La Espinita
Andy S. K. Brown
- Sólo sabe regalar dinero
- No hay discreción fiscal
- Nahle, camino a la derrota
“El Rey del Cash” regala dinero. Pero no el suyo que, a estas alturas del sexenio de saqueos, ya debe ser mucho. Es dinero de quienes religiosamente pagamos impuestos y que luego el SAT se niega a devolver tras presentar la declaración anual de ingresos.
Prácticamente es lo único que López Obrador sabe hacer y no siempre bien, porque hay por ahí enormes boquetes como los denunciados por el recién fallecido Carlos Urzúa, documentados por el periodista Héctor de Mauleón, y que ahora exige que el empresario Ricardo Salinas Pliego le demuestre.
Sí, el de los 600 mil apoyos a la tercera edad –y contando– que, todo así lo indica, se han embolsado los morenistas para sus campañas y, claro, para su propio enriquecimiento.
Súmele a lo anterior los desvíos también ya demostrados de Jóvenes Construyendo el Futuro y varios otros más como el de regalar dinero a madres solteras, a jóvenes becarios, a quienes arrasan con bosques para luego sembrar arbolitos, a cuanto posible elector en favor de Morena se le ocurra.
Y ahora resulta que también ya regala dinero a los venezolanos que México regresa a su país, tras un acuerdo con el dictador Nicolás Maduro.
De acuerdo con información brindada ayer por la titular de Relaciones Exteriores, cada venezolano expatriado recibe 6 mil dólares de nuestros impuestos.
¿Aceptaría eso Maduro, cuando el salario mínimo en el país sudamericano es de apenas 3 dólares por mes?
¿Aceptará tener “millonarios” en un país “socialista”?
O ¿también les quitará dinero apenas pisen suelo venezolano?
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La discreción fiscal definitivamente no es el fuerte de la 4T. A López Obrador le enteran quien debe impuestos y quien no, lo que está fuera de la ley.
Peor, todavía, cuando en las mañaneras el cobraimpuestos mayor Antonio Martínez Dagnino, muy amigo de Andy y Bobby López Beltrán, revela en las mañaneras lo que debe un contribuyente como Ricardo Salinas Pliego adeuda.
O cuando AMLO, con todo desparpajo, dice que mandó a decir “discretamente” a los periodistas Ciro Gómez Leyva y Joaquín López-Dóriga se pusieran al corriente en el pago de sus obligaciones fiscales.
Gobierno voraz, que no da resultados.
Pero a ello súmele que los mexicanos también pagamos el alto costo de la corrupción. Un “impuesto” que no ingresa a las arcas del erario, pero sí a los bolsillos de los morenistas.
De acuerdo con el INEGI, en 2023 pagamos en “mordidas” por realizar trámites burocráticos en 11 mil 910.6 millones de pesos el año pasado, una vez descontada la inflación, de acuerdo con los resultados de la Encuesta nacional de calidad e impacto gubernamental.
En promedio, cada “víctima” fue “mordida” con 3 mil 368 pesos.
¡Viva la corrupción!
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Rocío Nahle se encamina a la derrota en su aspiración de gobernar Veracruz.
Está metida en un berenjenal de corrupción desde que se divulgó como entregaba contratos multimillonarios por asignación directa a sus compadres y amigos cuando construía la inacabada refinería Olmeca.
La cereza del pastel es que la zacatecana –repudiada por la mayoría de los veracruzanos– no ha sabido explicar cómo se hizo de la lujosísima casa en la que habita en el fraccionamiento más fifí de Boca del Río.
Ella y su esposo tienen además otro terreno, a nombre de él, en el mismo fraccionamiento El Dorado.
Va a perder. Otra vez, como hace seis años, los mexicanos y los veracruzanos estamos hasta la madre de la corrupción gubernamental.
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Me voy a la playa. Regresando de Palm Beach espero encontrarme con usted aquí otra vez.
@AndySKBrown1
