MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
El punto toral de la estrategia propagandística de Andrés Manuel López Obrador se sustancia en la mentira. Pero nadie de entre su público y reporteros presentes en las conferencias mañaneras se asume capaz de refutar sus dichos infundados y mucho menos responder a las descalificaciones y falacias.
Por ejemplo, Andrés Manuel asegura que es el mejor segundo Jefe de Estado en el mundo, pero su interpretación es tramposa como aquella de asumir que cuenta con el apoyo de más de 70 millones de mexicanos, porque las encuestas le otorgan 52.4 por ciento de aprobación.
Y la referencia en su informe de gobierno, de que siete de cada diez familias recibe algún beneficio de sus programas sociales, sin mostrar evidencia de ello, aunque finalmente estos son votos asegurados por la política asistencialista que solo cambia de nombre sexenalmente.
Mire usted, por ejemplo, la española Asociación de Comunicación Política (ACOP) a junio de este año, con una comparación de 22 encuestadoras distintas, posiciona a López Obrador en el lugar número 13 de aprobación.
Y bueno, aunque la empresa estadunidense Morning Consult instala a López Obrador con la segunda aprobación más alta neta, esta se refiere al periodo enero-abril último. ¿El segundo mejor Jefe de Estado?
En la calle hay otras opiniones, en la calle, no en los partidos ni en corrillos políticos y menos con el favor que hoy le hace el Partido del Trabajo con su adalid Gerardo Fernández Noroña que se asume “Presidente” de la Cámara de Diputados, un símil de aquel “Presidente Legítimo” de Andrés Manuel en 2006 en esa ópera bufa en el Zócalo, en la rendición de protesta con todo y gabinete.
Es la simulación, la mentira abierta como ésta de sostener que a nadie, a nadie, se obliga en la administración pública federal, e incluso de la Ciudad de México, a comprar cachitos de esa burla llamada rifa del avión presidencial, cuando hay denuncias de que se ha descontado el costo de hasta dos boletos para jefes de oficina.
Y nadie se atreve a desmentir al licenciado López Obrador, a reclamarle “la Mentira Maestra” con esto de vender lo invendible y otorgar premios que son únicos. Una tramposa forma de extorsionar a empresarios y tomar el pelo a la sociedad, aunque hay que decir que simpatizantes y fanáticos de la 4T y su prócer niegan esa realidad.
¿No se involucra en la vida doméstica del Consorcio Morena? Se pronunció porque la elección de su sucesor, porque Yeidckol y Alfonso Ramírez Cuéllar son encargados del despacho, fuera vía encuesta y, contra la opinión de las tribus que obligaron a Bertha Luján a bajarse de la contienda, el Tribunal Electoral del Poder Judicial determinó que ésa sea la forma de elegir al dirigente formal de Morena.
Y, ¿recuerda usted lo que dijo el lunes último en la mañanera cuando era inevitable que Gerardo Fernández Noroña hiciera realidad su amago golpista para hacerse de la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados? Sí, recomendó a sus huestes pastoreadas por Mario Delgado Carrillo, que se condujeran por la vía de la legalidad.
¿No era esa la vía elemental en la convivencia legislativa? Pero, en la estrategia gatopardista, en la Cámara de Diputados hubo un eco de simulación y 72 diputados de Morena junto con 40 del Partido del Trabajo, bloquearon la nominación de la priista Dulce María Sauri Riancho a la presidencia cameral.
Esa película la vimos el año pasado cuando esa misma mayoría fabricada se opuso a que, en la primera votación, en la sesión preparatoria, se aprobara la propuesta de Laura Rojas, diputada federal del PAN, en la presidencia de la Cámara baja.
¿A qué le juega Mario Delgado? ¿Cuál es la línea de Andrés Manuel para que su alfil mueva las piezas en el Palacio Legislativo de San Lázaro?
¡Exacto! La simulación para presionar, negociar, vender el respaldo, el truque político. ¿Qué dio a cambio René Juárez Cisneros ayer miércoles para lograr que la mayoría de Morena apoyara la nominación de Dulce María Sauri Riancho?
Simular oposición férrea es parte de estos acuerdos. ¿Qué negoció el PAN en la Cámara de Diputados hace un año? Cuestión de ver votaciones en dictámenes de reformas fundamentales.
Hoy, Andrés Manuel va por todo en el Poder Legislativo y en el Judicial, aunque califique arrogantes al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, y el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, a quien dice no haber visto en meses y, entonces, vale preguntar si el fiscal ha estado ausente en la Juntas del Gabinete de Seguridad.
Simulación es aquello de que ha cumplido 96 de los cien compromisos que hizo en campaña. ¿Cuáles? ¡Ah!, pero en las redes, en éstas que ahora resultan incómodas para la señora doctora Beatriz Gutiérrez Müller y al licenciado López Obrador cuando le son adversas las tendencias, los bots y el fanatismo fundamentalista hace trizas a quienes piensan diferente.
Y, vaya, el vocero Jesús Ramírez presume que, con la televisada renuncia de Javier Jiménez Espriú, se demuestra que los tiempos han cambiado y que en esta administración ya no se pretexta “por motivos de salud” el despido de un integrante del gabinete, pero hace mutis con la dimisión del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Manuel Toledo Manzur, quien el pasado 5 de agosto encueró, sí, encueró a las ligas mayores de la 4T y acusó la disputa que hay por el poder.
Lo renuncian por motivos de salud, porque dizque él lo pidió, porque está enfermo y, además, debe retornar a su plaza de investigador en el Campus Morelia de la UNAM. ¿Por motivos de salud?
Y, más simulación, ésta de aducir motivos de austeridad para desaparecer a la Subsecretaria de Gobierno, de la Secretaría de Gobernación para echar a la calle a Ricardo Peralta. Rescato parte de un discurso del senador Gustavo Enrique Madero que implica esta práctica de la simulación que priva en el gobierno de la 4T, a saber:
“Señor presidente Andrés Manuel López Obrador, deje de estar utilizando el poder para distraer a los mexicanos de los verdaderos problemas que tiene por su gobierno, por su culpa, deje de estar manoseando a las instituciones, a la justicia, para polarizar a los mexicanos, si usted tiene algo contra cualquier expresidente que haya cometido un delito, ¡métalo al bote!, ¡denúncielo!, ¡no le saque!, no sea Pilatos, que se lava las manos en falsas consultas, que usted sabe que lo único que está haciendo es campaña política para destruir el ánimo de la gente, para generar la cólera y encausarla en vez de contra su gobierno que está causando tanto daño, tanta pobreza, contra fantasmas del pasado”.
Sí, la simulación de hacer justicia cuando el papel que juega es de justiciero. Y, en esto de los simuladores, como dijo el clásico de Irapuato:
¡Aún hay más! Conste.
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