homopolíticus
- Busca Cuauhtémoc Perdón
La procuración y administración de justicia en Morelos atraviesa una de sus peores épocas, pero no en manejo de recursos financieros, como causa de corrupción.
La Fiscalía general tiene la reserva llena de asuntos varios sin cumplimentar: feminicidios sin resolver, principalmente. Ayer en Palacio Nacional se hizo rememoración del asunto que aquí se dijo que iba a trascender el concurso electoral: el de Ariadna Fernanda [†], la joven cuyo cuerpo fue depositado hace tres años camino de la Ciudad de México a Tepoztlán.
Atraído por la presidenta Sheinbaum, podría ser el de AF uno de los temas que se le traten hoy al fiscal Uriel Carmona en su encuentro entre café y pan dulce con abogados asociados, que sin duda preguntarán mejor que los diputados anteriores y actuales, tan dados a respaldar sin gratuidad al zar anticrimen.
La Legislatura 56 debía seguir un juicio de procedencia en materia penal al pleno del Tribunal Superior de Justicia, si lo pide la Fiscalía, que no lo va a hacer, porque la división de Leyva 7 afecta a los justiciables y daña a la sociedad. La división entre magistrados es política, y en ello radica su problema. Lo peor es que jueces y magistrados han decretado prisión a inocentes, con la facilidad que da la reclasificación política de los delitos, y a culpables les han abierto la puerta de la impunidad. Las víctimas de tortura también descalifican al gerente del poder Judicial.
La recién creada Unión de Juristas, convertida a vocero de las lastimadas familias morelenses por la corrupción de sus autoridades del sistema de justicia, pidió horas atrás que la Fiscalía deje la simulación y la administración política de los casos, y dé resultados. Tan no da resultados satisfactorios, que hubo necesidad de hacer un acto de propaganda política ayer, por la generación de nuevos agentes del Ministerio Público. Fiesta del fiscal, disfrazada de avance de la profesionalización de la procuración de justicia.
Uno de quienes integran la UJ, a título personal, pidió juicio político al presidente del Tribunal, y obtuvo lo que quería: buena prensa y respuesta inmediata, es decir, el foco de atención. El magistrado presidente, Jorge Gamboa, no sólo respondió verbal y cantinflescamente, igual que el peticionario de juicio político que debe ser amonestado, sino intentó enviar un mensaje de lenguaje no verbal que ya casi nadie lo toma a seriedad, por consabido: se retrató con abogados constituidos especializados en la obtención de ganancias políticas y privilegios a posteriori de asuntos jurídicos, lo que descubre corrupción en el TSJ.
El sistema de justicia de Morelos no funciona o funciona por intereses políticos y financieros. Lo único que funciona bien, es la simulación y la corrupción. La degeneración de la Fiscalía general y el Tribunal de Justicia, empero, tiene un único remedio: la corrección, con otros actores y cambio en las leyes. La regeneración integral debe ser inaplazable.
[Fotoperiodismo: Gamboa y Carmona. Los mismos pasos]
letraschiquitas
Las torturas del infierno interior deben ser tan fuertes que Cuauhtémoc Blanco buscó ayuda… de Dios. El columnista Adrián Rueda, de Excélsior, lo consigna en Llevan a Cuauhtémoc a una secta, que le comparto***. Por cierto, uno de los soldados de El Cuauh, el diputado Ponchito Sotelo —le encanta su alias—, que durante todo el cuauhtemato permaneció callado ante la violencia, hoy pide se revise la estrategia de seguridad***. Si veritas, Andrés Manuel López Beltrán —AMLOB— se casará mañana en Cancún, lo que han dado en llamar la Boda del Bienestar… camino a la candidatura presidencial.