Yo Campesino / Xóchitl
• Tal vez la hidalguense no sea la mejor, pero es la única opción para México
Miguel A. Rocha Valencia
Nunca como hoy los mexicanos debemos definir qué deseamos como país. O continuamos en el oscurantismo de una 4T que ya enseñó las garras de la tiranía con miseria, violencia, y muerte donde la única ley es la de un sujeto mesiánico, o alternamos por un proyecto que tal vez tenga fallas y limitaciones, pero al menos estará en manos de alguien que sabe del esfuerzo y la aspiración por superarse.
Porque en el proyecto cuatrotero no hay cambio, será la misma línea de quienes han hecho de la política su forma de vivir y proclaman banderas de justicia, anticorrupción, cuidado del ambiente y respeto a la Ley, pero sólo cuando les conviene, en una posición selectiva beneficiaria sólo de aquellos que profesan su credo y no para quienes tienen una visión distinta de la vida y reclaman libertades y respeto al pacto social. Enfrente se alza, con la humildad de quien se construyó a sí misma una oferta con errores y fallas, pero con la visión de un futuro para erradicar la pobreza extrema que en manos del caudillo de Tepetitán se convirtió en una mercancía, en una “estrategia política”.
Más hecha y construida, la corcholata que deviene de la comodidad familiar y de años de “militancia” donde el trabajo real se sustituyó por activismo disfrazado de una supuesta base científica que enmudeció ante la depredación de más de siete millones de árboles en el tren Maya y los manglares de Paraíso en Dos Bocas, asume el proyecto de su amo no por convicción sino por obediencia y por ser el único que conoce, pero incluyendo la destrucción de instituciones.
Eso implica una base de mentiras y traiciones que dan a su discurso como el del ganso, una visión de credibilidad pero que al final, carece de veracidad como las imputaciones contra el poder Judicial y a quienes construyeron instituciones como el IMSS o el ISSSTE o el sistema de hospitales de primer nivel de la secretaría de Salud, frente a un fracasado proyecto como lo fue el Insabi con el cual se intentó sepultar el Seguro Popular e Médico en tu Casa.
Construir el segundo piso de los seis años de pesadilla de esta administración llamada 4T es ofrecer más pobres laborales que vinieron a socializar la miseria de este país donde se afirma que cinco millones dejaron de serlo, pero a cambio se perdió la misma proporción de clasemedieros “gracias” a la inflación que borró los “fabulosos” e “históricos” aumentos salariales y hoy, el poder adquisitivo de los mexicanos está peor que en 2018.
Es más, el aumento en el empleo es una mentira más ya que hoy 52 por ciento de la PEA está en la informalidad, no cotiza y está fuera de servicios sociales como la salud, por eso hoy hay otros 15 millones de personas sin acceso a la llamada “medicina social”.
Ese segundo piso de que hablan los cuatroteros y sus aplaudidores estará pavimentado con cerca de 200 mil asesinatos derivados de las políticas de “seguridad” del machuchón tabasqueño que reclama respeto a los derechos humanos de los criminales, pero se le olvidan los de las víctimas especialmente su derecho a vivir. Plantea la corcholata un piso más de inseguridad; para ella no hay mejor país para vivir que México, aunque sea el peor para los periodistas que en número de 37 han sido asesinados y se da la mayor ola de violencia contra defensores de derechos humanos y políticos cuyas listas está palomeando el crimen organizado, ese al que debemos junto con los militares, darle abrazos, aunque respondan a balazos.
Para la candidata oficial, quedó claro, la mentira es un arma que está dispuesta a usar, la práctica, aunque sea la más burda de las demagogias. Presumen programas sociales por cerca de dos billones de pesos en el sexenio, pero ocultan o no hablan de los siete billones con que se endeudó al país ni de los 350 mil millones que se acabaron de los fondos de contingencia o los 40 mil millones para gastos catastróficos de los enfermos.
No se acuerdan de los 60 mil millones de pesos escamoteados en medicamentos y vacunas, mucho menos del gran fraude de la farmaciota. Afirman que van a construir más aeropuertos y trenes: si como el AIFA que no es rentable o el Maya que además de mal hecho, acabó con ecosistemas, dividió la selva tropical y condenó a muerte a flora y fauna además de no ser costeable y constituirse ambos, en rémoras que sangrarán al presupuesto como hoy lo hace Pemex y obligará a gasto millonario en favor de unos cuantos beneficiarios que hoy constituyen la nueva aristocracia: los militares.
De corrupción seguramente también habrá un segundo piso, pero será otro tema, por lo pronto, tal vez Xóchitl Gálvez Ruiz no represente la mejor opción, pero es la única para detener el saqueo, la corrupción, el empobrecimiento como país, el endeudamiento, los asesinatos y desapariciones forzadas y con ello, el crecimiento de un crimen organizado hasta hoy, impune sin que ¿Nadie? se explique por qué.