Llamó mi atención, cómo es que en ocasiones por la máxima de cubrir la nota y obtener la información, quienes nos dedicamos a transmitirla, ponemos en serio riesgo a los protagonistas de la misma.
El lunes pasado por la mañana –como no es mi costumbre–, prendí mi televisor y sintonicé un noticiero matutino. De pronto en la pantalla apareció un hermoso pequeño, vestido de azul, sentado sobre unas rocas y sosteniendo una especie de morral escolar; a quien micrófono en mano, un periodista presentaba y cuestionaba en enlace directo hasta el estudio.Santiago Ocampo fue el único niño que se presentó a la escuela alternativa que las autoridades de Michoacán ofrecieron en la comunidad La Injertada, vecina de Nueva Jerusalén en donde el grupo religioso que está por encima de todo y de todos, incluso de la ley –entre otras linduras–, decidió que la instrucción pública no cabe entre sus seguidores para lo cual, destruyó las escuelas existentes.Es atroz que ninguna autoridad estatal, ni federal; hayan podido hasta ahora, retomar el control constitucional de la Nueva Jerusalén y dejar indefensos a decenas de pobladores que siguen bajo las órdenes y sentencias fanáticas de un tal Martín de Tours.Igual de atroz, es que varias cadenas de Televisión, expusieran al pequeño Santiago Ocampo como el único pequeño estudiante que con su asistencia a las afueras de la escuela alterna de la Nueva Jerusalén; en La Injertada, desafiara a quienes en su poblado advertían de quemar las aulas y a quienes en estas se encontraran.La inocencia y candor que Santi mostró el lunes de esta semana a través de las cámaras que lo grabaron; fueron trastocadas antes que cualquier furia o manotazo se desatara dentro del poblado en que habita. Da terror imaginar las últimas horas que ha vivido Santiago y su familia desde aquél momento en que sin ningún protagonismo llegó fuera del inmueble en donde se le ofertaba de nuevo la posibilidad de aprender a leer y a escribir, y que ahora se identifica como el único desafiante a los dictados de De Tours y sus seguidores.Entre tanto, el gobernador de Michoacán, el perredista Fausto Vallejo, sólo atina a decir que en cuanto a quienes destruyeron las escuelas dentro de la Nueva Jerusalén para evitar la instrucción pública; aún no hay detenidos pues la investigación lleva tiempo. Y también, desde su silla de gobierno, solicita Vallejo –también ante las cámaras, con la experiencia del escaparate público que conforman–, que no se exponga a los niños en el desahogo de este conflicto.Los niños de la Nueva Jerusalén por el olvido y otros intereses, ya han sido expuestos desde hace muchos, muchos años, señor Vallejo; y por lo mismo, decenas de ellos ahora viven fuera de la ley.Acta Divina…El gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo dijo no querer “michoacanazos” por lo que afirma que marchan lento las investigaciones para aprender a los responsables intelectuales y materiales de la destrucción de escuelas en la Nueva Jerusalén.actapublica@gmail.com