Yo Campesino
• Apenas inicia el camino y Xóchitl ya se siente la elegida. Sencillita y carismática
Miguel A. Rocha Valencia
Así como el ganso es el peor enemigo del peje, Xóchitl puede ser la peor rival de Gálvez gracias a su locuacidad y grandes dosis de soberbia que le saltan a flor de piel.
A estas alturas se siente la ungida por los dioses y lo más seguro es que de perder la carrera en busca de la candidatura presidencial por la oposición, se niegue a apoyar a quien le gane. Son varias muestras de ello. No sólo cuestionó la capacidad de sus compañeros para conseguir las firmas necesarias para pasar a la segunda ronda, sino que pidió revisión.
Si se le hubiesen acercado seguramente exigiría el “voto por voto”. Va por la libre, no habla de la alianza sino de sus propios méritos que la hacen “merecedora indiscutible” de la candidatura opositora gracias a su “gran crecimiento” en encuestas, sobre todo en redes. Olvida que quien la encumbró fue el propio caudillo de Macuspana.
Sus comentarios más allá de guardar la proporcionalidad para con los demás aspirantes en especial Santiago Creel y Beatriz Paredes, revelan su convicción de que será quien gane todo el proceso y sea la abanderada del PRI-PAN y PRD. Se dice dueña de un carisma que la verdad no existe y confunde apoyos con solidaridad frente a las agresiones del machuchón de Palacio Nacional. Y eso en foro abierto se lo restregó a la priista Paredes Rangel, la política más experimentada de la cuarteta.
Olvida la hidalguense Xóchitl Gálvez que, si se trepó a la contienda federal, no fue a causa de méritos propios sino al error de ganso por subirla a un ring mediático, agredirla, ofenderla y hasta candidatearla como la abanderada de Claudia X. González, de la oligarquía y hacerla una bandera de clasemedieros y de las mujeres.
El problema es que la ya proverbial misoginia del oráculo de Palacio, lo hace seguir en la línea y con ello alimenta la línea que le abrió a la Gálvez quien más allá de ser una mujer de batalla e inteligente, no tiene la plataforma ni la experiencia política para enfrentarse a lo que viene.
La van a golpear en serio y para estar firme necesita que la arropen, que ella misma sepa que requiere de los demás para hacerse fuerte, pero para eso debe asumir una posición humilde, que la haga ver realmente como alguien dispuesto a jugar en equipo, que no se sienta soñada, mida perfectamente sus carencias que son muchas y acepte que está en un proceso donde incluso puede perder y tendrá qué decidir si se baja o se mantiene en apoyo al proyecto.
Es decir, Xóchitl es su propia debilidad y ahí puede estar la derrota de algo que aún nos da esperanzas de un cambio que evite un mayor deterioro del país que ayer sumó 163 mil asesinatos y la certeza de que el crimen ya no sólo cuenta con sus habituales empresas, sino que además controla el tránsito de mercancías, producción, comercialización y demás actividades lícitas en gran parte del país, señaladamente en Michoacán donde ya nada se mueve sin pago de piso.
El tema parece intrascendente, pero es de la mayor relevancia. Xóchitl Gálvez Ruiz debe aceptar sus limitaciones y que la candidatura no la tiene comprada por la oposición sino e todo caso por el que ocupa Palacio Nacional. Cuidado.