Lilia Arellano.
“El cambio con rumbo y con responsabilidad no puede esperar”: Luis Donaldo Colosio.
• Tentaciones peligrosas
• Un fraude electoral en Edomex generaría revuelta civil
• Delfina Gómez se impone en el 2do. debate del IEEM
• Vapulean por tercera ocasión a Alfredo del Mazo Maza
• Corrupción factor de hundimiento de Josefina Vázquez
• Juan Zepeda niega poder declinar a favor de MORENA
• El PT de Oscar González hace el “trabajo sucio” al PRI
• Miguel Ángel Mancera, desde Conago va contra AMLO
Ciudad de México, 10 de mayo de 2017.- El denominado Grupo Atlacomulco y las administraciones del presidente Enrique Peña Nieto, en particular, y del gobernador mexiquense Eruviel Ávila Villegas, deben medirle bien al agua a los camotes antes de caer en la tentación de ejecutar un fraude electoral para impedir el triunfo de Delfina Gómez Álvarez, candidata de Morena al gobierno del Estado de México. Son tan evidentes y permanentes las muestras de la ventaja de la candidata de Morena, que esta tarea en términos normales de conducción de procesos electorales se antojaría imposible, aunque para quienes están acostumbrados a llegar al poder a toda costa no existen impedimentos y, para ello, lo han demostrado, nada mejor que abrir las chequeras, para eso también sirve el dinero y no hay límites si éste es el ajeno, el proveniente de los impuestos ciudadanos.
Se resalta en estos momentos que el horno no está para bollos en la entidad mexiquense, la cual se encuentra sumida en la inseguridad, vapuleada por el narcotráfico, azotada por una corrupción escandalosa, grosera a los ojos de los habitantes y llegada hasta la residencia oficial de Los Pinos, con una población depauperada por la caída del ingreso en la última década, lo cual se convierte en una mezcla peligrosa, de profunda tensión política y puede despertar el México Bronco. Las señales ya se dieron en los conflictos de Atenco, tras la masacre en Tlatlaya, en la disputa por la instalación y los negocios del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, e incluso se mostró al final del segundo debate de los aspirantes a la primera magistratura del Edomex, a las afueras del Instituto Electoral del Estado de México.
La próxima elección en el Estado de México tiene una importancia fundamental para el futuro de todo el país. Los más de once millones de electores mexiquenses habrán de decidir no sólo quién los gobernará el próximo sexenio, sino construirán un sólido escalón hacia la Presidencia de la República en los comicios del 2018. La entidad es la tierra de Peña Nieto, representa seguramente la última oportunidad de sobrevivencia para su grupo político y sus intereses económicos, y determinará con mucho su decisión sobre quién será el candidato del PRI que pretenderá sucederlo el año próximo, la cual en estos momentos todo apunta al reprobado ex secretario de Hacienda y actual aprendiz de canciller Luis Videgaray, sin descartar al apurado y restringido secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien se encuentra entre la espada y la pared por la incontenible violencia registrada en diversas entidades del país y las negociaciones, fuera de su esfera de influencia, para entregar a jefes de cárteles criminales y a ex compañeros de su partido y ex gobernadores atrapados en sus propias redes de intereses y corrupción.
Está en serio peligro para el PRI la gubernatura mexiquense por las pésimas administraciones priístas, cuya característica común es la corrupción y el enriquecimiento personal y familiar a expensas de los recursos tributarios, desde Arturo Montiel, EPN y Eruviel Ávila Villegas, en este siglo, como con los mandatarios últimos del siglo XX: César Camacho Quiroz, Emilio Chuayffet Chemor, Ignacio Pichardo Pagaza, Mario Ramón Beteta, Alfredo Baranda García y Alfredo del Mazo González, padre del actual candidato del PRI, Alfredo del Mazo Maza, se ha venido enmarcando paralización y retroceso para los habitantes de ese otrora industrializado estado. Toda una estirpe de corrupción y grandes negocios al amparo del poder es lo registrado. El resultado es una entidad con grandes recursos y con la mayoría de la población pobre, sumida en la inseguridad y el desorden, lo cual fue exhibido en el segundo y último debate entre los seis aspirantes a suceder a Ávila Villegas.
Delfina Gómez Álvarez, candidata de Morena, en su calidad de puntera, como la ubican la mayoría de los sondeos sobre intención del voto, aún incluso los elaborados por órdenes del PRI y de Los Pinos, fue el centro de los ataques de sus adversarios la noche del martes pasado, los cuales dejaron totalmente de lado las propuestas y proyectos de los aspirantes que, en teoría, se deberían de exponer en este ejercicio presuntamente democrático. Las respuestas de la maestra resultaron geniales frente a la posición adoptada por una izquierda gastada y que, al igual que el PRI y el PAN, se encuentra en una posición insalvable y la exhibición de corruptelas de sobra conocidas.
El primazo de Peña Nieto nuevamente exhibió su nula capacidad intelectual al acusar la falta de experiencia de la maestra morenista para administrar un estado tan complejo y quiso espantar con el petate del muerto al señalar que su triunfo afectaría las inversiones hacia el país y la marcha económica de éste, generando devaluación. Sus ataques, incluso la acusación de uso del dinero de los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco para financiar la agrupación política de Higinio Martínez, no dieron en el blanco. La respuesta de Gómez Álvarez lo barrió: “En efecto, reconozco que no tengo experiencia para robar, traicionar o mentir, como lo han hecho ustedes durante 90 años”. Pero, tras analizar lo dicho por Alfredititito, queda perfectamente clara la importancia de esas elecciones al darle a la Gómez estatura para afectar, desde una de las 21 gubernaturas, todo el esquema de inversiones y marcha económica nacional. Acepta tácitamente lo fundamental que es para su grupo no perder y, por ende, también confirma la disposición de hacer lo que tengan que hacer, violar lo que se tenga que violar, con tal de garantizar su existencia dentro del poder.
Josefina Vázquez Mota, del PAN y ya ubicada hasta el cuarto lugar en las preferencia del voto, no pudo enganchar con sus ataques a Gómez Álvarez por lo cual arremetió contra Del Mazo Maza. Recordó que en su gestión como presidente Municipal de Huixquilucan protegió a grupos del crimen organizado e hizo de esa jurisdicción “un narcoparaíso”, entre 2009 y 2012. Ejemplificó que en 2010 fue detenido en ese municipio José Gerardo Álvarez Vázquez, “El Indio”, uno de los principales operadores de los Beltrán Leyva; y en 2011 fue detenido José Jorge Balderas Garza, “El JJ”, implicado en el intento de homicidio del futbolista Salvador Cabañas. El priísta no negó las acusaciones, pero reviró que la responsabilidad del combate al crimen organizado era del gobierno federal, entonces en manos del panista Felipe Calderón. La respuesta cimbró a Alejandra de la Sota, quien fue estratega de comunicación del “hijo desobediente” y ahora trabaja para Del Mazo en su “cuarto de guerra”. Habremos de recordar es Huixquilucan la cuna del narcotráfico en el centro del país y sus alcaldes han cruzado la línea y, de autoridad, se convirtieron en cómplices y hasta en lavadólares.
Alfredo del Mazo Maza fue vapuleado por segunda vez. Resultó ser la piñata del debate. La abanderada de Morena le echo en cara el gasolinazo; los aspirantes del PAN y PRD cuestionaron sus vínculos con las empresas de escándalos internacionales como OHL, acusada en tribunales de varios países de actos de corrupción en obras emblemáticas de las administraciones del PRI en el Edomex. Hasta la independiente Teresa Castell le señaló el “chaleco barato” que porta en los eventos de campaña y que no convence a nadie. El abanderado del PT, Oscar González, fue quien mejor lo trató. Cuando no lo enfocaban las cámaras, Del Mazo Maza consultó en varias ocasiones los documentos del abanderado petista. Y al parecer a la candidata “independiente” Teresa Castell también le llegaron al precio pues se dedicó a atacar a Gómez Álvarez, señalando “Delfina divide a los mexiquenses”.
El perredista Juan Zepeda destacó su negativa a declinar a favor de Gómez Álvarez, lo cual dificulta el triunfo de Morena pero lo ensalza al dejar el lastre político representado por la dirigencia de Alejandra Barrales y las tribus comandadas por “los chuchos”. No obstante, al final, Gómez Álvarez reiteró su invitación a Zepeda a que decline a favor de su proyecto. Del PT, Oscar González, no se metió a la pelea en el debate, pero sus seguidores si en las afueras del IEEM atacando a los morenistas, haciendo el trabajo sucio para el cual siempre son contratados por el PRI. Ahora les pagaron 250 pesos. Las porras de los morenistas y petistas llegaron hasta los golpes. Los petistas se concentraron en provocar a los seguidores de Delfina, pero ya no cayeron en el juego. La izquierda mexiquense se mostró dividida en tres, rijosa, confrontada. Se lanzaron miradas retadoras, cruzaron mentadas de madre a fuerza de chiflidos e incluso empujones entre ellos.
De hecho, la verdadera pelea se dio fuera de cámaras: un grupo de morenistas se plantó frente a la camioneta de Josefina Vázquez Mota con pancartas. Le reclamaron eran trabajadoras del ayuntamiento de Texcoco y explicaron que el descuento que les aplicaron a sus salarios fue a un fondo de ahorro y no para financiar a organización política alguna. “¡Eres una mentirosa y corrupta!”, le gritaron. Reprocharon al perredista Juan Zepeda por negarse a declinar. Los seguidores de Delfina le gritaron: “¡Vendido! ¿Cuánto te dio el gobierno para no declinar?”. La camioneta de Alfredo del Mazo Maza fue rodeada por los simpatizantes de Morena, quienes golpearon el toldo con las palmas de las manos, al grito de “¡Ratero! ¡Te vamos a ganar!”. También rodearon la camioneta del peor y más limitado dirigente que haya tenido el PRI, Enrique Ochoa, y golpearon con sus banderolas al vehículo.
Ni los Ángeles Azules y la Sonora Dinamita lograron despertar ánimo entre los priístas mexiquenses cuya dirigencia local programó una gran fiesta porque esperaban celebrar el triunfo de su candidato en el segundo debate. Después de seguir el evento, seguidores de antaño quienes todavía dudaban sobre el peso perdido de su partido, del tricolor, y aún inseguros de poder llevar a cabo un cambio en el gobierno con beneficios eliminados durante los últimos mandatos, mostraron rostros serios, adustos. La derrota se sentía, se percibe, incluso, entre las nuevas militancias y con las masas contratadas. Dirigentes, estrategas, familiares y amigos de Alfredo del Mazo Maza se encerraron a tratar de descifrar lo ocurrido. Aún no terminan ese análisis…
MANCERA Y EL JUEGO SUCIO CONTRA AMLO
Dentro del juego sucio para impedir el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la cada vez más cercana elección presidencial del 2018 se inscribió con fuerza el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, luego de ser ungido por los gobernadores priístas como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Desde entonces, no ha parado de hacer declaraciones a medios de comunicación enfatizando el mensaje de que él si puede ganarle al dirigente nacional de Morena en la contienda federal próxima –ya que el PRI y el PAN no-, aunque todos los sondeos sobre la intención del voto digan lo contrario y exhiban que ni siquiera sería capaz de ganar en la capital de la República, como sucedió en los comicios locales pasados, en donde los morenistas le comieron todo el mandado.
Siguiendo el mismo guión proporcionado a la dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales, ex pareja del actual mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera sostuvo en una entrevista radiofónica del grupo Televisa que con el apoyo de la gente y bajo un proyecto -sin especificar cuál- por México que convoque a partidos de izquierda y sociedad civil, podría obtener el triunfo. “De aquí a agosto si se puede construir ese proyecto. ¿Qué es construir este proyecto?, no es nada más ahí les voy, no, es construir el proyecto. Si se puede construir este proyecto, yo creo que puede ser bien importante, pero tiene que convocar, tiene que ser de una convocatoria”, intentó explicar al público radiofónico.
De nuevo al querer expresar aquello que ni se siente ni se piensa, los políticos se tropiezan y en el caso de Mancera no está claro si lo que pretende es presentar una convocatoria o un proyecto y si lo primero lleva consigo el acercamiento de planteamientos para poder desarrollar lo segundo o si se trata de una farsa para después aterrizar en una imposición. En lo que si fue muy claro es que buscará la Presidencia de la República en 2018. “Si, la voy a buscar, no tengo ninguna duda”, aseguró.
Ricardo Monreal, jefe delegacional en Cuauhtémoc, le pidió este miércoles a Mancera unirse para transformar México. “En el momento histórico en qué vivimos debemos abandonar toda mezquindad, todo regateo para unir nuestra aspiración y esperanza por una ciudad mejor. Usted representa una corriente importante para las fuerzas progresistas y liberales de izquierda en las cuales puede influir de manera determinante para caminar juntos y transformar al país”, señaló en la presentación de nuevas instalaciones del Campamento La Ronda.
Sin embargo el mandatario capitalino respondió que Monreal y él tienen proyectos distintos. “Creo que estábamos hablando de dos proyectos, yo también hablo de esta necesidad de que se sumen a un proyecto grande que ya estaremos platicando”, dijo el actual presidente de Conago en una entrevista posterior. ¿Quién pierde más? ¿Quién, sin tener reunidos requisitos y respaldos, apuesta a lo imposible?
DE LOS PASILLOS
Ya tenemos fiscal para delitos contra libertad de expresión, ahora sólo falta ver si sirve de algo. El titular del PGR, Raúl Cervantes Andrade, designó a Ricardo Sánchez Pérez del Pozo como nuevo titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle). De entrada, su historial académico causa dudas: es licenciado en derecho por la Escuela Libre de Derecha, perdón, de Derecho, la misma de donde egresaron Felipe Calderón, Margarita Zavala, Javier Lozano Alarcón, y los ministros de la SCJN: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge María Pardo Rebolledo, y José Fernando Franco González. También cuenta con estudios en derecho internacional y derechos humanos por la Universidad de Northwestern en Chicago, Estados Unidos. Asimismo, su trayectoria profesional genera muchas interrogantes: director general de atención y seguimiento a recomendaciones y conciliaciones en materia de derechos humanos de la PGR; director general adjunto en la Unidad de Defensa de los Derechos Humanos de la Segob y asesor en materia de medios de comunicación en la misma dependencia. Según organizaciones internacionales otra de las grandes carencias en nuestro país es el respeto a los Derechos Humanos y, si éstas surgen, es por la falta de resultados, ¿o no?
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