Claudia Rodríguez
No. No hay nada de cierto en que René Juárez Cisneros tomará por sí mismo y por el bien del PRI, la decisión de renunciar de manera formal a la dirigencia nacional de sus partido político, como lo hizo notar el lunes de esta misma semana.
El relevo en la presidencia nacional del Revolucionario Institucional, de Enrique Ochoa Reza; es como este último parte de la debacle priista de los últimos días y meses, y no sólo por sus acciones de campaña, la cual por cierto fue muy mal estructurada; sino por los actos de los priistas de muchas décadas que voraces arrasaron no sólo con los recursos públicos, sino también con el bienestar en distintos rubros y la seguridad de la gran mayoría de los mexicanos, a lo largo y ancho del territorio nacional.
René Juárez –apenas el triunfo lopezobradorista en las urnas–, señalaba vehemente su aspiración de seguir al frente del PRI nacional para reconducir el análisis interno del partido político que lo llevara a un nuevo puerto, no tan oscuro como el actual y a la vez, hacer su trabajo parlamentario en la misma Cámara de diputados, durante los tres siguientes años de la LXIV Legislatura.
El domingo pasado, el aún primer priista de México, o sea, el presidente Enrique Peña Nieto, tras la última carrera del Estado Mayor Presidencial (EMP); dijo no al primer proyecto de los “renejuaristas” en busca de apropiarse del PRI.
El control del animal político herido será de nuevo para el grupo de Carlos Salinas de Gortari, con el nombramiento de Claudia Ruiz Massieu por tercera ocasión, al frente de la dirigencia nacional.
El discurso de Juárez Cisneros, al renunciar al máximo cargo de la estructura interior del Revolucionario Institucional, fue de dolor y revancha porque no se le reconoció su trabajo aún en la aplastante derrota.
Entre tanto, Ruiz Massieu llama a la reflexión profunda y la pregunta es si la señora parte los síntomas del cáncer priista, tiene cuando menos autoridad para dirigir la misma, dicen que de aquí a octubre del presente..
Las bases y los nuevos cuadros priistas se vieron no sólo rebasados sino burlados en la pasada elección presidencial, y el recuento e inspección de votos del Instituto Nacional Electoral (INE), abundan en que hasta la militancia priista le dio la espalda al que se dijo en un principio no era candidato priista, sino ciudadano; indicativo inequívoco de que se sintieron desplazados.
La sobrina de Salinas de Gortari, en la forma y en el fondo es más de lo mismo para el PRI, al que ya no le sirven más cambios cosméticos y hay hasta quienes piden más bien velarlo.
Acta Divina… “Perdimos la gran oportunidad en el 2012 ¿Nos cambiaron porque no cambiamos? ¿Cuál es el cambio que requiere el PRI? En mi opinión, el cambio debe ser del tamaño de la derrota” “Tenemos que responder escuchando a la militancia, ellos son a quienes les toca hoy hablar, no debemos olvidar que siempre ha sido más grande y mejor la militancia que la dirigencia” “Quiero un PRI donde sus dirigentes sean elegidos desde la base, quiero un PRI que entienda e interprete la nueva realidad social”, expresó René Juárez al presentar su renuncia a la dirigencia nacional del instituto político, en cuestión.
Para advertir… A Ruiz Massieu le dolieron los oídos… las rodillas, la cadera y hasta la sonrisa.
actapublica@gmail.com