Ricardo Del Muro / Austral
En su primer discurso como presidenta de México, Claudia Sheinbaum se comprometió a mantener la autonomía del Banco de México (Banxico), una política fiscal responsable y envió un mensaje a los inversionistas nacionales y extranjeros, preocupados por la aprobación de la reforma al Poder Judicial, al asegurar que sus inversiones están seguras.
Después de recibir la banda presidencia de manos de Ifigenia Martínez en la ceremonia realizada en el Congreso de la Unión, Sheinbaum dedicó un mensaje de despedida a Andrés Manuel López Obrador, destacó que México es la doceava economía mundial y el sexto país con mayor captación de turismo, por lo que convocó a hacer una reflexión y evaluar con la cabeza fría, con datos duros, reconocidos nacional e internacionalmente, los resultados económicos y sociales del sexenio anterior.
Entre otras preguntas, planteó: ¿Cómo es que 9.5 millones de mexicanos y mexicanas, de acuerdo con el Banco Mundial, salieron de pobreza en tan solo seis años? ¿Cómo es que, sin subir impuestos, se redujeron las desigualdades?
Sheinbaum aseguró que no aumentará el precio de las gasolinas, diésel, gas doméstico en términos reales y en las próximas semanas se convocará a los empresarios para confirmar el acuerdo que mantiene sin aumento los precios de la canasta básica.
También señaló que su gobierno aprovechará la relación del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá para seguir impulsando la relocalización de las empresas, mientras se promueve el desarrollo regional. En este sentido, puntualizó: “Estados Unidos, Canadá y México, entre nosotros no competimos, nos complementamos y generamos las condiciones para una mayor consolidación de la economía de la economía de todo el continente”.
De esta manera, Sheinbaum respondió al desafío más importante del gobierno entrante, que de acuerdo al último reporte de Citibanamex, es disminuir la elevada incertidumbre económica reinante.
Este desafío, indicaron los analistas de la institución bancaria, es convencer de que el poder acumulado, con pocos contrapesos, no implicará políticas públicas hostiles a la economía de libre mercado.
A pesar de que el gobierno saliente mantuvo la mayoría de los pilares de la estabilidad macro financiera (apoyo al libre comercio, flotación cambiaria, respeto a la autonomía del banco central, regulación financiera sólida), debilitó, al final del sexenio, el pilar de la disciplina fiscal.
En este sentido, Citibanamex advirtió que es difícil que sea creíble la estabilización de las finanzas públicas sin el anuncio de un ajuste de ingresos (reforma fiscal), y una cuantificación realista (y su financiamiento) de los egresos (nuevos programas sociales y de infraestructura; reestructuración de Pemex).
Ahí también jugará el papel que se le asigne al sector privado en el financiamiento de los proyectos de infraestructura. También, en el corto plazo, las leyes secundarias de la negativa reforma judicial constitucional serán de gran importancia para matizar algunos de los muchos riesgos que plantea esa reforma para la inversión privada.
En su análisis, Citibanamex estimó que el déficit fiscal será de 6.2% del PIB este 2024 (el más alto en más de tres décadas). Advirtió que este nivel no era necesario desde el punto de vista económico (el país no estaba en recesión), sino electoral, a la vez que es contradictorio con la política restrictiva de Banxico.
Dados los niveles de deuda pública (56% del PIB este año, también la más alta en tres décadas), se requiere un mensaje convincente de la forma en que será enfrentado por la nueva administración. No será fácil: si se anuncia que se bajará a 3% tal déficit en 2025, y es creíble, ello llevaría a anticipar una recesión de la economía.
Para Citibanamex, el pronóstico de crecimiento del PIB para 2025, de 0.8%, supone que el recorte al gasto público no es tan severo (anticipa que el déficit sea de 4.9%). Por el contrario, si no se observa que sea creíble una baja sustancial del déficit (incluyendo su trayectoria los siguientes años) entonces las primas de riesgos subirán más significativamente de lo que lo han hecho en los últimos meses y la calificación de grado de inversión de la deuda pública será amenazada.
Esa credibilidad, advirtió Citibanamex, depende de lo que se presente respecto a un lastre creciente para las finanzas públicas, que es Pemex. RDM