Los miembros del Congreso y los líderes del Pentágono ignoraron durante días que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, había sido hospitalizado desde el lunes, dijeron funcionarios estadounidenses el sábado, mientras surgían preguntas sobre su condición y el secreto que la rodea.
Y no quedó claro cuándo se informó a la Casa Blanca y a otros funcionarios estadounidenses clave sobre su estadía en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland.
El hecho de que el Pentágono no haya revelado la hospitalización de Austin durante días refleja una asombrosa falta de transparencia sobre su enfermedad, su gravedad y cuándo podría ser dado de alta. Ese secretismo, en momentos en que Estados Unidos hace malabarismos con innumerables crisis de seguridad nacional, va en contra de la práctica normal del presidente y otros altos funcionarios y miembros del gabinete estadounidenses.
Austin, de 70 años, permaneció hospitalizado debido a complicaciones tras un procedimiento médico electivo menor, dijo su secretaria de prensa, mientras quedó claro cuán estrechamente el Pentágono mantenía información sobre su estancia en Walter Reed.
El mayor general de la Fuerza Aérea Pat Ryder dijo que la Casa Blanca y el Estado Mayor Conjunto fueron notificados sobre la hospitalización de Austin, pero no dijo cuándo sucedió.
Varios funcionarios estadounidenses dijeron el sábado que muchos de los líderes de más alto rango del servicio del Pentágono no sabían hasta el viernes que Austin estaba en el hospital. Los funcionarios dijeron que se informó al presidente Joe Biden y a otros altos funcionarios de la Casa Blanca, pero los funcionarios no especificaron cuándo. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato para discutir conversaciones privadas.
Ryder dijo que se informó a los miembros del Congreso el viernes por la tarde, y otros funcionarios dijeron que se informó a los legisladores después de las 5 p.m. No estaba claro cuándo se les informó a los miembros clave del personal de Austin, pero en todo el Pentágono, muchos miembros del personal se enteraron cuando el departamento emitió un comunicado sobre la estadía de Austin en el hospital pocos minutos después de las 5 p.m. Muchos creían que Austin estaba de vacaciones durante la semana.
La subsecretaria de Defensa Kathleen Hicks, quien asumió el cargo cuando Austin fue hospitalizado, también estuvo ausente. Un funcionario estadounidense dijo que tenía un sistema de comunicación con ella en Puerto Rico que le permitió hacer el trabajo mientras Austin, quien pasó 41 años en el ejército y se retiró como general de cuatro estrellas del Ejército en 2016, estaba incapacitado.
Ryder dijo el sábado que Austin se está recuperando bien y reanudó todas sus tareas el viernes por la noche desde su cama de hospital. Cuando se le preguntó por qué la estadía en el hospital se mantuvo en secreto durante tanto tiempo, Ryder dijo el viernes que se trataba de una “situación en evolución” y que debido a cuestiones médicas y de privacidad, el Pentágono no hizo pública la ausencia de Austin. Ryder se negó a proporcionar otros detalles sobre el procedimiento médico o la salud de Austin.
La Casa Blanca se ha negado a decir cuándo o cómo se le notificó la hospitalización de Austin. Remitió las preguntas al Pentágono.
La Asociación de Prensa del Pentágono, que representa a los miembros de los medios que cubren el Departamento de Defensa, envió una carta de protesta el viernes por la noche a Ryder y Chris Meagher, el subsecretario de defensa para asuntos públicos.
“El hecho de que haya estado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed durante cuatro días y que el Pentágono recién ahora esté alertando al público un viernes por la noche es un escándalo”, dijo la PPA en su carta. “En un momento en el que existen crecientes amenazas a los miembros del servicio militar estadounidense en el Medio Oriente y en el que Estados Unidos desempeña papeles clave en la seguridad nacional en las guerras en Israel y Ucrania, es particularmente crítico que el público estadounidense esté informado sobre el estado de salud. y capacidad de toma de decisiones de su máximo líder de defensa”.
Otros altos líderes estadounidenses han sido mucho más transparentes sobre las hospitalizaciones. Cuando el Fiscal General Merrick Garland se sometió a un procedimiento médico de rutina en 2022, su oficina informó al público con una semana de anticipación y describió cuánto tiempo se esperaba que estuviera fuera y cuándo regresaría a trabajar.
La hospitalización de Austin se produce cuando las milicias respaldadas por Irán han lanzado repetidamente drones, misiles y cohetes contra bases donde están estacionadas tropas estadounidenses en Irak y Siria, lo que llevó a la administración Biden a contraatacar en varias ocasiones. Esos ataques a menudo implican discusiones y decisiones delicadas de alto nivel por parte de Austin y otros líderes militares clave.
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