Constantes los vuelos, abundantes las visitas para ajustar detalles, decenas de elementos del estado mayor pernoctando días y hasta semanas antes, ocupando cama y causando gastos que de otra manera se ocuparía en personal productivo; no importaba el dispendio, ninguna medida era excesiva para que sus majestades no pasaran ningún sobresalto o mal rato; desde peldaños de escalones fabricados a la medida de uno que calzaba grande, hasta probar los alimentos uno por uno del paranoico que veía enemigos en todos lados, así eran las visitas presidenciales a las plataformas petroleras del Golfo de México en sexenios anteriores.
Por supuesto, el día del gran evento, el presidente llegaba en helicóptero, junto con su comitiva de más de 100 invitados, adicionales a los mencionados que llegaban en días anteriores, las plataformas petroleras en el Golfo de México llegan a estar a una distancia de más de 80 kilómetros mar adentro, por lo que el trayecto en helicóptero toma 30 minutos aproximadamente, pero en los súper puma, como los que usaban los presidentes en sus visitas, hasta en 15 minutos ya estaban en el área de plataformas, claro, para el resto de los trabajadores de plataforma, para los “plataformeros” el medio de transporte usual son embarcaciones medianas que tardan de dos horas y media a tres en llegar hasta el área de plataformas, traslados que suelen incluir mareos, incomodidades, demoras por condiciones climatológicas y que a más de uno le cuesta volver el alimento que haya tomado antes de abordar.
De manera que se pueden imaginar la grata sorpresa que causó entre el personal plataformero el anunció de que el presidente Andrés Manuel López Obrador para su visita al área de plataformas en el área del Golfo, había decidido utilizar el medio de transporte común de los plataformeros de a pie, el presidente llegaría en “lancha” que es como en el medio se le llaman a esas embarcaciones, no se imagine usted una lancha ribereña de un solo motor, son embarcaciones medianas con ocupación de hasta 100 pasajeros; para que se dé una idea, son como esos llamados ferris que sirven para trasladar al personal de Playa del Carmen a Cozumel, claro, con diferencias enormes en cuanto a las comodidades y espacio como expliqué antes, pero le servirá para tener una idea del tipo de embarcación.
Así que en lancha llegó el presidente a plataforma para conocer las instalaciones a las que se les acababa de dar un mantenimiento mayor para mejorar la producción de gas y al mismo tiempo conocer la embarcación “Cerro de la Pez” cuya historia también merece unas líneas, pues es una de las dos embarcaciones que Pemex en tiempos de Calderón mando a construir en astilleros españoles, trabajos que en su momento salvaron de una grave crisis a la región, de esos astilleros, no vaya usted creer que a México, ese nunca le interesó a Calderón, ya lo vemos ahora con la captura de su cerebro y compinche en su “guerra contra el narco”, además de que otorgó muchos beneficios a la familia Mouriño, privilegiada por Calderón, pues bien, que esas embarcaciones Pemex las mandó construir con un costo que rondó los 120 millones de dólares y la historia de siempre, de manera inexplicable alguien decidió venderlas en 80 millones para después ser rentadas al mismo Pemex, si, así eran los enjuagues, rayaban en el ridículo, en el caso del “Cerro de la Pez” a tiempo llegó la cuarta transformación y pudo detener dicha negociación lesiva para la empresa y por ende el país, y logró que dicha embarcación pertenezca a Pemex y a los mexicanos.
En un breve discurso en las plataformas, el presidente dejó saber a los petroleros que se comenzará a basificar, esto es dar plazas definitivas, a los trabajadores transitorios, y de manera directa les comunicó que la dirigencia sindical anterior, intentó entregar las jubilaciones de los trabajadores a cambio de favores políticos y su propio salvamento, también dejo saber que se invitará a las compañías contratistas a mejorar los salarios de los trabajadores pues en palabras del presidente “Pemex les paga mucho por cada trabajador, como para que ellas les paguen mal”.
Así fue la visita de un presidente que a diferencia de presidentes anteriores, no solo está haciendo historia, sino que está cambiando la historia.
No solo ningún presidente, ni directores, subdirectores y gerentes, habían utilizado las lanchas para llegar a plataforma, además que las visitas muchas veces eran para la foto, media vuelta y al helicóptero con toda la comitiva.
Es la primera vez de Pemex que un presidente llegó en lancha, desembarcó, subió tres niveles en una de las instalaciones, caminó a través de la plataforma más grande de Latinoamérica, que tiene aproximadamente un kilómetro de largo, platicó con la gente, revisó avances, checó una nueva embarcación, es la primera vez en la historia de Pemex, que tiene un presidente “plataformero”.
“Personal con destino a Ciudad del Carmen, presentarse en zona de gangway (pasarela), lancha “Don Benjamín” próxima a su salida”.
Y a los extraterrestres, primero investiguen, después opinan.