Por Aurelio Contreras Moreno
En pleno repunte de la pandemia y con México entre los países con mayor letalidad por la enfermedad de la covid-19, el régimen de la autodenominada “cuarta transformación” hace gala por enésima ocasión de cuáles son sus verdaderas prioridades.
Luego de intentarlo durante la misma discusión que llevó a la extinción de 109 fideicomisos públicos que dejó a la deriva la investigación científica, la producción artística y la protección de víctimas, los diputados federales afines a la entelequia llamada “4t” lograron su cometido de desmantelar en primera instancia –falta la ratificación en el Senado, que sin duda ocurrirá- el Fondo de Salud para el Bienestar, conocido como de “Gastos Catastróficos”, al aprobar modificaciones a la Ley General de Salud que establecen concentrar ese dinero en la Tesorería de la Federación a más tardar en abril de 2021. Justo antes de comenzar formalmente las campañas electorales.
Estos recursos se utilizan para tratar en el sector público a enfermos con padecimientos que requieren una alta especialización y que por esa misma razón, implican un elevado costo, a pesar de lo cual y con todo y las advertencias de expertos en salud y finanzas públicas -que fueron a hablar en el desierto en ese acto de soez simulación que en la Cámara de Diputados denominan “parlamento abierto”-, serán reintegrados a los “intestinos” de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que ya no haya de dónde sacar más dinero para tapar todos los “boquetes” que ha dejado la pésima administración del gobierno despilfarrador de Andrés Manuel López Obrador.
El nuevo “botín” del que cual “piratas” se apropiaron, asciende a más de 30 mil millones de pesos. Aunque la totalidad de los recursos que el gobierno podría volver a buscar tomar de ese rubro superan los cien mil millones de pesos, mismos que, por lo visto, para el lopezobradorismo bien valen hasta el grado de comprometer la salud de la población más vulnerable, que es la que recibe atención a través de esos fondos.
La cantaleta con la que el lopezobradorismo gobernante justifica lo que son auténticos actos de depredación es que ese dinero se usará para “fortalecer acciones en materia de salud”. Sin embargo y tomando en consideración la conducta de la actual administración federal en casi dos años de gestión, eso no es creíble. Está más que probado que la prioridad son las faraónicas y anacrónicas obras “insignia” de un régimen igual de desfasado y atado al pasado, así como sus programas sociales clientelares.
Y para que no quede duda de la opacidad con la que se manejará éste y todo el dinero que tengan en las manos, los diputados de Morena, PT y PES rechazaron que estos fondos fueran “etiquetados” para ser destinados exclusivamente a la búsqueda de la vacuna contra la covid-19. Porque la realidad es que los van a usar en lo que les venga en gana.
Mientras eso ocurre, los números oficiales de la pandemia en México superaron ya la cifra de 90 mil muertos y cerca del millón de contagios. Aunque ya sabemos que las defunciones reales superarían las 200 mil de acuerdo con las estimaciones de epidemiólogos serios, no las del “bufón” palaciego –el infame “Doctor Muerte”- que en medio de la tragedia se atreve a hacer chistes irónicos sobre los fallecimientos y el uso de cubrebocas que criminalmente han desalentado desde el propio gobierno federal.
Nada raro es que, con la sensibilidad de una hiena, se hayan atrevido a colocar en palacio nacional un altar de muertos con pacientes de covid-19 hospitalizados y por su gesto, seguro agonizantes.
Igual que la credibilidad de un régimen tan catastrófico como las enfermedades que se dejarán de atender.
Otro muerto en el cuartel “San José”
Para que tampoco quede duda de cómo se “respetan” los derechos humanos en Veracruz, otra persona que fue detenida e ingresó viva al cuartel de la policía estatal en Xalapa, les fue regresada muerta a sus familiares.
Van dos este año.
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