No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
Falta de mantenimiento, hundimientos y una impresionante lluvia, provocaron el sábado pasado, un socavón de diez metros de diámetro en la colonia Renovación, alcaldía Iztapalapa, tras colapsar un colector de drenaje, lo que abre nuevamente el debate sobre los graves y crónicos problemas de infraestructura en la Ciudad de México.
Al socavón, con una profundidad de más de siete metros, cayó un camión repartidor de refrescos, y qué cree, ese sábado la alcaldesa Aleida Alavez Ruíz, lejos de reconocer la gravedad del problema por la ruptura del principal colector de drenaje, de 2.44 metros de diámetro, uno de los más grandes de la zona, fiel al guion de Morena, aseguró que no representaba “riesgo para las estructuras aledañas, (y que estaban) trabajando para estabilizar la zona y reparar el daño”.
Uffff vaya tranquilidad para los vecinos de la zona. Sin embargo, el domingo Iztapalapa nuevamente fue golpeada por la madre naturaleza, y en la demarcación más poblada de la metrópoli, se acumularon 2.16 millones de metros cúbicos de lluvia, de los 12.23 millones que se acumularon en toda la Ciudad de México, lo que provocó una oquedad más grande, con un riesgo mayor a las casas aledañas.
Quiúboles no que No Pasa Nada. Y ahí le va el dato. De acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral del Agua, el incidente en colonia Renovación, es uno de los 164 socavones reportados en la Ciudad de México durante 2025. De estos, 43 ocurrieron en redes primarias de drenaje y 121 en secundarias, con Iztapalapa como una de las alcaldías más afectadas.
El socavón que no representaba “riesgo para las estructuras aledañas”, según Aleida Alavez, ya se convirtió en un dolor más de cabeza para la alcaldesa de Iztapalapa, que ha tenido que lidiar con todos los problemas que le heredó su antecesora, y hoy gris jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, quien gobernó nueve años esa demarcación, sin resultados.
Ante el riesgo que representa ese socavón para varias casas, las autoridades capitalinas, no la alcaldesa de Iztapalapa, determinaron evacuar a unas 50 personas a un albergue instalado en el Centro de Cuidados de la Súper Manzana 4 en la colonia Vicente Guerrero, que dicho sea de paso, es una zona con severas fallas geológicas. Ni para donde hacerse.
Es más, para sacudirse sus lamentables declaraciones, la alcaldesa en Iztapalapa, anunció que el Instituto de Vivienda capitalino apoyará con tres meses de renta a las familias afectadas, mientras concluyen los trabajos de reparación del socavón, que va para largo, y se estima que quedará reparado en 15 o 20 días, pero no sé Rick, creo que ese compromiso no lo cumplirá por la magnitud del socavón.
Y tienen que pasar estos lamentables incidentes que ponen en riesgo las estructuras de las viviendas aledañas y la vida de sus habitantes, para que se escuche la voz de los vecinos, quienes revelaron que ya habían denunciado la falla, pero que sólo se hicieron arreglos parciales, nada a profundidad como amerita el caso, diría el clásico pero qué necesidad.
Por lo pronto, más de 50 personas en total quedan en la incertidumbre sobre la factibilidad de las estructuras de sus domicilios, y qué pasará con sus viviendas en caso de ser demolidas o reforzada. Las preguntas son: ¿quién pagará los daños? y ¿Dónde serán reubicados en caso de demolición?, es pregunta sin ofensa.