Cicuta
Jaime Flores Martínez
Evidentemente intoxicado por el poder, al juez penal José Guadalupe Sigala Andrade echa mano del descaro (¡sorpréndase!) precisamente en el momento de las audiencias.
El colmo de este juzgador es utilizar su teléfono celular para responder que “en unos momentos quedarán libres”.
Fue al filo de las 6 de la tarde del pasado 19, que el juez Sigala encabezaba una audiencia sobre el asesinato de un joven de 26 años en un domicilio del fraccionamiento Agua Caliente de Tijuana.
El fallecido, identificado como Jonathan, recibió golpes contusos y tenía una cadena alrededor del cuello con la cual aparentemente fue asfixiado.
En el sitio fueron arrestadas 3 personas (2 mujeres y 1 hombre) todos con las manos manchadas de sangre.
Aunque Cicuta ignora a quien respondía en ese momento y cuáles fueron los criterios para liberar a las 2 jóvenes, habrá que subrayar que el sentido común indica que el juez Sigala torció la aplicación de la justicia.
Si bien los detenidos responsabilizan a la víctima de haberse suicidado, los peritos de la Fiscalía Estatal encontraron elementos que los responsabilizan del crimen.
El columnista refiere que el juez pudo estar presionado por su relación amistosa con familiares de las jóvenes liberadas o por “presiones” de poderosos.
Sin especular sobre esto, vale destacar que los involucrados en el crimen son residentes de la ciudad de Tecate, sede de una de las organizaciones criminales más poderosas.
Ahora corresponderá al Consejo de la Judicatura de Baja California investigar el caso del juez Sigala.
El presidente del Tribunal y del Consejo de la Judicatura Alejandro Isaac Fragoso López debe evaluar el desempeño de ese juez, pues quienes testificaron dicha audiencia aseguran que Sigala resolvió liberar a las jóvenes “después de ir al baño” durante la transmisión virtual.
Cicuta aclara que no tiene intención de perjudicar al juez Sigala, aunque al igual que la familia lastimada la demanda es la adecuada aplicación de la justicia.
Positivo
Qué bueno que se reconoce con el máximo galardón a la gran Ifigenia Martínez.
Esta mujer es una luchadora incansable. Nadie puede estar en contra de esa lucha.
Por eso vale la pena resaltar que ayer recibió la medalla Belisario Domínguez.
Doña Ifigenia merece mucho. Ella ha entregado todo.
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