamente 16. Y tan tán.
¿Y los demás? preguntan sus azorados seguidores y conclapaches. Los demás los trae el candidato de MC, contestan, sin despeinarse. Tirios y troyanos de esa escuela afirman que esa franquicia tan vapuleada por la realidad está más viva que nunca. Se aferran a la creencia de que Jalisco, Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas votarán mayoritariamente naranja y de que en el sureste del país el PAN-PRI-PRD no tienen posibilidad alguna.
Y ¿ya les pagaron “en efe… y por adela…” sus servicios?
Frente a ello, los poco experimentados morenistas saben de antemano que no hay gran cosa qué hacer, pues sus gobernadores están retraídos unos, y los demás se esconden para que no les pidan un favor, para que ni los saluden, no vaya a ser que Mario Delgado y los demás jerarcas se queden con sus anillos, casi lo único que les queda después de pagar fianzas y carísimos amparos.
Ningún gobernador de Morena se ha visto convencido levantado la mano en favor de Sheinbaum. Ellos saben que tienen que obedecer, pero usted sabe que lo que se hace a fuerza, es casi siempre un trabajo mal hecho. Han sido castigados con la justicia, con el presupuesto, con los recortes, con los auxilios. Sólo los reciben en Palacio Nacional para pedirles las cuentas de las comi$iones y los moche$. Y de eso, obvio, ya ni quieren hablar, porque lo que digan se usará en su contra.
Entonces, ¿dónde están los votos en favor de Morena?
¿A qué le tiran los loros radioeléctricos y de la prensa que hablan de esa verdadera locura?
¿Piensan que habrá quien les premie sus esfuerzos?
¿O ya les pagaron “en efe… y por adela…?
¿Usted qué cree?
Indicios
Imperdible la entrevista que Ricardo Salinas Pliego concedió a Javier Alatorre, en el marco de los primeros 30 años del noticiero nocturno Hechos. Un par de puntos vale destacar sobre el señor López Obrador: “Soy amigo de él porque tenemos muchos años de conocernos, pero he visto que se ha radicalizado y que se ha juntado con una serie de personas que son nefastas y que nos está llevando por mal camino. Y se lo digo a la cara, está equivocado”. Otro: “No es siendo enemigos entre mexicanos, como un Presidente se debe de comportar. El Presidente va a ser un factor de unión y él es un factor de división constante y lo sabes. Entonces él eligió eso porque le conviene para su propósito político. A mí me parece que es un error”. Sobre el proceso electoral en curso: “Si no sales a votar, entonces prácticamente estás votando a favor del partido en el poder y de Claudia Sheinbaum. Si sales a votar, entonces puedes tener esa opción o la otra. Pero hay que ser claros: la inacción ciudadana favorece al partido en el poder. Ahora, si me dices si gana Claudia, van a cambiar las cosas, pero no tanto. Volvemos a lo mismo, ese pensamiento mágico de que ya llegó otro gobernante y que ahora sí vamos a ir a la grande. Pues no es así. O sea que no cambiemos nosotros”. Lapidario, pero certero el llamado Tío Richie. * * * ¡Paren máquinas! La impresión de boletas electorales debe reiniciar para incluir el nombre del poblano Leodegario Pozos Vergara. La Corte Interamericana de Derechos Humanos falló a su favor y deberá ser incluido como candidato independiente a la Presidencia de la República. * * * Ya hay 14 militantes del partido de Dante Delgado arraigados en Nuevo León, luego de que hace ya tres meses, entre otros, buscaban impedir que el Congreso de esa entidad no sesionara para nombrar a un sustituto de Samuel García en la gubernatura. Falta el autor intelectual. El principal implicado. * * * Y ante la falta de propuestas serias, Javier Álvarez –quien dice ser otro representante de la “nueva política”– sólo se dedica a criticar a sus dos contrincantes. Se lanza más duro en contra de Xóchitl Gálvez, pues para eso parece estar contratado. * * * Y por hoy es todo. Reconozco, como siempre, que haya prestado parte de su atención a este Índice Político y le deseo, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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