Claudia Rodríguez
Ya sea por verdadera necesidad de distintas o combinadas causas o porque son arrastrados en un juego de fuerzas políticas para servir a intereses de terceros, incluidos Gobiernos: a los migrantes no habría que denostarlos a priori, sobre todo como consecuencia de una construcción personal de sociedad se compone de distintos por su origen y oportunidades.
Es indeseable que algunos intenten a como dé lugar, ensombrecer la siempre humanitaria atención a los migrantes, con eventos aislados, personales y hasta difamatorios.
Todos aquellos que dejan su hogar, su familia y su comunidad es busca de algo nuevo con la idea o promesa de que esto mejore sus vidas y las de los suyos, son unos valientes; así que difamarlos en la aventura sólo porque recorren suelo mexicano y por supuesto impactan de distintas formas, es de lo más indigno.
Cuando el senador priista Joel Ayala –sí, ahora legislador–, y líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FETSE), demanda la instalación de un cerco sanitario tanto en la frontera norte, como en la del sur por brotes de ébola, cae igual, en una irresponsabilidad mayúscula, que enmascara una afrenta a los derechos universales de las personas.
Desde el pasado mes de diciembre y hasta ahora, han arribado a México, entre los demás grupos de migrantes, también africanos en un número que puede acercarse al millar. Pero distintas organizaciones que trabajan codo a codo con ellos en sus desplazamientos y albergues, han descartado desde hace meses, este rumor de que algunos de ellos vengan contagiados con el virus del ébola, lo cual ya hubiera traído repercusiones de índole sanitario de urgente atención. Todo se trata claro, de una actitud de xenofobia que se intenta encubrir con un falso.
El ébola es aún una enfermedad de síntomas diversos e intolerables, además de altamente contagiosa, por lo que aún de forma indocumentada, es difícil migrar con una situación de salud tan precaria.
El tema migratorio siempre ha sido una piedra en el zapato para los Gobiernos en turno, incluso para quienes entienden el respeto inalienable a los derechos de los migrantes, pero sin duda la sociedad mexicana, también se ha ido polarizando quizá por contagio ideológica respecto a sí hay que ser empáticos o no, con los migrantes.
Si Ayala insiste en testimonios injuriosos, lo único que provocará es más animadversión para quienes pisan nuestro suelo no siempre con el fin último de establecerse en la nación, y que al final, ya la pasan muy mal.
Acta Divina… El líder de la FETSE, Joel Ayala habría anunciado que durante la comida privada con el presidente Andrés Manuel López Obrador, haría llegar la exigencia al Gobierno de la República para instalar cercos sanitarios en la frontera por presencia de ébola y otras enfermedades venéreas.
Para advertir… Fue atajado por Sánchez Cordero, desde Gobernación el señor Ayala, pero cuántos más infundios para los migrantes y para quien intenta gobernar distinto.
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