Aunque Pese
Por Salvador Martínez G.
La furia trumpiana contra la migración en Estados Unidos encontró fuerte resistencia popular en California, donde el ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos) emprendió severas redadas en Los Ángeles para detener indocumentados, con 42 mexicanos detenidos, cuatro de ellos ya deportados.
Estas acciones fueron de carácter violento por parte de los agentes migratorios, pero encontraron respuesta por parte de la comunidad México-estadounidense con quema de patrullas y fuertes manifestaciones contra la Casa Blanca.
En el colmo de la arrogancia, el presidente Trump defendió el operativo y, ante las reacciones populares, anunció el despliegue de tropas en el estado fronterizo con México, a pesar de haber violado los derechos humanos de muchas mujeres y hombres.
Obviamente, lo sucedido en California provocó una declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum en la que demandó “un trato digno y apegado a derecho” para los migrantes mexicanos y de cualquier otra nación que se encuentren en ese país del norte.
“La migración debe ser abordada desde una perspectiva integral, humana y con corresponsabilidad regional”. Fue el planteamiento de Sheinbaum ante los disturbios de California que podrían extenderse a otras zonas de Estados Unidos, especialmente las de alta concentración de México-estadounidenses.
Quizá Trump pensó que sus arrebatos inmigrantes fueran recibidos sólo con resignación, pero ya supo que no será fácil para su gobierno imponer sus caprichos hasta por encima de la ley.
Ya Trump ha perdido mucha de la popularidad con la que asumió su segundo mandato y, por lo que se ve, seguirá en declive ante el reagrupamiento de sus opositores e incluso de buena parte de republicanos que lo apoyaban y hoy están sorprendidos por los desastres que sus acciones provocan, tanto a nivel social con la reducción de presupuestos para la salud, el crecimiento del desempleo, la represión migrante, la recesión económica y el caos comercial generado.
Ya veremos hasta dónde llega Trump, la resistencia migrante y la oposición política de demócratas y otros grupos políticos.
SUSURROS
Por cierto, que este lunes la presidenta Sheinbaum anunció que asistirá a la cumbre del G-7 que se desarrollará en Kananaskis, Alberta, en Canadá.
México no pertenece al G-7, grupo compuesto por Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, pero ha sido invitado como observador al encuentro de la próxima semana, donde fijará la posición de nuestro país, una de las economías emergentes más importantes del mundo.
Sheinbaum aprovechará su presencia para sostener algunas reuniones bilaterales, especialmente con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, y con Donald Trump, aunque esto aún no está confirmado.
Por cierto, el viaje a Canadá lo hará la jefa del ejecutivo en avión comercial y, por no existir rutas directas a Alberta, tendrá que hacer algún transbordo.
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