Claudia Rodríguez
Ahora que se anuncian nuevas alzas a las gasolinas hasta en más de un 20 por ciento y de los electrodomésticos en 30 o 40 por ciento, se advierte la veracidad de los pronósticos fatales del todavía gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, para el venidero 2017.
En los momentos previos a la elección de presidente de los Estados Unidos para este 2016, Carstens señalaba de manera insistente que de ganar Donald Trump la Presidencia del vecino país del norte, México se vería envuelto en un “huracán” de bastante más intensidad al de un categoría 5, sobre todo si elimina al final el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y construye el muro entre México y Estados Unidos, además de que eran evidentes e irrefutables los efectos que Trump tiene, ha tenido y tendrá sobre la cotización del peso frente al dólar y los efectos negativos sobre la economía mexicana.
Entre tanto, los secretarios de Hacienda, el renunciado y el anunciado, Luis Videgaray y José Antonio Meade respectivamente, advertían un discurso contrario y moderado incluso ante el arribo posible de Trump a la Casa Blanca de Washington D.C.
Esos encontronazos fueron evidentes y publicitados, pero en el discurso torcieron la mano a Carstens al grado que una vez que ganó Trump, el gobernador de Banxico señaló que no era para tanto, que el huracán categoría 5 con características xenofóbicas y antimexicanas se había moderado. Pero en realidad todos advertirnos que Carstens sólo hablaba de dientes para afuera, su pronóstico de la economía y finanzas nacionales eran y son de pronóstico reservado.
Una vez que Carstens dejó claro que a partir de octubre de 2017 se desempeñará como gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS) y rompe con la política de comunicación del Gobierno de Peña Nieto, sus declaraciones de que con el muy posible aumento de las tasas de la FED este 16 de diciembre y el mismo Trump, la volatilidad de la economía nacional para el 2017 será de cuidado, queda claro, que al menos hasta septiembre hay que seguir la pista a Carstens con puntualidad, quien seguro anunciará una y otra vez, el fracaso de la economía nacional, otra vez.
Acta Divina: “Hay de tormentas a tormentas; si [Donald] Trump gana, será como un huracán categoría 5. [Hillary] Clinton sería una tormenta tropical”, dijo Carstens.
Para advertir… De escándalo no sólo los bonos y aguinaldos de la clase política, también los lloriqueos de las Iglesias que están muy sentidas por la fiscalización a sus limosnas.
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