Muelle 1
Carlos Alberto Duayhe
Ningún cierre de gobierno es fácil y así parece confirmarlo el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le ha llovido con ganas en la última semana al vincularlo con supuestos fondos irregulares en favor de sus campañas y que lo traen en efecto de ningún buen talante.
Son dos acometidas de medios extranjeros –Propública en enero y el New York Times el jueves anterior- en las que revelan supuestas investigaciones de la DEA al respecto y lo cierto sin presentar prueba alguna, lo que volcó el ánimo del mandatario y los acusa de difamación, calumnias y falsedades.
Como es público el asunto escaló hasta lo más alto de la administración Biden, quien de plano deslindó de cualquier hecho referido a López Obrador, como lo expuso en videoconferencia John Kirby, vocero del Consejo de Seguridad Nacional, pero el golpe, dicho sea de paso, fue dado.
Esto ha generado respuestas de todo orden en favor y en contra del mandatario en redes sociales y en medios convencionales en plena fase electoral para suceder al ahora residente del Palacio Nacional.
Viene este mínimo recuento de hechos debido a que crece la polarización l con razones o denuestos, lo cual ya da lo mismo en medio de una sociedad no impasible en lo general ante lo que viene de marzo a mayo que duran las campañas presidenciales.
Unos contra todo lo que huela a conservador y otros que consideran que se ha vulnerado el equilibrio de poderes y que los programas de atención a sectores vulnerables son para perpetuarse en el poder, poca transparencia de gastos y nulos puntos de coincidencia.
Por supuesto que la élite gubernamental se mueve en pro de su proyecto, partidos, organizaciones sociales, organismos no gubernamentales, medios de comunicación y también los no formales como son organismos empresariales, religiones de todo origen.
En tanto, los temas centrales seguirán después de octubre, de nueva cuenta la inseguridad atroz como se vio en la masacre de Totolapan, Guerrero, con una saña que da pavor como se logró apreciar en un video nada recomendable entre Tlacos y Familia Michoacana.
Al gobierno federal le quedan pocos meses que le permitan ya no enmendar la página de la inseguridad prevaleciente del narcotráfico y anexas que es lo que más preocupa, no obstante sus esfuerzos en atender ese fenómeno desde las causas –nada despreciables- pero con exiguos resultados hasta ahora.
Por consiguiente a ver que proponen las y el aspirante a la presidencia, qué están haciendo sus equipos más allá de transformadores y conservadores, agenda abierta que sigue y seguirá pues.
Atraques
1. En ciertos sectores de la Ciudad de México se han dejado sentir temblores de mediana magnitud que cimbran a veces por instantes o minutos a edificios y casas, muchas afectadas y que tienen en vilo a los habitantes. Absurdo señalar que van de la Delegación Magdalena hasta la avenida Revolución, como dijo un reportero de televisión.
2. Sean efectivos del ejército o constructoras, urge el mantenimiento de carreteras, muchas en pésimas condiciones de circulación.
3. Los antiguos jefe policiacos conocían muy bien el dicho ese entre ellos: si quieres llegar a viejo, hazte…tarugo. Y vaya que sigue vigente y más en policías estatales y locales.