Claudia Rodríguez
Ayer que se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, más que felicitarnos por nuestra condición de género, se trató de una revisión de cuál nuestra condición entre la sociedad, pero también cuál nuestra conciencia y nuestro papel en la misma como mujeres.
En muchas culturas se destaca la idea de que hombres y mujeres debemos tener oportunidades iguales; pero la condición de la mujer menos que nada desde el imperio romano, nos ha llevado a realizar una lucha diaria por cambiar ese concepto y lograr respeto y congruencia.
En lo que respecta a la legislación mexicana, nuestra Constitución en su artículo 4° nos garantiza igualdad ante la ley entre el varón y la mujer, pero en la práctica eso no es del todo cierto.
Sólo para poner un ejemplo, la costumbre del trabajo doméstico que por fortuna no es ley, respecto a que son las mujeres en general quienes llevan esa carga sin remuneración económica, nos pone en gran desventaja a las mujeres en el mercado económico y además alivia una gran carga de egresos para el Estado mexicano.
El trabajo no remunerado doméstico que realizan también los hombres, pero en menor proporción las mujeres; es sin duda, el principal aporte al funcionamiento de un hogar, de una familia y por supuesto a la sociedad misma.
Imaginemos que quien realiza el trabajo doméstico en casa, siempre tuviera un pago económico por el mismo.
¿Estarían más hombres dispuestos a hacerlo?
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señala que mientras los hombres trabajan hasta 8 horas y media por un sueldo, las mujeres pueden doblar esa cantidad de horas laborables con una parte remunerada y la otra no, y existen millones de mujeres mexicanas que trabajan hasta 10 horas diarias sin recibir un solo peso por ese aporte tan importante a la economía de sus familias y del hogar.
La violencia contra las mujeres es un asunto también toral en la revisión del trabajo diario en búsqueda de justicia y oportunidades para las mujeres, en donde ojo, no se trata de llevar la delantera a los hombres, ni de pensar igual hombres y mujeres.
Acta Divina… El presidente Enrique Peña Nieto reiteró el compromiso de su Administración para promover la igualdad entre hombres y mujeres.
Para advertir… Entre tanta pobreza, la igualdad es un asunto pendiente.
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