Pablo Gato
Los despidos masivos y sin análisis previo de a quién se despide y qué consecuencias puede tener que esa persona no esté ya ahí se suma ahora a que muchos de los despedidos son contratados de nuevo.
Eso sucede cuando la Administración se da cuenta ya de que por ejemplo despidió a las personas que se encargan de la seguridad del arsenal nuclear de la nación.
Nada, un tema insignificante. Lo mismo ha sucedido en otras agencias, como la del US Park Service. El problema es que muchos ya encontraron otros trabajos y no están disponibles.
La Administración quiso recontratar a personas despedidas de esa agencia cuando se dio cuenta de que muchos parques cerrarían sus puertas y eso enfurecería a las personas que planean visitarlos. Los empleados federales están en el limbo.
No saben qué pasará el día siguiente. Las cartas de despido indican básicamente que su trabajo es ineficiente. La Administración incluso ha dicho que “están robando al país”. Ahora muchos de ellos están preparando una demanda colectiva contra la Administración por difamación.