Día Hábil
Cuando un narcotraficante acusaba a Genaro García Luna, secretario de Seguridad con Felipe Calderón Hinojosa, de corrupto y de estar implicado con las drogas, la declaración se replicaba en la conferencia de Palacio Nacional y Andrés Manuel López Obrador la daba por cierta y hasta, sin ser juez, declaraba culpable al jefe de la policía de Felipe Calderón Hinojosa.
Cuando Ismael El Mayo Zambada, capo del cártel de Sinaloa, acusa al gobernador de ese estado, Rubén Rocha Moya, encumbrado con los colores de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de acudir a una entrevista con él y con el empresario, exalcalde de Culiacán y ex rector de a UAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, asesinado ese mismo día, entonces es mentira, un montaje de la ultraderecha para afectar a su gobierno y al de Claudia Sheinbaum Pardo, que comenzará el 1 de octubre.
Así ha sido este sexenio: de mentiras, de complicidades, de contubernios y de “yo tengo otros datos”.
Y Sinaloa ha marcado al gobierno de López Obrador.
Sus constantes visitas y aquel saludo de mano a María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, socio y compadre de El Mayo Zambada, son el sello de su administración.
Históricamente ha existido una relación entre los miembros del cártel de Sinaloa y los directivos de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y cómo los malandros han sido patrocinadoresa de esa institución.
El golpe que el socio y compadre de Joaquín El Chapo Guzmán Loera dio al gobierno de López Obrador, acusado de tener nexos con el cártel de Sinaloa y de ser financiado por éste, es contundente y será muy difícil que pueda sacudírselo, haga lo que haga.
La primera reacción del señor que dejará la presidencia dentro de 50 días, fue negar todo y descalificar el testimonio.
El Mayo, cofundador del cártel de Sinaloa, escribió en la misiva, conocida el sábado 10 de agosto a primera hora:
“El 25 de julio acudí al rancho y centro de eventos llamado Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán, Sinaloa, para sostener una reunión con el gobernador de este estado, Rubén Rocha Moya. Mientras caminaba a la reunión, vi a Héctor Cuén y a uno de sus asistentes. Los saludé brevemente antes de proceder al interior”.
“Tengo conocimiento de que la versión oficial que están contando las autoridades es que Héctor Cuén fue asesinado la noche del 25 de julio. Eso no fue lo que sucedió: fue asesinado al mismo tiempo y en el mismo lugar donde fui secuestrado”.
Rocha Moya pretendió zafarse de inmediato, al asegurar que jamás fue convocado a esa reunión y que él ni estaba en Sinaloa ese día. La carta se publicó por el abogado del narco horas antes de que tanto Andrés Manuel como Claudia realizaran una gira por Sinaloa.
-Si dijeron que iba a estar yo, pues mintieron, y si les creyó (Zambada) pues cayó en la trampa. No hay absolutamente nada, nada, que pueda vincularme con ese asunto. Nada, nada, dijo el siempre petulante gobernador, acostumbrado a maltratar a los medios pero ahora al borde de llanto.
López Obrador, como siempre, atribuyéndose el rol de juez y abogado defensor, felicitó a su protegido al asegurar que dio la cara de inmediato y que es inocente.
-Hay esa tentación de querer mandar en todas partes. Meter las narices en todos lados, pues nadamás recordar que México es un país libre, independiente, soberano. Aquí mandamos los mexicanos, dijo al tiempo de asegurar que confía ciento por ciento en el gobernador.
A su vez, Sheinbaum Pardo reiteró igualmente el respaldo al mandatario estatal:
-Que quien quiere estigmatizar a este bello estado que se quede con su historia, dijo a su vez -obvio, jamás podrá contradecir a su promotor, Andrés Manuel– porque hombres y mujeres de Sinaloa son de trabajo.
La Fiscalía General de la República (FGR) del bulto-florero Alejandro Gertz Manero pidió, según ellos, claro, información a Rocha Moya, además de que dijo a la fiscalía estatal que deje el caso alfuero federal.
Una farsa.
La FGR informó que llevó a cabo peritajes en el aeropuerto de Nuevo México, de donde partió el avión que llevó a El Mayo Zambada y a Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán.
López Obrador ha protegido por casi seis años al cártel más poderoso de México, al que le sigue los pasos el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), disputándole el primer sitio, además de rutas y plazas.
Y, sin duda, tiene mucho qué decir sobre el narcotráfico.
ALITO MORENO SE QUEDA AL FRENTE DEL PRI HASTA 2028
Con 440 votos, Alejandro Moreno Cárdenas fue reelegido al frente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta el 2028.
Se impuso a Lorena Piñón Rivera, que llevaba en la fórmula a Miguel Alonso Reyes y que obtuvo el apoyo de 8 consejeros.
Como le comenté en diversas oportunidades, el cambio de dirigencia en los partidos políticos es el siguiente paso para medir fuerzas, principalmente de la oposición.
El primero en hacerlo fue el PRI.
¿Por qué?
Porque el que presume austeridad pero vive en un palacio y al que aún le quedan 50 días formalmente y seis años haciendo home office desde La Chingada -el rancho que, dice, le regalaron sus padres-, en Chiapas, para seguir destruyendo al país, ha lanzado una ofensiva en contra de Moreno Cárdenas con todo el aparato de Estado.
A esa obsesión se han unido los traidores Manlio Fabio Beltrones, Dulce María Sauri Riancho, Enrique Ochoa, Pedro Joaquín Coldwell -todos expresidentes del tricolor, Aurelio Nuño -que ni afiliado al PRI está- y Francisco Labastida, el candidato presidencial que perdió en 2000 y terminó con 71 años del PRI en el la Presidencia.
Y la lista continúa: Eruviel Ávila Villegas, Miguel Ángel Osorio Chong, Alejandra del Moral, Alfredo del Mazo Maza y más ex gobernadores del tricolor como Alejandro Murat Hinojosa, Quirino Ordaz Coppel, Claudia Pavlovic, Carlos Miguel Aysa, Carlos Joaquín y más.
-No vamos a ocultar que el partido se encuentra en la posición más difícil de nuestra historia y que ha perdido cargos y puestos. La posición en la que estamos debería ser inadmisible, dijo Moreno Cárdenas en discurso tras ganar las votaciones.
Dulce María Sauri Riancho, Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Ochoa Reza brincaron y acusaron al INE de permitir un asalto en el tricolor. Por eso la ofensiva tambien en contra de Marko Cortés, aún dirigente del PAN.
Y justamente de esa lista saldrán los que traicionarán no solamente al PRI en el Senado, sino a los mexicanos que ven al tricolor como un grupo hegemónico sin imaginar que Beltrones, por los diez millones de dólares que tiene en Andorra, puede hacer como que vota a favor de las reformas que requieren las dos terceras partes de los legisladores y con las que Andrés Manuel está obsesionado.
¿Qué tal un voto a favor a cambio de que, como haría él, al gobierno de López Obrador y, luego, de Claudia Sheinbaum, se le olvide, así como sin querer queriendo que el señor Beltrones tiene ese dinero sin poder comprobar en un paraíso fiscal?
¿Verdad que suena atractivo para traicionar una vez más al PRI y a los mexicanos?
Alejandro Moreno, Alito, como le llaman desde adolescente, ha advertido que no lo van a doblar y ha llamado cínicos, corruptos y sinvergüenzas a los que lastimaron al PRI y, ahora, pretendan entregarlo a López Obrador y a Morena para ser comparsa.
Como están las cosas, pese al presunto triunfo de su candidata Claudia Sheinbaum Pardo -con trampas, triquiñuelas y uso ilimitado de recursos públicos para promoverse-, Andrés Manuel López Obrador ahora quiere acabar con los opositores.
Vámonos: La marea rosa exigió ayer justo frente al edificio inmueble del Instituto Nacional Electoral (INE) que no se avale el robo más grande de la historia: mayoría calificada de Morena y aliados.
Se aproximan dos semanas que serán de intensidad política.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex