CONTRAPODER
JUAN ANTONIO TORRES
Juan Carlos Loera de la Rosa, quien atraco la administración federal a diestra y siniestra en calidad de virrey, o mejor dicho, de súper delegado de los programas sociales en Chihuahua, durante los dos primeros años del régimen del tabasqueño, Andrés Manuel López, de donde hizo chilar y huerta, a tal grado que una vez que renuncio a dicho encargo, el ultimo de octubre, a los pocos días, aparecerían por toda la entidad, espectaculares con su nauseabunda imagen, bajo el ridículo lema; “Caminando por Chihuahua” y casi en forma paralela, cientos de brigadistas repartiendo su publicidad en pasquines de mala monta, en los cuales presumía como nota principal, una encuesta “patito” en la cual destacaba como puntero; información por demás cuchareada que nadie en su sano juicio, se la cree.
Ni sus más cercanos corifeos que hoy maman y se dan de topes en la ubre federal.
Loera de la Rosa, protegido a todas luces por su presunta amasia, Ariadna Montiel, quien figura en la nómina del gobierno morenista, como subsecretaria del Bienestar, cayó en estos excesos, desde la estructura federal, por la evidente complicidad que los ha vinculado a ambos, mas allá de los afectos entre estos dos personeros, sino por el dispendio que ha exhibido el frustrado aspirante a alcalde de Ciudad Juárez, en el 2016, cuando soñó con ser edil, y quedo ubicado en el ¡cuarto lugar! Le dio una madriza, su ahora contendiente por la gubernatura, “el independiente” Armando Cabada, ahora con piel de morenista.
Loera de la Rosa, ha enseñado con todas sus letras, para que le sirvió la anterior responsabilidad, sino fue para llevar a cabo turbios manejos en la mayoría de las dependencias del nivel federal, donde impuso a sus incondicionales para medrar con millonarios recursos públicos en su beneficio personal, para promover su imagen, con miras en la coyuntura electoral que se avecina.
El tráfico de influencias, la corrupción descarada, así como el nepotismo rampante entre sus familiares diseminados en toda la estructura burocrática, fueron su carta de presentación en los municipios más importantes de la entidad. La prensa, dio cuenta de todas esas truculencias y trapacerías, pero que jamás se actuó en consecuencia.
Se le han resbalado todos los señalamientos a este personaje, que tiene mucho parecido con Clavillazo o con Resortes, en su forma de vestir y no se diga a la hora de responder a los duros cuestionamientos de los medios.
Como tribuno se moriría de hambre. Vendería más un merolico de barriada, que este putrefacto personaje, a quien se le ven a la legua las manchas negras que ha tejido como funcionario público de la Cuatro T.
Caminando por Chihuahua…
Genera mofa, burlas su lema de campaña, “Caminando por Chihuahua” como si en su anterior función, el ex “virrey de Chihuahua” hubiera operado en calidad de turista en clase vip, claro con todos lujos habidos y por haber pagados a expensas de un gobierno que a poco más de dos años de su llegada, ha sido un lastre, una franca decepción para los chihuahuenses en los rubros de economía, seguridad pública, y por supuesto en el manejo de la pandemia y todo lo que huela al pésimo manejo de la pandemia.
Los compinches del ahora precandidato a gobernador por MORENA, presumen que su abanderado de marras, instalara por lo menos 160 espectaculares en los diez principales municipios de Chihuahua, a un costo promedio de 35 mil pesos mensuales. Una millonada, que desde luego no se justifica con los ingresos que manifestó como servidor público y en su calidad de empresario, en su declaración patrimonial de marzo del 2020. Un millón anual como servidor público y otro tanto en su calidad de negociante particular.
No nada más trae billetes de sobra en ese apartado, sino que también los ha utilizado para su servicio a cientos de activistas repartiendo la presunta encuesta, en la que aparecía en un primer lugar, gracias a los miles de pesos que pago al periódico Hoy de Ciudad Juárez. Se sabe que a cada brigadista se le paga por lo menos 1800 pesos a la semana.
Al mes, serán un ¡millón 800 mil pesos! Si partimos de la premisa que tiene para sus fines aviesos tal vez a mil de ellos.
En resumidas cuentas se puede deducir que el también diputado federal, por la vía plurinominal, trae muchos, pero muchos recursos en efectivo para gastar a manos llenas, sin que nadie de sus jefes en el partido guinda o del gobierno de López Obrador, le hagan un llamado de atención.
“Todo lo que digan en mi contra no va a trascender, y me tiene sin pendiente” presumía a sus más conspicuos testaferros. Al menos eso es lo que se creía, porque ya se han interpuesto cuatro denuncias formales ratificadas ante la Fiscalía General de la Republica, y la Fepade, por parte del PAN, PRI, PRD y un particular de la cual nos reservamos su nombre, por temor a las consabidas represalias que pudieran darse en contra de su integridad física o la de su familia.
En poder de este escribidor obran dos sendas demandas, por lavado de dinero con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal. Más de 60 fojas le dan cuerpo a cada una de dichas querellas judiciales, que en otra edición le daremos el espacio debido, para que si el susodicho, Loera de la Rosa, quiere revirar, tendremos elementos con que responderle.
AMLO, durante la conferencia mañanera del pasado miércoles cuestionado por un reportero sobre los excesos publicitarios de su ex colaborador y también diputado federal, entrón el tabasqueño, respondió que si había pruebas reales sobre tales acusaciones, el mismo presentaría la denuncia.
Le tomaremos la palabra al huésped principal de palacio nacional. Con santo y seña exhibiremos al pillo que tenía como su representante personal en Chihuahua, por casi dos años.
Los escuderos de Loera de la Rosa…
Aquí le doy algunos de los nombres de los principales testaferros que utiliza para sus negros despropósitos que tiene instalados en la nómina federal, los que agazapados han tejido, su operación político- electoral con miras a las elecciones del 5 de junio del 2021:
Leticia Ortega, sindica del municipio de Ciudad Juárez; Teresa Ruiz Anchondo, responsable del programa estatal, Sembrando Vida, quien se ha dado sus gustos, teniendo como su asistente personal a Aarón Ruiz Anchondo, alias “El Chetos” su hermano pues; los diputados locales, Benjamín Carrera, Gustavo de la Rosa; el ex diputado local, Pedro Torres Estrada; el diputado federal, Ulises García, Oscar Leos Mayagoitia, subdelegado federal de Morena, en Cuauhtémoc; Lizzy Guzmán, subdelegada del Bienestar en Juárez, Leticia Loredo, subdelegada, en Ciudad Delicias; Melissa Franco, en Ojinaga; Fernando Duarte, en Hidalgo del Parral, compadre de la Subsecretaria del Bienestar, Ariadna Montiel,; María Saldaña, en Nuevo Casas Grandes; Jesús Genaro Vázquez, responsable del programa Becas en la entidad; Deidree Baeza, administradora de la Aduana de Ciudad Juárez, esta advenediza funcionaria fue impuesta por Manuel Loera, hermano de Juan Carlos Loera. Estos son algunos de los nombres, con todo y apellidos que cobran, pero bien, a costillas del erario de todos los mexicanos.
Todo este truculento trabuco le opera al iluso precandidato morenista, Juan Carlos Loera, que sueña con suceder en el encargo, al panista, Javier Corral Jurado, el reputado mandatario estatal de Chihuahua, apodado “El Talegas” sin duda el peor gobernador que han tenido los habitantes de la vasta entidad en los últimos 30 años y vaya que ha habido muchos muy malos.
EN CORTO… EN CORTO…
Leopoldo Cenizales Sáenz, sin duda, todo un personaje, hecho en las lides de la política, quien se perfilaba como un muy fuerte prospecto a la presidencia municipal de Juárez, como un aspirante independiente, a quien gracias a su muy buena fama pública, no solo como líder, sino también como un reconocido empresario forjado a la buena, a tal grado que ya le habían ofrecido las siglas varios institutos políticos-PT, PRD, PVEM y MORENA- tuvo que declinar a dicha aspiración, legitima y racional, por un tema estrictamente familiar. “Polo” pues, privilegio la tranquilidad de su familia, antes que los llamados de sus muchos de sus simpatizantes, para que contendería en las elecciones del 2021, sabedores de que las expectativas de su triunfo eran muchas. Lo querían como un abanderado de una amplia alianza, ante la cual poco tendrían que hacer el PAN y el PRI.
Cenizales Sáenz, priista de toda la vida, puede presumir que es de los pocos personajes que no pueden ser señalados con índice flamígero, como muchos otros que hoy están en la cárcel, o andan en calidad de prófugos de la justicia. Nombres en esta vasta extensión de tierra sobran…
POSDATA
El pasado sábado, durante el registro de los 8 precandidatos a gobernador de Chihuahua por MORENA, se dieron dos detalles que dentro de la liturgia política no podemos dejar pasar, porque son lecturas o señales que generan mensajes por demás claros para quien los sabe leer, o interpretar. El empresario, Rafael Espino de la Peña, fue el único personaje que fue recibido por el jerarca nacional del partido guinda, Mario Delgado Carrillo, así como por el delegado nacional en esta entidad, el senador oriundo de Durango, José Ramón Enríquez. Pero además, su inscripción ocurrió a las 10 de la mañana, luego la del senador, Cruz Pérez Cuellar, a las 11, y después a las 12, la de Juan Carlos Loera de la Rosa. De que hubo instrucciones “de arriba” para que se siguiera dicho protocolo, o ritual, las hubo. Estas no son casualidades, sino más bien causalidades…
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