Anahí García Jáquez
Nueva York. 1975. Leo Hertzberg compra un cuadro en una galería y se hace amigo de Bill Weschler, el creador de dicha obra. A partir de ahí sus caminos y sus entornos se entrelazan llevándolos a compartir alegrías y desdichas.
Todo cuanto amé es un trabajo de la escritora estadounidense Siri Hustvedt, y es un relato acerca de la interacción de dos familias que residen en el barrio de Soho, en Manhattan, el cual es un lugar conocido por su vibra bohemia y su ambiente cultural. Y son justo estas características las que hacen que sea el ambiente idóneo para situar ahí esta trama, pues sus personajes se desenvuelven en ese medio.
El narrador de la historia es Leo, un crítico de arte que conoce a Bill, un artista hasta ese momento desconocido que, en el transcurso de la trama, se irá haciendo de un nombre en la escena de las artes plásticas. A la par de ello, entre estos hombres se dará de forma natural una amistad que involucra a las mujeres que los rodean: la poetisa Lucille y la modelo Violet, esposa y amante de Bill, respectivamente, y la profesora y crítica literaria Erica, esposa de Leo.
Los dos matrimonios se vuelven vecinos y las esposas quedan embarazadas casi al mismo tiempo, por lo que Matthew, hijo de Leo y Mark, hijo de Bill, son compañeros de juego prácticamente desde antes de nacer.
A lo largo de la lectura de este texto, cuya historia abarca 25 años de la vida de los personajes, el lector es testigo del surgimiento de estos lazos así como de la solidez que van adquiriendo con el paso del tiempo, alimentados con la afinidad que viene de sus profesiones, así como la admiración por el talento de cada uno. Así también, podemos ver el crecimiento y desarrollo de estas familias, el cual se ve trastocado por un suceso trágico que afecta el presente y el futuro de todos ellos.
Es este marco el propicio para que la autora toque varios temas aparte de la amistad, que sería el más importante, de los cuales se destaca el amor hacia la familia, la crianza de los hijos, las altas y bajas de las relaciones de pareja, la pérdida y el correspondiente duelo, la evolución de los seres humanos, la mortalidad, la salud mental y el dolor.
Este texto se divide en tres partes en las que Leo nos va llevando por este pequeño universo donde cohabitan seres tanto sensibles como intelectuales, por lo que el lector descubrirá los contrastes entre lo artístico y lo académico a través del quehacer y las personalidades de quienes se dedican a ello, pero la autora se va más hacia el mundo del arte y nos muestra el interior del mismo, esto es, las personas que lo consumen y lo coleccionan, los críticos y el reconocimiento que le dan a las obras, la fama y sus efectos, recurriendo a las descripciones largas y detalladas que podrían abrumar a uno que otro lector.
Todo cuanto amé es una de esas historias que se pueden llamar intimistas que se cuentan con un ritmo pausado y cierta elegancia, pero que por momentos cobran una intensidad inesperada, pues llega un punto que se convierte en una especie de thriller psicológico, debido al rumbo que toma la anécdota y el tono oscuro que la autora decide darle. Los personajes se sienten muy reales y es por ello que el lector sentirá simpatía por Leo, este cronista que nos abre la puerta a su círculo construido por él en el que su gente, que se percibe como perteneciente a otro nivel, goza y sufre igual que cualquiera.
Todo cuanto amé. Siri Hustvedt. 2003. Editorial Seix Barral.