DIARIO DE ANTHONY
12:20 p.m. ¡Qué aburrida era aquella esfera llamada “Planeta Tierra”! Hombres diversos hacían de todo para no aburrirse. Algunos muy graciosos jugaban con cochecitos sobre una pista de asfalto. Corrían aquellos artefactos a velocidades tontas y ridículas, ¡350,000 kilómetros por hora! ¡Qué barbaridad y qué gran logro!
Mientras niños africanos se morían de hambre, estos estúpidos gastaban sus dineros en neumáticos que solamente duraban cinco, diez minutos. Oh, ¡qué grandioso logro el de todos ellos! ¡Y qué injusto el mundo!
Otros y otras más, para no aburrirse, se ponían sobre sus cuerpos trapos que llegaban a costar sumas ridículas de dinero. Zapatos, trajes y demás… Todos unos payasos vestidos a la última moda, lo más trendy del momento aburrido.
Este mundo sí que era aburrido. Otros más, para no caer en el aburrimiento, se dedicaban a ser corruptos. La mayoría de estos gusanos vivían en un país de nombre muy raro: “México”. Y quién sabe qué significase, pero aquel lugar sí que era de lo más aburrido.
Todo era muy aburrido porque ya no había vida de verdad. Ya nadie “soñaba”, ya todos solamente se la pasaban absortos frente a la pantalla de algo llamado teléfono celular, o computadora. Ah, mundo aburrido.
Otros más, para no enloquecer de aburrimiento, hacían cosas tontas como escalar montañas altísimas. Y tal vez jamás llegasen al cielo, pero terminaban conformándose cuando alcanzaban una altura de 9, 000 metros, o más. ¡Qué gran hazaña la de ellos!
¡Cielos! ¡Cuánto aburrimiento! El planeta tierra era la cosa más aburrida que podía haber, y ya no había libros que pudiesen matarle a uno el aburrimiento. ¡Ya no quedaban grandeza del alma y de espíritu!
Pd. Y otros más, para no aburrirse, se casaban. Y tenían hijos que al final terminaban odiando, y sus hijos a ellos. Ah, ¡qué aburrido! Se peleaban por una herencia y viceversa. Otros más, para no aburrirse demasiado, consumían cosas llamadas “drogas” Estos gusanos, en su mayoría, vivían en una nación llamada ridículamente “Los Estados Unidos” “Estamos Drogadictos” habría sido un mejor nombre.
Otros más y muchos más, para no aburrirse, se metían de lleno a ser delincuentes. Y ay se iban a matar gente, todo en pos de una cosa malditamente aburrida: EL DINERO. Ah, ¡mundo estúpido y aburrido!
Ya no quedaba VIDA, ni grandeza del alma. Todos se habían convertido en unos gusanos, pero que jamás terminarían convirtiéndose en bellas mariposas.
Y hablando de mariposas; había otros mariposones que, para no aburrirse, se la pasaban autoinfligiéndose sufrimiento. Pobres tontos y tontas, que creyéndose muy importantes le daban mucha importancia a su secreto.
Lesbis, homox, trans, bisex y transformers. ¿Alguna vez nacería un ser humano que, para no aburrirse, se inventaría la fantasía de que su cuerpo de humano estaba atrapado en el cuerpo de ¡un auto!? ¡Qué aburrido!
Había otros y más estúpidos que, para no aburrirse, amasaban miles y miles de millones de dineros. ¡Aburrición total! Al final, todos esos gusanos, también morirían, como aquellos niños hambrientos de África.
Mundo loco y estúpido, mundo loco y aburrido… Otros más, para no aburrirse, mandaban a construir muros estúpidos sobre superficies dizque de su poderío… Locos de remate; idiotas tratando de matar el aburrimiento de sus existencias.
Otros más, para no aburrirse, se iban dizque a luchar a guerras estúpidas, que hombres todavía más estúpidos, para no aburrirse, habían tenido la genial idea de hacerlas surgir. Luchaban dizque por su estúpido país, ¡tan sólo para no morir de aburrimiento!
Mundo, ¡mundo estúpido y aburrido! Ya no quedaba nada, ¡NADA! ¡Tan sólo aburrimiento!
Y otros más loquitos, para no aburrirse, se habían inventado algo llamado “dios”, al cual todo el tiempo le rezaban. Ah, ¡aburrición total!
“Padre nuestro que estás el cielo y en todas partes, incluso en las heces que todos los días defecamos gracias al pan nuestro que cada día ingerimos… No nos dejes caer en el aburrimiento; ¡AMÉN!”
Anthony Smart
Julio/06/2018