Claudia Rodríguez
La amenaza en el aire
Todavía está fresca la conferencia mañanera del 10 de junio de este mismo año, cuando el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, hablaba de las medidas acordadas entre México y los Estados Unidos para reducir el flujo de los migrantes que se adentran a nuestro país desde Centroamérica, las cuales habrían de ser evaluadas periódicamente en lapsos de 45 días. Era claro que el revisor no sería otro que el mismo gobierno estadounidense.
El primer plazo se vence este 5 de septiembre, en el que las cuentas que presenta México en materia antiinmigrante contravienen la política de hospitalidad que por años nuestro país dio a los extranjeros en busca de mejores condiciones de vida no sólo como plan de vida, también por condiciones expulsoras de toda índole, sobre todo pobreza y violencia extrema.
La exploración de Estados Unidos a las políticas de México para frenar la migración, no consisten en un simple palomeo o tache, se advirtió de poner gravámenes a los productos mexicanos que se exporten al vecino país del norte, los cuales habrían sido, de no llegar al acuerdo migratorio desde la segunda quincena de junio, de un 5%.
Deportaciones al alza
Las autoridades migratorias mexicanas se avocaron a realizar su parte del acuerdo signado por el canciller Ebrard, y en lo que va de este 2019 se han deportado alrededor de 102 mil centroamericanos hacia Guatemala, lo que significa de acuerdo con las mismas autoridades, que la deportación por la frontera sur de México se ha elevado en un 63% más a lo realizado en los primeros ocho meses del 2018. Acrecentamiento que no proviene de una política interna, sino impuesta por las presiones de Donald Trump para frenar la migración indocumentada e irregular hacia los Estados Unidos, usando de obstáculo no el territorio mexicano, sino al Gobierno de nuestro país.
En este año, desde nuestro territorio se han expulsado a 54.037 hondureños, 34.430 guatemaltecos, 12.317 salvadoreños y 1.530 nicaragüenses, como señaló Alejandra Mena, portavoz del Instituto Guatemalteco de Migración.
Golpe bajo
El próximo 10 de septiembre es cuando se hará la evaluación al corte de este jueves 5, sobre el ordenamiento migratorio originado por el acuerdo bilateral México-Estados Unidos, del cual ya ha señado el presiente Andrés Manuel López Obrador, que vamos bien.
No obstante, tanto rehuir y tratar de evitar las medidas arancelarias, el insaciable Trump, ahora, vía el Departamento de Comercio estadounidense, decidió que el acero estructural proveniente de México y de China, viola las leyes antidumping de su país, por lo que impuso aranceles al producto mexicano en el orden del 31% y al chino de 141%.
Incluso se advierte la revisión a las exportaciones del tomate mexicano. Con China, Trump libra una guerra comercial de tú a tú, en tanto en lo que se refiere a México, se trata de una imposición de fuerza mayúscula frente a un Gobierno que en el tema migratorio no ha ganado nada ni para sus connacionales.
Acta Divina… El presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló demostrar a Estados Unidos, que el tema migratorio se puede atender.
Para advertir… Aliviamos la carga de los estadounidenses y abandonamos a su suerte a los mexicanos migrantes en los Estados Unidos, incluso con el cierre de consulados.
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