Ayer lunes –tiempo de Inglaterra— la ex primera ministra británica Margaret Thatcher falleció a los 87 años de edad y el suceso revivió la férrea decisión con la que se condujo en varios ámbitos de su vida. Más sobresaldrá en la historia mundial, su manera de conducir la política de su país de 1979 a 1980 con tintes de real liderazgo que para algunos rayaba en la intransigencia y que repercutieron en toda Europa y el mundo.
Una de sus frases más recordadas es aquella que pronunció justo en los primeros meses de su arribo al número 10 de Downing Street en 1979 al pronunciar que “Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa estará más cerca de entender los problemas de dirigir un país”.
La frase no tenía nada de feminista. Simplemente Margaret se defendía de aquellos que le advertían que como mujer, no tenía nada que hacer al frente de la Gran Bretaña y menos entre los líderes hegemónicos mundiales.
El enunciado en cuestión, señalado como manera de auto justificar su mandato, no tenía nada de vacuo y sí mucho de profundidad y complejidad.
En primera instancia, llevar una casa no sólo es cuestión de mujeres, puede ser también asunto de hombres y en varios casos, asunto conjunto. Por lo tanto entender los problemas de cómo administrar un hogar no es exclusivo de algún género humano y tampoco cosa fácil, primero de entender y después de desarrollar.
La complejidad de un núcleo familiar, sus necesidades como grupo o de cada individuo, y la disposición de recursos para enfrentar el presente y hacer proyectos hacia el futuro, contemplando las docenas de vicisitudes que pueden presentarse; a esto, la gran mayoría de nosotros lo tomamos como un experimento y no como un proyecto con dividendos positivos y minimizando el riesgo.
De tal suerte, que aquéllos que logran entender la complicación de vivir en familia sobreponiendo el interés grupal y no el de las unidades, pero manteniendo en balance positivo el bienestar de cada integrante, tiene ya una gran ventaja para sacar adelante muchos otros núcleos sociales.
La “Dama de Hierro”, tomó decisiones difíciles en su tiempo, pero al final de grandes ganancias para la mayoría de sus gobernados.
No se trata de aplaudirle por haber sido una mujer poderosísima entre mayoría de hombres. Sólo se trata de elogiar a Margaret Thatcher por su propio ser.
Acta Divina…La ex primera ministra británica Margaret Thatcher murió este lunes a los 87 años de edad a causa de un ataque de apoplejía,
Para advertir… Son muchos los que vivieron la parte férrea de las decisiones de la Thatcher y hoy no la recuerdan como una gran estadista.
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–Excepcional estadista!! y bien q haya sido mujer, aunq ella no fue feministas y yo tampoco.