Belinda Mimendi
Abismo es más grande que yo,
y su nombre,
más largo que el mío.
Me da miedo y eso me asusta.
Me convertí en su madre para descubrir que solo es un niño pequeño y vejado con un inconmensurable temor al rechazo.
Me convertí en su hermana para reconocerlo, aunque él no lo haga.
Ahora, vuelvo a él como hija y te libero y me libero de toda carga del pasado y te invito a que reinventemos el amor,
un día a la vez y,
lo recibo de ti no como yo deseo,
sino como solo tú sabes guisarlo.
Abismo se ha marchado y no volverá a menos que lo llame amor.