Yo Campesino / Demonios de 4T
• Si como afirman, tienen las de ganar, porqué insisten en minimizar al árbitro electoral
Miguel A. Rocha Valencia
Unos dicen que, tras la virulencia de los ataques al INE y la urgencia de disminuir el número de diputados y senadores federales, se esconde más que un tema económico, un fondo político que favorecería la permanencia de la 4T en el poder. Otros afirman que existe un temor fundado de que la alianza opositora finalmente asuma su responsabilidad, abandere una alternativa y le de palo al proyecto del ganso de Macuspana.
De hecho, esto da pie a la pregunta de ¿Por qué si Morena presume de contar con la mayoría de los mexicanos insiste en cambiar las reglas del juego en vísperas de que inicie el proceso electoral federal?
La agresiva campaña contra el INE, el TEPJF y los institutos electorales refleja un claro deseo de minimizarlos y convertirlos en simples gestores comiciales, donde los resultados estarían avalados por personas que tal vez no cuenten con los requisitos profesionales que actualmente se exigen y en cambio ofrezcan carencias culturales y académicas como las que se notan a las claras en muchos legisladores, especialmente de Morena y sus aliados.
Pero eso sí, de acuerdo a los parámetros del mesías tropical, se trataría de personas de una alta calidad “moral”, representantes del “pueblo bueno”, aunque no cuenten, como sucede con muchos personajes del gabinete presidencial, con la experiencia o preparación necesarios para el buen desempeño del cargo. De hecho, es una acción plebiscitaria.
Más allá de una encuesta donde el 72 por ciento de los 400 consultados dijo estar de acuerdo con reformas que tienen como fondo disminuir el gasto, habría que preguntar a los cuestionados si estarían de acuerdo en sustituir al INE y al Tribunal electoral por organismos dependientes del Ejecutivo, sin independencia de gestión pues las reglas de funcionamiento estarían acotadas desde el Ejecutivo.
De hecho, se trata de una reforma regresiva, la vuelta a temas superados, que echaría al basurero los “años de lucha” de quienes fueron opositores y hoy no saben qué hacer con el poder y sólo desean conservarlo para hacer lo que les venga en gana, incluyendo saciar revanchas políticas, sociales y culturales, pero no para gobernar pues esa tarea les es desconocida.
Fue la presión de la oposición la que abrió el espacio a las minorías consolidados a lo largo del tiempo en que la suma de ellas, los hicieron mayoría. Fue por los menos que se crearon las plurinominales dándoles peso legislativo y participación en la selección de consejeros y magistrados electorales.
Hoy ya con el poder, pretenden borrar esas “conquistas” que tanto presumieron. Se quejaban de los mayoriteos legislativos y hoy los imponen; denunciaron corrupción en gobiernos y hoy la hacen suya. Se quejaron de los abusos de poder y los ponen en práctica de manera cínica y vergonzosa, incluso con el sometimiento de las instituciones.
También se quejaron de persecuciones y espionajes, pero hoy utilizan la amenaza y el chantaje para doblegar a sus opositores, a quienes se atreven a disentir y se transformaron en una minoría pulverizada.
Ya con el poder aquéllos que vociferaron injusticia, hoy la asumen como método sin importar los daños, dinamitando instituciones, economía, entramado social. Esos que pedían apoyo y respaldo popular hoy lo compran para sostenerse en el poder haciendo suyos los vicios que señalaron en los de antes.
Se dicen impolutos, diferentes y resultaron peores pues ni siquiera saben administrar la cosa pública. Por eso México está en retroceso, con inflaciones por arriba del 10 por ciento, con deudas históricas, desperdicio de recursos públicos en obras sin sentido ni planeación, con un sistema de salud sin estructura con crecimiento de pobres, enfermos y desamparados.
Un sexenio que se tiñe de sangre por la incapacidad administrativa, por la mediocridad de sus funcionarios o por la complicidad desde lo más alto con criminales a los cuales no se persigue, se les respeta como “seres humanos” a pesar de asesinar a casi 140 mil mexicanos, cientos de ellos niños.
Por eso insistimos: si la tienen ganada, porqué insisten en destruir al INE, su credibilidad. Veremos si al final lo logran, aunque ya sabemos que el profeta siempre busca recovecos cuasi legales para lograr sus propósitos, así doblegó al PRI que, según Mario Delgado, “no tiene de otra” que votar en favor de la reforma.
Veremos.
—