Ricardo Del Muro / Austral
La temporada vacacional decembrina en Acapulco, de acuerdo a los empresarios de bares y restaurantes, fue un fracaso, ya que casi no llegaron turistas extranjeros y la ocupación hotelera fue de sólo 71.6 por ciento, en las 4 mil 534 habitaciones disponibles, por debajo de las estimaciones, ya de por si conservadoras, que había hecho la Secretaría de Turismo en Guerrero.
Del 16 de diciembre de 2023 al 2 de enero de 2024, de acuerdo a datos de El Economista, llegaron a Acapulco 45 mil turistas que generaron una ocupación hotelera promedio de 71% y una derrama económica de 343 millones de pesos, cifras muy por debajo de las registradas en las misma temporada del año pasado (826 mil 976 turistas y 6 mil 405 millones de pesos) y también diferentes a las “cifras alegres” de la Secretaría de Turismo.
El titular de la dependencia estatal, Santos Ramírez Cuevas, informó que, durante el balance final de la temporada vacacional, Acapulco registró una ocupación hotelera de 87.5 por ciento y durante los 23 días de esa temporada, habían arribado al destino 74 mil turistas hospedados en 4 mil 543 habitaciones de 127 hoteles y dejaron una derrama económica de 548 millones de pesos.
Un panorama totalmente diferente al expuesto por la presidenta de la Asociación de Bares y Discotecas de Acapulco, Sofía del Ángel Mata Corona, quien explicó que hubo muchos factores, aparte de las afectaciones que dejó el huracán Otis en Acapulco, que impidieron que se cumplieran con las meta de 84 mil turistas que el propio secretario de Turismo estatal había dado a conocer al inicio de los días de asueto.
“Realmente tuvimos una baja de ingresos, realmente hubo muy poca afluencia turística, estamos un poco tristes porque la verdad esperábamos más llegada de visitantes en estos 23 días de vacaciones; estamos decepcionados como sector empresarial porque no vamos a ver reflejados en esta ocasión los ingresos suficientes para los pagos de nuestros impuestos”, expresó la empresaria.
El pasado mes de noviembre, un mes después de los daños provocados por el huracán Otis, la empresaria Mata Corona había señalado que 290 bares y discotecas de los más de 500 agremiados, estaban considerados en quiebra total.
Dijo que los escasos ingresos económicos que obtuvieron los poco más de 70 negocios que funcionaron en la recién concluida temporada vacacional, no serán suficientes para cubrir las necesidades de pagos de impuestos y las licencias correspondientes a este nuevo año, así como para seguir invirtiendo en los trabajos de rehabilitación.
La exageración y el manejo de cifras alegres, desgraciadamente, es una característica de la mayoría de los políticos mexicanos, no sólo de los funcionarios de Guerrero. El secretario federal de Turismo, Miguel Torruco es famoso por la presentación de grandes proyectos y cifras impactantes a futuro, que jamás son cotejadas en la realidad.
En Chiapas, por ejemplo, tenemos el caso de Katyna de la Vega, secretaria estatal de Turismo que ante el Congreso, el pasado 19 de diciembre, quitada de la pena, afirmó que “en cinco años se ha superado la afluencia turística de los sexenios anteriores, recibiendo un total de 34 millones 145 mil turistas, con un crecimiento del 28 por ciento”.
Una cifra ilógica y fuera de la realidad que está padeciendo Chiapas, donde San Cristóbal ha pasado de ser “pueblo mágico” a trágico, y los hechos violentos que ocurren en la entidad, se difunden casi todos los días en los medios nacionales e internacionales. Tal vez, este considerando como turistas a los migrantes guatemaltecos, porque así se las gastan estos funcionarios.
Y que decir del titular de Turismo a nivel federal, Miguel Torruco, quien participó en la conferencia mañanera del 10 de enero, encabezada por el presidente López Obrador, donde afirmó que “Acapulco renacerá turística y económicamente mediante acciones contundentes que incluyen la organización y realización de eventos de talla internacional, así como el Tianguis Turístico México 2024, que se llevará a cabo del 8 al 12 de abril”.
Un buen deseo de Año Nuevo, que ojalá se cumpla, y no quede como los propósitos que en esta época todos hacemos, de hacer deporte, perder peso, dejar algún vicio y no grillar a nuestro jefe. RDM