A Elba Esther, entrañablemente
Los tiempos electorales son delicados para cualquier sistema político serio. Inclusive para uno que no lo es tanto, como el nuestro. Todo mundo se cuida de no cometer demasiados atropellos desde el poder, para no perjudicar la buena marcha de su partido que se juega la preeminencia en la arena electoral.
En las cámaras legislativas se produce un silencio parecido al del interregno, ya que el excesivo protagonismo de los parlamentarios o la aprobación de una iniciativa sospechosa o perjudicial puede ser la pica definitiva en las aspiraciones.
En el seno de los cuerpos policíacos y militares reina la tensión. Todos se cuidan de algún tropezón en el exceso, pues cualquier abuso o medida atrabiliaria puede dar la nota que los adversarios políticos necesitan para reprochar procederes autoritarios.
En el ámbito de las decisiones políticas se velan las armas. ¡Que nadie duerma!, parece ser la consigna, como la que ordenaba el príncipe desconocido a la bella Turandot y a la Corte que pretendía indagar su identidad.
Esto es lo que sucede en otros países…
En México, es un trago realmente amargo para un aparato que se encuentra” en sartenes” por el cúmulo de errores cometido en el primer tramo. Lo más seguro es que no pueda brincar la vara, aunque se encuentre en medio de un páramo sin competidores, frente a puro “bulto”.
Es demasiado pesada la acusación social por ineptitud e ignorancia que pende sobre las espaldas de los “gobernantes” como para querer ignorarla y todavía poner obstáculos a sus mejores cuadros en función de “colar” a sus amigos y parientes favoritos. Sólo que intuyan que ya no tiene caso pelear.
Para el PRI es más importante “criminalizar” a todos aquellos candidatos internos que no tengan en su ADN alguna huella empática, que presentarse dignamente a los comicios. Para ello potencializa los absurdos aparatos de control de confianza. Es mejor desaparecer a sus futuros enemigos internos.
Por Rabia, Revancha y Resentimiento
Los otros partidos están destrozados por las reyertas internas, por las serias acusaciones de implicación con el narcotráfico y la violencia criminal, los de “izquierda”. Por la lucha anticipada de la candidatura a “la grande” los de la “diestra”. Por la insignificancia de sus ofertas, los demás, que viven a nuestras costillas también.
La gente sabe que no existe oposición. La única que hay es demasiado colaboracionista con lo más oscuro del régimen priísta.
Aquella frase que coronó los comicios en la belle epoque priísta –“las urnas son una alcancía de la democracia”– no se dirá más en México.
Hoy las urnas sólo son un mudo testigo de lo que un sociólogo latinoamericano bautizó como “las tres erres”: rabia, revancha y resentimiento de la población contra los mequetrefes que la han ofendido en todos los terrenos.
La jornada electoral, allí donde pueda realizarse el 7 de junio, no podrá ser más la “fiesta de la democracia” vigilada por un “ejército ciudadano celoso de las instituciones republicanas”, como estilaba propalarse antes, desde la sede del poder. Será una jornada aburrida y descremada.
Los actos premonitorios han sido verdaderamente ridículos: la concesión del registro a dos grupúsculos, Encuentro Social y Partido Humanista, supuestamente para favorecer a dos enriquecidos mamarrachos(Ebrard y Calderón) que después fueron desconocidos por sus engendros para “no nacer manchados” de desprestigio.
Hoy, esos entes “de interés público ” se dedican a pescar incautos, payasos y figurines de la farándula, en búsqueda desesperada de candidatos que puedan hacerles el milagro de seguir sangrando al presupuesto por la vía de los subsidios.
Córdova, un Impresentable a Golpe de Riñón
La autorización al hijo de Arnaldo Córdova –un papanatas inflado por la comentocracia televisiva– de un presupuesto ¡¡¡superior a los dieciocho mil millones de pesos!!! para que pueda debutar en público como árbitro electoral ha sido uno de los mayores atracos a nuestros bolsillos.
Un INE que ha “centralizado”, por presión panistas, todas las adjudicaciones, compras, licencias y nombramientos que antes se hacían en los Estados, para poder asignarlas exclusivamente en Tlalpan y Periférico Sur, con el respectivo “moche” p’arriba.
Un INE conformado en todas sus instancias por representantes personales de las claques enquistadas en los diversos poderes, cuyo Presidente consejero –le consta a todo mundo– fue ungido “democraticamente” después de una genuflexión con besamanos en Los Pinos.
Acostumbrado a las tenebras palaciegas, desde que fue criado como cachorro favorito –el último, por cierto– del carpicismo, con todas las cargas y desvaríos emocionales que ese pasado reciente implica, el hijo de Arnaldo busca afanosamente desde ya, el pretexto indicado para un mega berrinche electoral.
El hijo de Arnaldo ha sido investido “demócrata”, recibiendo casi todos los beneficios de las dudas y de los dineros destinados para este lupanar del sufragio. Es un impresentable a golpe de riñón.
Con sus desmedidas ansias de novillero maleta, se ha dado todos los lujos, ante la desconfianza pública: intervino, con el presupuesto federal, hasta para legitimar que Carlos Navarrete se sentara a sus anchas en la silla del PRD y desde ahí ¡legitimara a Aguirre y a los Abarca!
Con una sensibilidad de elefante, autorizó la avalancha publicitaria más insultante de que se tenga memoria. Los ciudadanos estamos siendo bombardeados por doce millones de “mensajes políticos ” que sólo pueden ser posibles en un país de idiotas. Son los de la precampaña. Faltan varios muchos millones más, de las campañas.
Se provoca, a ciencia y paciencia, el hartazgo ciudadano de una manera involuntaria, como se hace todo en el país desde el arribo de los mexiquenses
Por todo esto y las pifias cotidianas de los funcionarios, ameritados analistas y encuestadores con amplio respaldo técnico apuestan a la más baja participación electoral de la historia reciente. De un padrón mayor a 80 millones de electores, calculan una asistencia a las urnas de entre ocho y veinte por ciento (¡gulp!)
No hay dinero, no hay comida… ¡ya tampoco hay electores!
Índice Flamígero: Avalada por la ley física de la impenetrabilidad de los cuerpos, existe en política una consigna de data añeja que reza que los vacíos se llenan. No por capricho o por morbo es una actividad que requiere de una atención exclusiva e intermitente. Es una actividad más celosa que una norteña quisquillosa. Por algo será que, efectivamente, cualquier descuido en una actividad pública provoca el inmediato reemplazo del responsable, ante la inminencia de que otro actor releve al desobligado. Al ver que el “gobierno”, o como quiera llamarse, se encuentra como de vacaciones, dejando al garete los temas políticos, económicos y sociales centrales de la temporada, el clero político se siente llamado con urgencia a actuar para remojarse las barbas. Con un evidente contenido latente, la Conferencia Episcopal ha tomado la plaza para reclamar un cambio inmediato de estrategia en el combate a la criminalidad, para demandar que se haga de la enseñanza un ejercicio cotidiano, para el respeto a los derechos humanos, para favorecer a los migrantes, para…. Señalamientos tardíos y medrosos que sólo le sirve, si acaso, para cubrir apariencias. Sin embargo, el caso más escabroso es el que se refiere a la convocatoria de varios obispos y del Nuncio vaticano a la misa que concelebraron en Iguala para recordar a los desaparecidos donde hicieron un llamado para que el gobierno se faje los pantalones. Tenía ya mucho tiempo que no se daba a las claras un viso de enfrentamiento entre un poder civil amilanado y un poder católico engallado, como el que está a punto de suscitarse. Todo por el afán de ganar la competencia sobre la legitimidad de cobrar limosnas o impuestos a los mexicanos. ¿Quién ganará? ¡Los de siempre! + + + A propósito de la falta de comida, don Alfredo Álvarez Barrón y El Poeta del Nopal recomiendan: “Hay un método excelente / si quiere bajar de talla: / medio kilo de papaya / en ayunas, diariamente, / prohibidos, tajantemente, / los productos de bovino, / ni media copa de vino, / comer el queso de tuna / y sin restricción alguna / tomar agua de pepino”. Lo pondré en práctica. + + + No se entiende la actitud de la vocería de la CNDH. Contradictoriamente ahí no se respeta el derecho a la salud. Arbitrariamente y al cambio de gestión, se dejó a una colega sin la protección del seguro médico. Ella padece cáncer y es necesario que prosiga su tratamiento, pero. Ojalá el vocero Nestor Martínez recapacite. Ojalá el comisionado Luis Raúl González Pérez, cuya bonhomía me consta, tome cartas en el asunto.
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Don Francisco, eso de que nuestro sistema político no es tan serio, no cuadra. ¡Simplemente no lo es!
Tiene razón, como siempre, RSegura. Saludos afectuosos!!!
Negativismo, realismo, o más de lo mismo. Esa parece la premisa mayor en el quehacer político y, en Guanajuato de los moches, no cantan mal las rancheras, aunque no sean de José Alfredo, con todo y sus “dramas románticos”…
¡Cuál es la solución! Es lo que requerimos los mexicanos tener con certeza, sin demagogia, porque no hay a quien irle. La democracia sólo es discurso, no concreción.
¿No votar? Parece cada día más la tendencia, la vendetta civil. No es una respuesta que traiga aparejada la solución eficaz.
¿La violencia? Generaría más violencia.
¿La participación ciudadana? Está amañadamente vedada.
¿Algún líder-mártir? Sólo salido de una taranovela y no estamos para más.
La denuncia… Es un escalón. La reclamación social, es otro paso. La presión y exigencia para que se rindan cuentas claras y desde luego, la remoción e inhabilitar en forma vitalicia a los infractores…
Buena reflexión, don Francisco.