Claudia Rodríguez
No faltan las voces que señalen que tras 18 años de campaña de Andrés Manuel López Obrador para arribar a la Presidencia, debería tener con precisión y puntualidad, cada una de las estrategias pertinentes para enderezar este país, lo cual equivaldría a que realizar en el papel y por años, la tarea de quienes estuvieron en funciones como mandatarios federales en ese tiempo: Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
No. Las campañas electorales “aquí y en China” y desde la antigua Roma, cuna de casi todo lo que se conoce en el mundo moderno, se acotaba en las acciones a realizar para obtener la victoria tras un proceso electoral. Ya el tiempo de gobernar, tiene otros caminos y formas.
Es así, que Marco Tulio Cicerón hace más de 20 siglos, siguió los consejos de su hermano Quinto Tulio Cicerón, que en el año 63 a.C., le obsequió en una misiva para ganar un año más tarde, el consulado romano, un año más tarde.
Lo primero, las aspiraciones por encima de lo real, siempre poner al frente del discurso electoral a uno o más figuras como enemigos, adular y hacer promesas, pero nunca las que no se esté dispuesto a poner en marcha. En fin, la campaña electoral es el camino para llegar a gobernar, aún sin tener todo el conocimiento del tigre de mil cabezas al que habrán de enfrentarse todos quienes ganan un puesto de elección.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, aquí en México, no lleva ni mes y medio de Gobierno y ha dejado la pasarela masiva por la informativa y las acciones de combate al crimen y la corrupción y ejecutar desde el Poder correspondiente, que es justa su tarea.
Las formas tienen sus riesgos, pero hasta ahora en lo que respecta a los huachicoleros, seguro que entienden la fuerza y la determinación con la que el primer mandatario está poniendo las reglas del juego de la legalidad.
En el caso del combate al narcotráfico emprendido por Felipe Calderón, nos ha costado hasta ahora miles de civiles muertos en el cajón de “daños colaterales”, lo que es infinitamente más grave, que la necesidad de optimizar por unos días, el combustible de los vehículos particulares, e incluso el de carga y servicios.
Y por si alguien cree lo contrario respecto a la vorágine de acciones contundentes de López Obrador en funciones de presidente; en otros sexenios y a estas alturas, apenas se planeaban acciones de gobierno y los hombres del presidente no todos habían sido designados, sino, pregúntenle a Vicente Fox y su estrategia de head hunters para encontrar a los hombres ideales al frente de las entidades de la Administración Pública.
Acta Divina… Coherente con su trayectoria empresarial, Vicente Fox al ganar la Presidencia en el año 2000, contrató a cinco firmas head-hunters (cazatalentos) para seleccionar a ministros y altos cargos, y construir México próspero. El ex gerente de la multinacional Coca-Cola en México y dueño de una fábrica de calzados, elegirá personalmente entre una terna.
Para advertir… Hasta los panistas se oponían entonces, a las barbaridades del señor Fox, quien sí se quedó en modo campaña electoral.
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