A medida que la pobreza ha polarizado a nuestra sociedad, los regímenes políticos de los últimos veinte años en México han dejado de ser monolíticos, todopoderosos y verticales.
Es decir, se ha perdido la preeminencia del Poder Ejecutivo sobre los otros poderes, la opinión pública, los medios independientes y los gobiernos estatales.
Subsisten todavía las preferencias “en lo oscurito” para recomendar ante los poderes foráneos, en un proceso de feedback, donde muchas veces de afuera es donde se manda, que gruesos flujos de presupuesto beneficien más a un cuerpo que a otro en la Administración.
Este fenómeno es el que ahora se observa en las Fuerzas Armadas. Para el Ejército, las tareas más ingratas del combate a la delincuencia, la fajina de la tropa y la vergüenza de dar la cara ante la sociedad apechugando cualquier error del Ejecutivo.
Para la Armada, las fuerzas de la Marina en especial, hoy engalanadas con el arribo de una generación de borderlines de gala azul y blanca, llegados a los puestos de mando, diplomados desde las escuelas de contraespionaje estadounidenses –tipo Annapolis– ¡todo y más! Son ahora los preferidos.
Total, con la complicidad interesada de Luis Videgaray se repite el juego del calderonato, donde el favorito Genaro García Luna daba y repartía a las Fuerzas Armadas ¡desde la Secretaría civil de Seguridad Pública! Y luego se quejan de las comparaciones con el borrachín descocado.
Por cierto, ¿Cuándo se juzgará al bribón de García Luna, hoy asoleándose el ombligo en Miami? Durante la gira a Francia, Peña Nieto tendrá que responder ante la violación de los derechos de Florence Cassez.
¿Qué va a decir el Ejecutivo? ¿Que se aprovecharon de las debilidades y favoritismos del incróspido Calderón? ¿Que el gobierno le sigue dando contratos a su empresa Tradeco? ¿Que maneja las influencias y su constante enriquecimiento a control remoto?
¿Que uno de los enlaces sigue siendo un protegido del traidor Zedillo?
¿Qué va a balbucear Peña cuando le pregunten?
El poder les sirve sólo para robar y robar
Et maintenant, el avance de la pobreza pulveriza la representación política, pues al fragmentarse ésta en más opciones partidistas y mayor cantidad de grupúsculos que tienen acceso a las curules y escaños de los Congresos, algo lateral sucede.
Y eso que han integrado paulatinamente, en los últimos veinte años, un contrapeso a las decisiones unipersonales del presidencialismo, lo acotan permanentemente en sus funciones, lo reducen a una simple figura decorativa ¡por si esto hiciera falta!
En concreto, le disputan al Presidente de la República sus funciones extralimitadas de Jefe de Gobierno y de Estado, que hasta hace veinticinco años tenía en nuestro sistema político.
Hoy, Peña Nieto, después de tantos fracasos y actos fallidos es sólo un representante protocolario en materia de política interna y exterior.
Es, además, un Jefe de Gobierno acorralado, confinado, pues sus facultades son constantemente controvertidas y menguadas e impugnadas por gruesos flujos de población contrarios al proyecto y al partido del cual emergió.
El PRI representa, en el mejor de los casos, el voto de la tercera parte del electorado que acude a las urnas. Es decir, la tercera parte del cincuenta por ciento de la población mexicana: los que no saben leer ni escribir.
No es ya más el aparato arrollador que hace tres décadas, ante la despolitización, el engaño, la abstención y la apatía, llegaba al poder “avalado por el setenta por ciento de la población mexicana”, decían los jilgueros priístas.
A pesar de todo ello, que significan datos duros para evaluar el desempeño y la preparación presidencial, las tentaciones totalitarias subsisten. Desde hace varios años observamos un raro fenómeno.
No es otro que la “fórmula ” presidencial de lograr mayorías conservadoras en los Congresos y Cámaras, afine$ a sus iniciativas y contrarias de tomo y lomo al interés de las mayorías nacionales, por un lado.
Por otro, la tentación puesta en práctica de gobernar a través de circulares, reglamentos, decretos administrativos y acuerdos que no pasan por Cámaras y que algunas leyes todavía contienen “para mejor proveer en la exacta observancia”.
Por el otro, la artimaña salvaje de recurrir al Poder Judicial y a los “tribunales supremos” para imponer caprichos ilegítimos de toda laya y provisto de una saña inaudita, disfrazados de ropaje “jurídico” e “institucional”.
Pero todo eso no les importa. Para ellos, en lo suyo, el instrumento más importante es la “adjudicación” de los contratos, a través de las cuales violan todas las leyes terrenas y celestes con tal de darle la vuelta a las licitaciones.
Haciendo tabula rasa de todas sus obligaciones constitucionales y legales del cargo, los gerifaltes de Atracomulco se conformarían con quedarse con ese instrumento –el de la adjudicación– a modo para sus bolsillos, que no son necesariamente de cristal.
Redes sociales: “movimiento de las tres erres”
Esta es, en esencia, la cara más visible de la tentación totalitaria actual. Todo alrededor del dinero. Lo demás puede esperar. La comisión en los negocios se ha convertido en la ultima ratio del poder establecido a través del voto.
Ese objetivo de compulsión, convertido en obsesión enfermiza , es apoyado a saco por las cúpulas financieras del poder, aquí y afuera. Conceptos como “honor”, “disciplina”, “proporción”, “patriotismo” son vistos como vetustos, pasados de moda.
Al paso de los meses se quedan sin apoyo, sin sustento popular. Muchas veces ya sin la capacidad de manipular a través de los medios de comunicación , pues hasta éstos, aunque usted no lo crea, se enfrentan a los límites de la credibilidad mínima.
La propaganda política que emiten está rebasada por la incredulidad y por la pobreza que, está demostrado en cualquier sociedad, hace más “daño” que la televisión, la radio y los medios impresos.
Tan es así que destacados sociólogos internacionales han observado la mayor penetración, de calle, de las redes informáticas vía Internet para neutralizar los mensajes monopólicos.
Las redes sociales, hoy en manos de indignados, jefaturan el “movimiento de las tres erres”, que significan rechazo al empobrecimiento; rabia contra la depauperación y revancha contra las decisiones cupulares de un gobierno mercachifle y abusador de los pobres.
Pueden desencadenar movilizaciones tumultuarias e incontrolables y propician un necesario retorno a la intervención de un Estado justo en las áreas estratégicas de la economía, para proporcionar empleo, seguridad, educación, salud y bienestar para la población.
Frente a ellas, los toluquitas están más indefensos que un gusano dentro de un gallinero.
Pero como no se dan cuenta, continúan en el juego de Juan Pirulero.
Índice Flamígero: Y en ese juego de Juan Pirulero, donde Oso…rio Chong no atendió su juego –véase el video donde EPN le dice a León Krauze que su secre de dizque Gobernación es el encargado de vigilar que El Chapo no vuelva a escaparse–, vale la pena preguntar, otra vez, si alguno de los “analistas” –¿o “anolistos”, como los describía don Abelardo Leal en su columna del diario regiomontano El Norte?– de la dependencia leyó alguna vez los tweets del hijo del personaje, Iván Guzmán @IvanArchivaldo. Uno de ellos, fechado el 9 de mayo, que, a la hora que tecleó estas líneas lleva más de mil 900 retweets, dice: “No miento e (sic) llorado pero es de hombres y ahora va la mía, traigo gente armada y les prometo que el general pronto estará de regreso.” Otro más cercano, del 7 de julio apenas — con más de 3 mil 500 RT– apunta: “Todo llega para quien sabe esperar.” ¿Nunca los leyeron ni para checar la ortografía del plebe? + + + Y viene a colación tras las revelaciones, a través de la agencia AP y el diario The Wall Street Journal, de que el “gobierno” toluquita fue alertado por agencias estadounidenses de la existencia de “varios planes” de fuga del originario de Badiraguato, Sinaloa. Tenemos fruncionarios que son tan, pero tan pend… que hasta ellos mismos creen en sus propias pende…. ¿no cree usted?
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