- Asesinato, entre Palacio de Gobierno y la Cámara de Diputados
El abuso del poder es una enfermedad, al parecer incurable del ser humano y, claro, que produce desorden. Salvador de Madariaga
El jueves 14 que comió cecina de Yecapixtla durante el Desayuno de Seguridad en Tetela del Volcán, fue la última aparición pública de Cuauhtémoc Blanco en Morelos. El domingo 17 sostuvo Blanco una reunión a escondidas con el presidente López Obrador, en el Instituto Nacional de Salud Pública, donde guardan luto en memoria de los hermanos Enrique [†] y Javier [†], y la novia de uno de ellos, Noemí Guadalupe [†], asesinados en Huitzilac, hace un año este abril.
Las últimas horas, el orgullo de Tlatilco que llegó a los 12 años al Campamento Tenochtitlán del barrio de Tepito tras el terremoto de 1985, es noticia de las secciones de política, deportes y espectáculos —las más, en contra—, por ordenarle el árbitro electoral se separe del cargo si desea continuar como candidato a curulero plurinominal.
Él en Oaxaca, donde fue obligado a asistir, ayer en la Ciudad de México se analizó su futuro inmediato. Se desentendió del mandato de la autoridad, acaso en un acto de rebeldía, ignorancia o por una crisis de sapiencia.
Ayer mismo pidió quedarse en Palacio de Gobierno hasta el lunes 30 de septiembre, día en que termina su período este año, y que su hermano uterino, Ulises Bravo, ocupe la vacante que dejaría en la lista de candidatos a San Lázaro por la vía del escrutinio proporcional, toda vez que quedó fuera este, por ahora, de las diputaciones estatales plurinominales. Hasta ahora, sí, porque en cualquier momento puede realizar cambios la dirección nacional morenista, estando ahí el hábil mercante Mario Delgado.
Por chulo, quería quedarse en el cargo, ganar su curul y ampliar su fuero, pero la ley se lo impidió —«Por encima de esa ley está mi autoridad moral»—, no así en 2015 y 2018 que pese a las pruebas de perpetrar delito electoral una y otras tantas veces, fue calificado para ser alcalde de Cuernavaca y gobernador de Morelos, con mica electoral, constancia de residencia y comprobante de domicilio, todo ilegal.
Cuando futbolista, en el desayuno en la casa club, la nutrióloga del mejor equipo de Coapa, América, casi le arrebató de la boca una torta de milanesa a un jovencito Cuauhtémoc, para regocijo de todos. Un torneo después, en su primer contrato como estelar, exigió regresarle su trabajo a la cocinera que le hacía a escondidas su comida favorita y que despidieran a la nutrióloga, caprichos que concedieron los directivos.
Ya no más caprichos e ilegalidades. Se debe observar la ley, incluso quien deba ser la o el reemplazante al trono y quien deba cubrir la vacante en la lista de candidatos plurinominales, lo que pase. La arbitradora electoral no es nutrióloga ni la candidatura una torta de milanesa de puerco —frijoles, lechuga, jitomate, cebolla, chiles en escabeche y mayonesa—, ni las denuncias políticas, civiles y penales en curso, moneda de cambio.
letraschiquitas
A 400 metros de Palacio de Gobierno y 400 metros de la Cámara de Diputados —el punto central de referencia es el Museo Juan Soriano—, el presidente del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística, Marco Antonio Alvear Sánchez [†], fue atacado a tiros en el centro de Cuernavaca***. Dos candidatas a la gubernatura de Morelos solicitaron, y les fue concedida, protección militar, siendo Morelos foco rojo por la violencia al alza. De las tres candidatas, sólo Lucy Meza hizo pública su petición de seguridad ante las amenazas recibidas***. Antes de que se vaya e incluso quedándose, Cuauhtémoc Blanco tendrá que explicar el daño por tres mil 149 millones de pesos a la Hacienda Pública, exigió Jonathan Márquez, dirigente estatal del PRI.