Horizonte de los eventos.
La Revolución Mexicana constituyó un nuevo orden desde las entrañas de la mexicanidad, hasta emigrar a lo patente de lo más límpido y brillante de nuestra nacionalidad.
Ello no obvió (¿de qué manera?) que lo más sórdido, miserable y execrable nuestro, también ocupara su espacio e hizo de su exhibición pública, por miserable, pusilánime (del griego “pequeño espíritu”) y aún más, aunque dentro, ajeno a este nuevo orden, que ignorante, no pudo reconocerlo ni valorarle. Y por su calidad impía, lo obstruye, lo bloquea, lo merma -pero también lo burla y se burla, lo ofende y cuando puede, lo roba, lo viola y lo humilla.
En el momento del surgimiento de este orden, más democrático, y más que esto, más justo, con un Estado vigilante cuyo único objeto de existir fue garantizar la positividad de este nuevo régimen, hijo suyo: fue engendrado, luego crearlo, fomentarlo, instrumentarlo y generalizarlo.
Concentrado, con toda su energía, incluso utilizando la fuerza legítima del Estado, a fin de abrir espacios logrando que emergieran de lo más hondo del país, los mejores y más hábiles talentos. Y con gran sensibilidad y entendimiento, allanando los obstáculos que antes habían limitado y mayormente, impedido el alumbramiento nuestras mejores cualidades: Eso fue lo mejor de la Revolución Mexicana.
Además, por los motivos que arraigaban impuestos, precisamente, se hizo la Revolución Mexicana: evitar el racismo, la sobreexplotación y la supervivencia del régimen porfirista, por antinacionalista, déspota, impúdico, esclavizante, paralizante y usurpador.
¿Por qué “usurpador”? ¡Aquí esta la clave! “La propiedad en América, esta fundada en la usurpación”, selló contundente el historiador mexicano, tanto, que mi olvido de su nombre no merma su verdad.
La lucha en América, y particularmente en México, ha sido contra el usurpador.
Por ello el reclamo mexicano ha sido el de una democracia que no agota la soberanía nacional, en el día comicial. Sino que la representación nacional: todo aquel miembro del Poder, surgido por elección popular, ejerce legítimamente su mandato, extendiendo la democracia, entendida como la constante superación de la población.
Y ese mensaje contenido y ordenado en el texto constitucional, para el mejor entendimiento de su significado, hay que ir a los diarios de debates y de los discursos, para ello, allí pronunciados: se desprende aun de los diputados constituyentes, entre las líneas de las normas, el olor a pólvora y sangre seca de los compañeros de lucha y familia, que los llevó a imponer y proclamar en dicho Texto, los derechos y sus garantías, que aproximaron mucho, honrando a los caídos, elevados a este rango constitucional, sueños y anhelos de los combatientes por la emancipación, por formas de convivencia más humanas, justas e igualitarias, por la generación de oportunidades instrumentadas para una mayoría proporcionalmente mayor, cada vez.
Y fueron los mismos hombres que hicieron la Revolución Mexicana, los que pronto fueron consecuentes con la Constitución y crearon las Instituciones que fomentaron y obligaron, si fue necesario, a fin de que el Estado y la sociedad caminaran uno con otro: pueblo y Gobierno, hacia el destino Promulgado con el triunfo de nuestra Revolución.
Y no sólo Estado e Instituciones se esforzaron conforme a sus facultades, en el empeño de hacer realidad aquello por lo que lucharon y consignaron ¿Cuáles son aquellos postulados?
Por principio de cuentas, derogar, abolir y sustituir los principios coloniales prevalecientes en el Porfiriato, como el racismo, la explotación, la represión sangrienta, con el Sufragio Efectivo, la No Reelección y la Justicia Social.
Ello no satisfizo a los triunfadores de la guerra revolucionaria. No bastó la Constitución de Querétaro, de 1917. Tampoco fueron suficientes las Instituciones.
Fueron los triunfadores de la Revolución, que integraron los principios de los revolucionarios derrotados, como Zapata y Carranza y se hicieron reinantes de la Revolución… ¡Fueron capaces de integrar a hombres valiosos y leales de aquellos titanes caídos!