Claudia Rodríguez
Esta vez sí escribiré las siguientes líneas en primera persona porque percibo que muchos de nosotros nos sentimos acorralados por el terreno fangoso, a veces hasta arenoso que pisamos en diferentes ambientes y situaciones que inciden de manera directa en la sociedad mexicana y nuestra vida propia.
No sólo se trata del terreno de la política, de lo electoral, de la desatención de los órganos de la Administración Pública; hay más y más escenarios difíciles, peligrosos y que llegan a defraudar. Muchos actores de primerísima fila, nos están quedando a deber, incluso más de lo que nos prometieron.
El ámbito de Gobierno nos ha quitado ya tanto a millones de gobernados, que no sólo se trata de dinero y otras cuestiones contables; sino más bien de oportunidades perdidas y hasta de vidas faltantes.
Si de escenarios de Gobierno se trata, es imperdonable que el partido político en el poder y sus propios intereses que nada tienen que ver con un plan de gobernanza, se meta descaradamente de forma ilegal en el terreno electoral para intentar manejar y hasta amenazar a posibles votantes con el mote de que compran su voto. No hay capital propio del Gobierno o de un partido político, todo es dinero público y ningún peso de este, se aprueba su destino para un acto delictivo.
Que asalten a los delincuentes, podría ser sólo alucinante, pero es una realidad desgarradora y más cuando se trata de delincuentes electorales.
Si sólo de campañas políticas se trata, los hacedores de spots han llegado al extremo no sólo de ridiculizar y mofarse de candidatos contrincantes, también los han acusado de delitos que deberían ser juzgados en un tribunal y no en los medios por ganar el raiting. No han perdido la oportunidad distintos actores de los equipos de campaña, para ridiculizar y hasta insultar de forma directa o igual con sus spots aprobados, a quienes ellos no creen partidarios.
Es así, que los comportamientos acéfalos ya de toda moralidad y hasta de compasión que han llegado a cobrar la vida de miles y miles de mexicanos, han golpeado igual y asesinado a decenas de candidatos en el proceso electoral, pero las autoridades parece que la única capacidad que tienen, es la de contar homicidios dolosos y dar discursos con promesas vacuas.
Aunque los escenarios desde irritables hasta criminales parecen ya incontables, vale la pena citar aquí y por ahora, el decepcionante papel en muchos terrenos que la llamada selección mexicana de futbol está representando.
No sólo son mediocres los desempeños de los jugadores en dicha selección, sino que defraudan esperanzas de seguidores e incluso arruinan hasta reputaciones de familias y patrocinadores.
No comparto que los mexicanos nos merezcamos los gobiernos, la selección y más representantes que tenemos.
El poder combinado con un legal o ilegal acceso a dinero y muchos efectos más, a muchos provocan la pérdida de la cordura, la sencillez, la honorabilidad y hasta la honestidad.
En mi círculo familiar y social, como seguro en el suyo también, amables lectores, son más los que llegan hasta apretar la marcha de sus deberes y responsabilidades para salir adelante sin robar un peso a nadie y hasta elevar las expectativas de lo que de ellos se espera.
El Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, ya abandonó sobre todo sus tarea de darnos seguridad y propiciar la paz, es por eso que el fango permea a todos los ámbitos.
Acta Divina… “Mi Gobierno trabaja para propiciar oportunidades para todos”: Enrique Peña Nieto presidente de México.
Para advertir… Parece que más y más oportunidades son sólo para los que delinquen, engañan y hasta amenazan.
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