Claudia Rodríguez
El Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), una vez reportado el cómputo final de los votos registrados –no sufragados– en la elección de gobernador del pasado mes de junio, declaró como estaba planeado, ganador al candidato priista Alfredo del Mazo.
Anunció del IEEM que a muchos pareció una escena burda de un resultado anunciado.
Del Mazo registró 169 mil 167 votos por arriba de Delfina Gómez, quien fue candidata del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y que en la percepción y en los diferentes sondeos previos y del mismo día de la elección, la ubicaban siempre por arriba de todos sus adversarios políticos.
La disertación recurrente entre los mexiquenses y otros muchos interesados en la elección a gobernador en el Estado de México, no versaba directamente sobre quién ganaría y por qué, sino si el Estado respetaría el voto de los mexiquenses y si aceptarían su derrota frente a Delfina y claro, también de Andrés Manuel López Obrador.
El resultado lo conocemos ya al igual que la inmoralidad y actos de coacción del Partido Revolucionario Institucional (PRI); instituto político que incluso echó mano de los mismos secretarios de Estado para prometer dádivas y dar algunos regalos a los electores mexiquenses más desposeídos, restando recursos a los programas sociales destinados a todas las entidades del país.
Tocó el turno a las autoridades electorales e hicieron lo propio sin importarles ya el desprestigio, al emitir al fin la constancia de mayoría a favor de Alfredo del Mazo como sucesor de Eruviel Ávila, quien cabe señalar, mucho quedó a deber a los mexiquenses, pero no al priismo y su jefe máximo en turno.
Ahora no sólo Morena y los panistas al impugnar la elección y solicitar su nulidad ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), desconocen lo que será la investidura de Alfredo Del Mazo, también lo hacen muchos más mexiquenses que se sienten timados al instarlos a participar en un fraude electoral prediseñado.
Todo indica que Del Mazo –dejando por fuera lo fortuito–, será gobernador del Estado de México, pero no logrará gobernar en pleno con la impugnación sexenal de quienes no le reconocen, con militancia partidista o no.
Acta Divina… IEEM señaló que en la campaña electoral para gobernador en el Estado de México, no hubo irregularidades graves que dejaran sin efecto la elección y el resultado anunciado.
Para advertir… Todo planchadito.
Ya no despertaré y reiré amargamente con Rius. Gracias por tanta ensñanza.
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