Yo Campesino / Fraude electoral
• Tiene razón Xóchitl, el ganso alegará trampa. No entregará el poder a la oposición
*Miguel A. Rocha Valencia*
Claro que el ganso no va a reconocer más ganador en las elecciones de 2024 que a sus candidatos, alegará fraude si ocurriera lo contrario y en ningún momento, cualquiera que sea la circunstancia le entregará la banda presidencial a un personero de la oposición y menos a Xóchitl Gálvez Ruiz. Eso no necesita mayor análisis. El tlatoani tabasqueño no aceptará derrota, primero hunde al país en violencia (más) y lo desestabiliza que aceptar derrota y menos declarar presidenta a la odiada oposición.
Los planes ya están listos, son varios y en ellos se incluyen todas las acciones legales e ilegales para impedir que los neoliberales, los ricos aspiracionistas, los de antes, los de la derecha y cuantos se les sumen puedan recuperar el poder Ejecutivo. Incluso existe estrategia previa a las elecciones para que los morenos y sus rémoras alcancen la mayoría calificada en el Congreso Federal y logren más posiciones de las 20 mil que estarán en juego en 2024, especialmente gubernaturas, alcaldías y las cámaras legislativas locales.
Van en suma, por el carro completo o al menos algo que les garantice mangonear al país y a los mexicanos a su gusto. Insisto no le importa al mesías tropical el método o las formas sino los resultados y para eso tendrá mucho dinero presupuestal para compra de votos, grupos criminales, fuerzas militares y desde luego, instituciones federales y estatales, incluyendo a sus gobernadores con todo y presupuesto y los respectivos consejos o institutos electorales.
Es decir que contra lo que comenta la aspirante opositora Xóchitl Gálvez Ruiz, para que se den sus predicciones de declaratoria de fraude y posterior entrega de banda presidencial, se necesitará pasar por una de las etapas más complicadas en la historia del país donde la democracia será pisoteada como ocurrió en el 2021.
Llegar al escenario donde el machuchón de Palacio Nacional y jefe de campaña de la corcholata morenista declare que las elecciones del año próximo resulten fraudulentas, implicaría que Guadalupe Taddei Zavala, consejera presidenta del INE defendiera de verdad los resultados, pero le debe facturas al caudillo y podría llegar la hora de pagar.
Si no lo hiciera, sería acusada de traidora y cómplice, se le iría toda la jauría encima y como casi es de casa seguramente le conocen las entretelas para amenazarla y… Aun si la Taddei defendiera la institución, ya hemos visto que a la chachalaca macuspanense no se le puede alegar que la ley es la ley porque la única norma que vale es la que sale de su ronco pecho y lo sostendría incluso insisto, por la fuerza al fin y al cabo es el jefe máximo.
De tal suerte que no doña Xóchitl, el tlatoani no está preparando una estrategia, es su estilo, no reconoce más triunfos que los suyos y como si fuera de Jalisco, cuando pierde arrebata, no se mide, es un delincuente electoral consumado, de eso ha vivido siempre y de manera impune. Por eso que ni sueñe con que, si le entregó el palo de mando a su corcholata, a ella, una representante de la derecha aspiracionista le va a entregar la banda presidencial, eso ni en el mejor de los sueños democráticos.
Si intentó impedir que a Felipe Calderón se la diera uno de su propio partido, Vicente Fox, con mayor razón él para quien sería no sólo un agravio sino algo impensable, simplemente no lo haría, no lo hará, aunque el INE declarara vencedora a la hidalguense. Así que, desde hoy a preparar estrategias, resistencias y todo lo que sea necesario porque lo que viene va a ser inédito, pero esperado, es predecible, lo que no sabemos es la dimensión de los acontecimientos que se van a derivar de la obsesión del caudillo por conservar el poder a como dé lugar.
Lo cierto es que el ganso no va a entregar el poder presidencial por las buenas ni por las malas a la oposición. Eso traerá escenarios inéditos que ni siquiera me atrevo a mencionar, pero sin duda dejarán honda huella entre los mexicanos ya que seguramente implicará confrontaciones donde la violencia podría hacerse presente, al mesías no le importará, pero ojalá no surja desde las instituciones.