Yo Campesino / Ganso hunde a México
• Subejercicios y caída de inversión en energía nos dejará fuera del nearshoring
Miguel A. Rocha Valencia
Ya no hay duda, para la 4T lo mejor es un país de pobres y mientras no salgan del poder, los mexicanos no vamos a progresar como quisiéramos y si gana la corcholata, nos hundirá no sólo en un régimen autoritario, sino en la mediocridad donde tendremos qué aprender a estirar la mano para recibir la limosna oficial, mientras se pueda.
Lo malo es que a eso nos podemos acostumbrar y convertir a la pobreza y dependencia en uno más de los atavismos que pueblan nuestra “cultura” y nos impide asomarnos a un México de primer mundo, a sistemas de salud “como Dinamarca”, con clases medias altas y aspiracionistas, de fifís en vez de chairos conformistas que se creen condenados a la miseria, a la mediocridad, a la limosna institucional.
Pasamos de un paternalismo que todos condenábamos a un sistema de miserables por necesidad, a la compra de simpatías y votos a través de programas sociales que todos agradecen al mesías tropical quien, con la entrega de doble pensión, aumentó su aceptación en casi 45 por ciento en meses pasados, dinero, que se abona a la deuda que cubre la alfombra de lo que mañana tendremos que pagar.
Es una estrategia con premeditación y ventaja que además se expresa cínicamente, el mismo profeta revela que para él y su movimiento, los “pobres” son una mercancía política, una base electoral que es capaz de entregar sus libertades a cambio de un dinero sin respaldo y que tarde o temprano, le van a cobrar.
En tal plan se inscribe el entorpecimiento de la inversión privada en nuestro país, especialmente la extranjera directa, aquella que sin ideologías busca espacios financieros para sentar sus reales en busca de ganancia y para ello exige facilidades, accesibilidad a los mercados, estabilidad y rentabilidad.
Y es ahí donde entra la mano del tlatoani quien, de acuerdo con el Bank of America adopta política que inhiben esa inversión, en este caso, en materia de energía, donde los apagones podrían ser parte de la estrategia para ahuyentarla.
Tal vez por eso decidió que, en vez de invertir los cuatro mil 500 millones de dólares para modernización y generación, a la Comisión Federal de Electricidad se le escamotearon más de cinco mil 600 millones de pesos de los cerca de 20 mil 500 millones de pesos destinados a mantenimiento, lo cual obviamente deriva en fallas.
Igual que en el Metro cuando de un presupuesto de 19 mil millones en 2018, en 2019 se les bajó a 15 mil millones de pesos y pasaron cosas tan raras como un desplome en la línea 12 que costó 26 vidas y muchos heridos. No hay nadie en la cárcel por ello.
Así en otras áreas, los ahorros del ganso incluyendo lo que llama corrupción pudieron sumar como dice dos billones y medio de pesos, pero a costa de miles de vidas, porque en ello se fue lo de vacunas, medicamentos, tratamientos, atención y todo lo que confluyó en la pandemia y en el mal servicio que contemplamos hoy en el sector salud, por ejemplo.
Pero en el caso de la energía el tema se vuelve mayúsculo ya que debido a esas políticas restrictivas y hasta confiscatorias para fomentar el monopolio de la CFE con generación de productos “sucios”, la inversión extranjera directa en el sector se desplomó en 50.1 por ciento entre 2019 y 2023.
Eso como se dijo en 2019 traería fallas en el Sistema Eléctrico Nacional, se predijeron los apagones, pero lo peor, ante ese panorama de incertidumbre y de politizar con un falso patrioterismo lo que es técnico, México enfrenta el desafío de la relocalización de empresas el nearshoring.
No dejemos de mencionar que los neoliberales corruptos lograron los mayores niveles de inversión en el sector eléctrico entre 2013 y 2018 con 55.3 por ciento, claro con la participación privada que hoy, se retrae y podría no sólo llegar con los 30 mil millones de dólares a ese sector sino los más de 60 mil millones de dólares que podrían traer las empresas reubicadas, especialmente provenientes de Asia.
Ese es un tema que no ven quienes desean con justeza o no seguir recibiendo dádivas de un gobierno que no va a sacarlos de la pobreza porque como bien dicen, si los sacan, se van a olvidar de quién los ayudó a superarse, o sea, no les conviene quedarse sin miserables, al contrario, entre más limosneros tenga México, mejor para la 4T.