La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Silencio, que los del Nobel no se enteren que Peña le dio el Águila Azteca a Kushner
Que alguien proponga a Donald Trump, como candidato al Premio Nobel de la Paz, sólo puede tener como propósito alcanzar notoriedad por ser marcadamente imbécil, porque se antoja imposible (queremos suponer), que el jurado a cargo, tome en serio el asunto.
Haciendo un repaso, sin profundizar mucho en el tema, el presidente estadounidense fue el que ordenó separar a las familias migrantes. Así pues, toda la fuerza de la Border Patrol, se utilizó para poner a los niños en un refugio inmundo en Texas y a los padres en México.
También, fue el responsable de que un dron bombardeara el vehículo, en el que viajaba el general iraní Qasem Soleimani, un crimen artero, cometido en territorio iraquí.
Este inefable personaje, pasará a la historia por boicotear el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, lo cual obstaculiza la viabilidad civilizatoria del hombre. Técnicamente, se puede decir que es un crimen de lesa humanidad.
Además, el señor es el arquitecto de una estrategia separatista en la frontera sur de su país, que aparte de ir en sentido contrario de la historia, provoca la muerte de especies animales, aunado a los inmigrantes que perecen en el desierto.
¿Quién puede proponer a este matón para semejante premio?, solamente un noruego con déficit de atención que, de otra forma, no lograría sus 15 minutos de fama.