La Ciudad de México sigue creciendo hacia las alturas con impresionantes rascacielos que son construidos cada vez más modernos y con una visión más sustentable que prioricen el ahorro de recursos, garanticen un menor impacto de la huella de carbono o aprovechen materiales para garantizar un entorno más equilibrado en beneficio de los habitantes y del medioambiente.
En el Paseo de la Reforma se encuentra el icónico rascacielos Torre Mayor, de Fibra UNO, como un fuerte referente en el desarrollo sustentable en México, por implementar estrategias de mejoramiento en eficiencia energética, reducción de consumo de agua y manejo de residuos, así como estar certificada con el Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED por sus siglas en inglés).
En 2013, obtuvo su primera certificación LEED EBOM v2009 y con 61 puntos logrando el nivel oro, luego de mejorar sus prácticas de mantenimiento e identificar los aspectos en los que tendría que invertir para mejorar su desempeño e impacto ambiental.
Entre los principales cambios que ayudaron para que lograran esta certificación, fue la renovación de mingitorios de todos los baños de zonas comunes y la reducción del uso de agua potable en un 25%.
La Torre Mayor ratificó su compromiso de ser pionero en operaciones sostenibles, por lo que cinco años después obtuvo su primera rectificación LEED O+M v4 con 72 puntos y para conseguirlo ejecutaron varias estrategias de mejoramiento y la principal fue la instalación de una planta de tratamiento de aguas residuales.
Esta planta, le proporciona el 100% de su consumo de agua debido a que su objetivo es aprovechar toda el agua residual diariamente y suministrar el agua tratada para las torres de enfriamiento, mingitorios y sanitarios de toda la torre, por lo que puede ser autosuficiente y sobrevivir tres días sin consumir agua de la red pública.
Hasta el día de hoy la planta tratadora de agua residuales, suministra en promedio 1198m3 de agua al mes, reduciendo aproximadamente el 50% del consumo total, ahorrando 72% de agua y disminuyendo los costos por m3 de agua en un 40%.
Además, la Torre Mayor logró una eficiencia energética del 85% en comparación de los edificios tradicionales y gracias al programa de desvío de residuos, reduce en un 80% lo que generan dentro de este rascacielos.
El rascacielos fue diseñado de origen para aprovechar el aire exterior y reducir el consumo del aire acondicionado; de igual modo, los cristales del edificio permiten la entrada de luz natural pero impiden la penetración de calor, lo que reduce la necesidad de equipos de climatización y, al mismo tiempo, la demanda de energía.
Por otra parte, sus ventiladores de inyección y extracción funcionan según los límites de las alarmas de los sensores de CO, es decir, cuando se supera el límite del sensor de CO (50 ppm), todos los ventiladores se encenderán. Además, todas las unidades de tratamiento de aire arrancan en función de un programa de inicio optimizado, establecido diariamente con un horario fijo de acuerdo con un comando de inicio.
De igual manera, debido a su alto compromiso con la sustentabilidad y mejora continua en cuestión de operación y mantenimiento del edificio, su visión se extiende también a los inquilinos, ya que el 88% de ellos utilizan transporte alternativo.
Mientras que en 2023, recibieron la segunda re-certificación del proyecto y logró el nivel Platino con 83 puntos en LEED O+M v4.1, la posición más alta del prestigioso certificado y todo gracias a sus buenas prácticas de operación, alineadas con las políticas de sostenibilidad.
La Torre Mayor fue inaugurada en 2003 y su desarrollo fue obra del empresario canadiense Paul Reichmann, reconocido por su liderazgo al frente de Olimpia & York, empresa internacional de bienes raíces, responsables en la edificación de 40 torres en ciudades como Toronto, Londres y Nueva York.
Cuenta con 55 pisos y una altura de 225 metros, lo que la coloca como uno de los edificios más altos de América Latina.