Desde el gobierno del panista Felipe Calderón, los mexicanos tenemos sentimientos encontrados cuando vemos a lo lejos o interactuamos con algún elemento del Ejército mexicano.
La decisión del Ejecutivo de poner a la milicia en las calles del país para enfrentar de manera frontal al crimen organizado, posicionó al Ejército en un estado por demás vulnerable ante todos los mexicanos.
Sabemos todos, que un soldado está dispuesto a utilizar su estrategia en defensa y por lo mismo, desde el sexenio calderonista se volvieron para la ciudadanía un cuerpo rudo, rígido, casi unos robots.
Hace dos años, en la exhibición de Las Fuerzas Armadas al Servicio del Pueblo de México que se efectúa en el Zócalo de la Ciudad de México ya de manera cotidiana, tuve una experiencia frontal de descortesía de una de las mujeres enroladas en la Defensa Nacional. No fue más que una fea situación llamando de forma agresiva, la atención a un menor. Pero el asunto no quedó por fortuna, más que en palabras y aclaraciones.
Pero ayer, quedé gratamente sorprendida de la acción de un soldado que lo hizo resaltar no sólo entre sus pares, sino entre todos nosotros.
Al ser usuaria del transporte público, uno observa cómo nos vamos desconociendo. Cómo momento a momento podemos ir en el mismo vehículo, pero excluirnos, ni siquiera mirarnos. Tal vez, ni reparar en la posible necesidad del otro.
Sin embargo, ayer miércoles muy cerca del edificio de la Defensa Nacional en el Distrito Federal, abordé un microbús y de inmediato escuché que alguien se dirigía a mí con tal cortesía que llamó de inmediato mi atención. Se levantó de su asiento y advirtió –Señorita, siéntese por favor.
Caray, claro que agradecí el gesto. Pero sobre todo quedé gratamente sorprendida. Me dije – Un soldado, miles de ellos.
Es justo recalcar que si entre los mexicanos aún quedan personas con valores y respeto hacia los niños, los adultos mayores y las mujeres, seguro los más, estarán con fuertes bases entre los que integran las Fuerzas Armadas de México.
Acta Divina…En junio de este año, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, exhortó al personal militar a que se conduzcan con profesionalismo y espíritu de servicio que caracteriza a todo soldado mexicano e “impriman valor y entusiasmo en cada actividad que realicen, continúen actuando siempre con apego a la ley y con respeto irrestricto a los derechos humanos.
Para advertir… Tiempos de aplaudir lo que debería ser cotidiano y no lo es más.
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