POR GUILLERMO C. ZETINA
López Obrador tiene 36 años de lucha por ser presidente. Hace 18 años compitió por primera vez y ganó, pero le hicieron fraude; la perseverancia ha sido su marca. Hoy, en 143 días, ha dilapidado casi todo. Como presidente ha sido un fracaso, un fiasco, una amenaza, un petardo, un mandatario fallido. No mentir, no traicionar, no robar, había dicho. Ha mentido casi todos los días (mañaneras); ha traicionado principios al perdonar a corruptos y caer en manos de la mafia del poder; ha tolerado la corrupción (licitaciones dirigidas a los cuates) que es una forma de robar. Este ganso se cansó antes de los cinco meses. Es un presidente peligroso.
En los días recientes, ante una ola de críticas cada vez más severas y masivas por sus yerros, el presidente ha entrado en una fase directa de confrontación. Ya amaga directamente; se refiere genéricamente a “conservadores” y “neoliberales”, pero en realidad lanza madrazos a todos. No tolera ninguna discrepancia. NINGUNA. Contra el periódico Reforma ya va de frente, con todo: si no rectifica las críticas a su gobierno terminará como un pasquín. Sin recato, sin pudor, con la fuerza abusiva de la investidura. Antes, con el presidente de la Comisión Reguladora de Energía, había dado una muestrecita de sus puños. Lo domó después de humillarlo y obligarlo a pedirle perdón.
(Un tip a López Obrador, a propósito de su lucha por borrar a Reforma del mapa: Peña Nieto, en el esplendor del poder, le dio duro a Aristegui por haberlo encuerado con lo de la Casa Blanca. Casi la extingue, pero no. Ahora Carmen resucita dispuesta a poner las cuentas a mano. El presidente puede intentar silenciar para siempre a Reforma. Pero no creo que históricamente gane ese pleito).
Para mí, López Obrador se está dando cuenta que no puede con el paquete llamado México. Que una cosa es mentar madre al gobierno desde afuera, en la comodidad del no-hacer-nada, a dirigir un conjunto de 130 millones de personas que exigen, porque Peña Nieto y los anteriores las dejaron más que lastimadas. Cerrar pozos, cerrar Paseos de la Reforma, hacer mítines, declarar explosivamente contra todo el gobierno, es más fácil que ponerse a trabajar, estudiar, analizar cómo sacar al ganso de la barranca… Por eso lo noto como el clásico animal herido, echando mandarriazos al que ve cerca. Como un auténtico ganso en aparador.
El presidente no entiende que el aeropuerto en Santa Lucía es una guasa. (Hoy cuesta construirlo 78,500 millones de pesos; hace unos meses valía 70,342. No es capaz de aceptar esta realidad). No entiende que la regó con eso del perdón por la Conquista española. No acepta que la cajeteó eliminando el Consejo de Turismo y que ya comenzó el declive de esa otrora creciente industria. No entiende que dejó pésimo sabor de boca la compra –entre cuates- de las pipas para Pemex que, por cierto, son hasta hoy fantasmas para muchos; no asimila que la regó por coquetear con el gorila Maduro; no entiende que se equivocó por poner como CEO de Pemex a su cuate el agrónomo feliz; que en Tabasco también la cag… poniendo a su cuate Adán Augusto de gobernador y ya lo tabasqueños empiezan a reaccionar contra él, etc.
Sin duda, Amlo es ya un record Guinness por sus regadas como presidente. El cascabel lo puso el periodista mexicano avecindado en EU, Jorge Ramos. Con sus propios números hizo que Amlo se convirtiese en hazme reír nacional. Aunque diga que tiene “sus propios datos” que, por cierto, hasta hoy no ha dado. Es célebre el desfiguro del tabasqueño. Otro oso del tamaño del mundo fue el famoso memorándum para violar la ley educativa. Un presidente constitucional pidiendo a sus empleados que no acaten las leyes vigentes. Habrase visto…
No entiendo lo que pasa en los grupos magisteriales. Se supone que el SNTE es el grupo que la ley reconoce en el ámbito laboral educativo. Y resulta que el secretario de Educación se ha reunido, creo, una sola vez con ellos. Pero se ha juntado 4 o 5 veces con los delincuentes de la CNTE. ¡Que alguien me explique!… La CNTE toma el Congreso y secuestra a senadores y diputados, se adueña de calles, carreteras y vías férreas. Y se da el taco de reprobar a Amlo…Ya no entiendo….
Por favor, su ayuda: Amlo ha ido cuatro veces a Veracruz, la más reciente la semana pasada. Creí que iba a juntar su hombro con los deudos de Minatitlán. Pero no: fue a alzarle la mano a su protegido el gobernador, que por cierto no da una. ¿Cuál pueblo pobre, presidente?…
Otra pifia pa la historia: Amlo quiere acabar con la vetusta, corrompida y cancerosa cosa sindical llamada CTM. ¡Qué alivio!. Pero casi me muero cuando me entero que quien formará la novedosa, juvenil y revolucionaria central obrera de Amlo será nada menos que el ficha roja de Interpol Napito. Deveras, no entiendo nada…
Ya ni mencionar el nauseabundo caso de la esposa de su constructor de cabecera, Rioboo, quien ya es ministra de la Corte, nada más. Aunque los ministros estén que trinan por dentro. Y el pancho nacional por el desabasto de gasolina. Y ese otro Frankestein que armó el tabasqueño y que le llama Guardia Nacional, cuando debiera ser Guardia Militar Nacional. Este es otro tema que nos dará mucho de qué hablar. Y temblar…
Y mientras miles de burócratas corridos rumian su suerte y muchos en silencio se dan golpes en la pared por haber votado por el macuspano, el presidente se da el lujo de volver a poner en Puebla como candidato al gobierno a un tipo corrupto y odiado por los poblanos. Todo por agradar a la facinerosa lideresa de su partido,. Pobre Puebla: no les bastó un Gober Precioso. Ahora tienen un Candidato Precioso y va para Gober Precioso II. Ya ni se diga cómo les cayó a esos burócratas sin chamba saber que Amlo devolvió las escoltas a los ex presidentes Fox y Calderón porque andaban desprotegidos los pobres…
López Obrador agarró la cantaleta de culpar de todo al pasado. A los conservadores, a los neoliberales. Es la salida más fácil que se le ocurrió para seguir flotando como presidente. Si su gato se hace pipí, fue culpa del pasado; si está nublado o hay sol, también. Si el país se le deshace entre las manos, también. La Ocurrencia Genial, diría yo.
Tercer apagón, tercero, de la CFE en el sureste del país. (¿le suena a Venezuela?). Pero ya sabemos que fue culpa de conservadores y neoliberales. No preocuparse pues…
Ya en serio: El primer trimestre de Amlo fue el más violento de la historia del México independiente. El desempleo, peor que hace 2 años. Y ahora nos dice el presidente que en 6 meses se acaba la violencia. O sea: ¿mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre seguirá el baño de sangre, mientras López Obrador se acomoda?…
Termino esto con la cita del ilustre pensador Arne aus den Ruthen: “No es amlofobia. Simplemente tenemos un presidente idiota”.
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