Estimado amigo; después de varias semanas de no publicar mi columna Entre Paréntesis por razones de salud, que afortunadamente ya están superadas, nuevamente me incorporo a estas páginas de Latitud Megalópolis.
Y me encuentro que el sombrío panorama de inicio de año, no ha cambiado, sino por el contrario se ve más perturbador que nunca.
Por una parte las amenazas trumpianas se acumulan, y por otra las tentaciones despóticas se ven cada vez más descaradas.
Como el intento de censura, producto de la iniciativa de reforma en telecomunicaciones, como la nueva afrenta que nuestra democracia recibe, teniendo como pretexto o telón de fondo un mensaje xenófobo de la secretaria del interior de nuestro vecino del norte, Kristi Noem, en la que califica de delincuentes a los migrantes que proceden de nuestro país y los amenaza a no intentar cruzar su frontera, so pena de ser detenidos y tratados como criminales, al culparlos de todos los males habidos y por haber en aquel país.
Este insultante mensaje se reprodujo en medios, principalmente Televisa, lo que propició la inmejorable excusa y desgarre de vestiduras, que Sheinbaum, rápida y veloz, aprovechó para promover una modificación de la ley “ para prohibir que gobiernos extranjeros puedan hacer propaganda política o ideológica en nuestro país”.
Sin embargo, su defensa patriotera no se constriñó a la prohibición anunciada, sino por el contrario se fue a fondo y se aprovechó de la confusión y mando al legislativo dominado por lacayos, todo un cuerpo legislativo de una nueva ley de Telecomunicaciones en la que entre otra cosas le da facultades omnímodas a esa cosa llamada Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones para sacar del aire cualquier plataforma digital que, por su contenido, les fuera adverso o incómodo, sin mayor voluntad que la del titular de dicha agencia, que con dicha facultad se convierte en un auténtico Torquemada de la libertad de expresión, pues bajo su” criterio” se determinaría qué plataformas cumplen con las disposiciones y obligaciones previstas en la normativa.
De manera que, sin más ni más, cualquier plataforma o concesión que no se pliegue a la voluntad oficial, será cancelada si se considere incómodo o crítico para el gobierno, aduciendo cualquier falta al bodrio legislativo, creando de esta manera un órgano censor del estado, para preservar la verdad única que la sociedad debe aceptar, cancelando con ello cualquier viso de libertad de expresión y poniendo un clavo más a la ataúd de nuestra democracia, como ya lo hicieron con la división de poderes y el estado de derecho, que bajo semejantes argucias desaparecieron para concentrar el poder en uno solo, el ejecutivo.
Sin embargo, el ruido provocado por semejante engendro, obligó a Sheinbaum a poner un impasse y en apariencia, revisar la legislación de marras, para escuchar a la oposición, de manera tal que, por ahora, todavía hay libertad de expresión. Sin que sea una garantía que se preserve este sagrado derecho, pues es bien sabido, que con gobernantes déspotas y autoritarios nada está a salvo y menos aquellos derechos que son contrarios a sus intereses.
Entre paréntesis; como es costumbre desde que esa cosa llamada Morena llegó al poder, cualquier crítica se contesta con ataques y descalificaciones, como la hace Sheinbaum a los duros señalamientos que hace el ex presidente, Ernesto Zedillo, en Letras Libres y Nexos, cuando afirma que la democracia en México ha muerto. Sostiene: “esto es terrible, es un ataque frontal y decisivo contra la democracia que con trabajos construimos los mexicanos”, refiriéndose así a la contra Reforma Judicial que propuso la elección de jueces, magistrados y ministros. “Podemos revisar el libro de texto y decir: ¿qué se requiere para tener una democracia? ¿Cuáles son sus elementos? Necesita usted elecciones limpias, juzgadas, sancionadas, organizadas por órganos independientes; necesita usted de Estado de Derecho, necesita usted de un Poder Judicial independiente. Chequen cada uno de estos puntos y díganme por favor si existen en Mexico. Mi respuesta es no”.
Lamentablemente tiene razón el ex presidente. Hoy no tenemos división de poderes y menos vamos a tener un mejor Estado de Derecho, por el contrario, al atentar contra la independencia judicial y la autonomía en el Poder Judicial se degradó el Estado de Derecho y se debilitó el equilibrio de poderes.
La elección de jueces, magistrados y ministros resulta en toda una farsa digna de una subdesarrollada nación, que recurre a patrañas de tal naturaleza para maquillar y maquilar una supuesta democracia y como Sheinbaum grita a los cuatro vientos: “México es el país más democrático del mundo”.
Lo que a todas luces es una enorme mentira, lo que me recuerda que los países menos democráticos que hay y han habido hacen gala de la democracia como si lo fueran.
La antigua República Democrática Alemana (RDA) es el claro ejemplo de la enorme paradoja que representaba. Qué podía tener de demócrata esta república si tenia secuestrados a sus habitantes, quienes carecían de cualquier libertad; pero eso sí, sus déspotas y criminales dirigentes gritaban a vos en cuello lo demócratas que eran.
¡Vaya burla de la que hacían gala! Al igual que Maduro lo hace en Venezuela o Díaz Canel en Cuba, que se dicen expresión misma de la vocación democrática de estos pueblos. De risa loca.
Así está Sheinbaum y su país imaginario de rebosante democracia. La realidad es otra y se refiere a que vamos a pasos agigantados a una tiranía despótica y una “ democracia” bananera, donde la mentira y la farsa se hacen pasar por verdad absoluta. Conculcando la libertad de expresión y de pensar. El paraíso de los dictadores de la más pútrida izquierda. ¡Verdugos de sus pueblos!
PD. El nefasto Gertz Manero una vez más da muestras de su personalidad servil y lacaya, y resuelve que el rancho ubicado en Teuchitlán, Jalisco no era un sitio de incineración humana del Cartel Jalisco Nueva Generación, con lo cual se da carpetazo y se archiva el expediente. Y los señalamientos de la madres buscadoras se quedan como unas mentirosas. Faltaba más.
PD 2. Y Sheinbaum ante la andanada que propició Zedillo, recurre al sobrado tema del Fobaproa para descalificar al ex presidente. Lo que no dice es que los costos del Fobraproa se siguen pagando y que el desgobierno del corrupto de López y de ella misma lo siguen cubriendo. ¿Entonces de qué se asusta?
Hipocresía y mediocridad.