La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El mimetismo político fase superior de la decadencia ideológica
Ignoramos si sea parte del subdesarrollo democrático, de un salvaje pragmatismo o un aspecto cultural, pero lo cierto, es que los políticos mexicanos son los campeones de la deshonestidad ideológica, o sea, son chaqueteros, claro, con sus honrosas excepciones.
Esta situación ha dado pie a que las ideologías se desdibujen, por eso ‘las izquierdas’ hablan del bien común y ‘las derechas’ de la justicia social, el ir y venir, además de su ignorancia estructural, les impide a las señoras y señores metidos a políticos, identificar cuáles son las premisas básicas del pensamiento que dicen representar.
Por lo anterior, no hay el mínimo pudor para afirmar que un frente electoral como MORENA, es un partido de izquierda, siendo que en su variopinto de integrantes, se pueden identificar, de botepronto, a priistas, panistas, ultraderechistas, uno que otro izquierdista y hasta gringos con sarape tricolor.
Así pues, el que la senadora Lily Téllez renuncie a la bancada de los morenos es válido y se respeta, pero que haya saltado al partido en las antípodas, no tiene justificación ética.
Este fenómeno es el resultado de convertir un movimiento electoral en una suerte de Arca de Noé: doña Lily les vendió su nombre como marca y ellos le pagaron con el registro ante el INE. Pero bueno, si don Benito, don Francisco y don Lázaro conviven en el mismo nicho, de que no espantamos.