Ya que las reformas en justicia y seguridad anunciadas por el presidente Enrique Peña Nieto apenas en noviembre del año pasado, nada más no prosperaron en el Congreso y que sólo sirvieron para dar la cara de manera institucional ante la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, parece que con la tarea del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el mandatario mexicano intenta proyectar que sí le importan las injusticias “a la mexicana”.
De las 14 medidas anunciadas por el Ejecutivo en materia de seguridad y justicia, se incluía la misma de seguridad cotidiana con la que se promovería ante el Congreso reformas para hacer más eficiente el sistema de justicia con el que los ciudadanos lidian todos los días y se citaba desde obtener un divorcio hasta cobrar una deuda. La investigación previa fue encargada al CIDE quien ya cumplió.
De las otras medidas que debían ya estar aprobadas al término del presente periodo legislativo y que fenece este 30 de abril, no hay gran avance, ni siquiera para el lucimiento presidencial.
El diagnóstico del CIDE, empero, muestra la realidad de la justicia en México, en dónde incluso la sociedad se cuestiona sobre el profesionalismo no sólo de quienes imparten justicia, sino de la representación legal que los acompaña, pues en efecto. Contar con un buen abogado, o uno no profesional es cuestión de suerte al momento de requerir de sus servicios.
De igual forma, la impartición de justicia puede ser pronta para algunos, pero para los más ni es rápida, ni expedita, ni imparcial, ni mucho menos objetiva.
La justicia cotidiana está violentada no sólo al seno de las familias, también en las calles, en los centros de trabajo y hasta al momento de comprar algún producto o querer emprender un negocio.
Ahora se explica con datos a la vista, porqué las policías y los jueces con la mano en la cintura vulneran la propia ley y porqué la corrupción permea hasta las paredes de nuestras propias casas.
Se concluye a la vez, que la justicia cotidiana en México, no existe. Hay que construirla.
Habría que plantearnos si podemos acceder a otros ámbitos de justicia cuando ni siquiera nos respetamos entre nosotros. No importa que unos sean presidentes del país y otros sólo gobernados.
Acta Divina…Enrique Peña Nieto, presiente de México señaló: “Cuando referimos a la justicia cotidiana estamos hablando de ámbitos de justicia diferentes al penal, pero igual de importantes como el civil, el laboral, el mercantil, el administrativo. “Es la justicia que permite a un menor recibir la pensión alimenticia que por dicho le corresponde, es la justicia que demanda una trabajadora despedida por estar embarazada, es la justicia que merece el dueño de un negocio que no puede cobrar un cheque o que se ve acosado por inspectores abusivos que le impiden realizar su actividad productividad”.
Para advertir…De injusticia en injusticia vivimos los mexicanos.
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